CINCO AÑOS DE LUCHA POR LA CONSTITUYENTE CONTRA LA CONSTITUCIÓN FASCISTA

Las protestas de 2010 de la población por las alzas contantes a los alimentos  de consumo popular, del agua del gas y electricidad, los problemas del transantiago y del alza de los pasajes de la locomoción colectiva, de las que sobresalen la movilización del pueblo de Magallanes contra el alza del gas licuado, las marchas a lo largo del país contra Hidroaysen, principalmente la del estudiantado que se tomaron  colegios y universidades, realizando grandes  marchas para manifestar su rechazo al lucro en la educación y el termino de la municipalización de ésta, lo que pone como tarea urgente el termino de la Constitución del 80, aumentando el rechazo de la ciudadanía a los partidos políticos, tanto de derecha como la llamada centro izquierda, incluso al Partido Comunista revisionista, el que si tuvo alguna participación en el origen del movimiento estudiantil, muy pronto se une a los partidos de la Concertación para encausarlo por la institucionalidad burguesa, uniendo posteriormente a la Concertación para dar vida a la “Nueva Mayoría” con la cual pretenden reconquistar el voto popular con el gancho de Michel Bachelet y la bandera de la Reforma educacional, tributaria y laboral.

      Como consecuencia de la acción del reformismo y del revisionista partido comunista la movilización estudiantil  fue perdiendo fuerza el 2011, ya no eran las marchas combativas que se levantaba contra la institucionalidad burguesa, la que enfrentaba a las fuerzas represivas de carabineros, ahora se marchaba por las calles aledañas a la Alameda Bernardo O’higgins, estas eran carnavales, que a la larga disminuyeron el ímpetu juvenil, yéndose parte de estos para la casa, a pesar de los esfuerzos de los nuevos dirigentes estudiantiles de tendencias anarquistas que llegaron para reemplazar a aquellos que pasaron a integrar el stand parlamentario de la nueva mayoría.

      Las protestas populares de la población  se pretendieron   acallar  con  la “Ley Hinzpeter”,  enviada por el gobierno de Piñera al Parlamento para su promulgación, Ley retrógrada  que buscaba criminalizar las protestas populares. Ley que provocada el rechazo de los organismos de Derechos Humanos de sindicatos y de agrupaciones sociales, la que ha quedado durmiendo en el Congreso Nacional a la espera de contar con los votos suficientes para su aprobación.

      Estas luchas, así como las movilizaciones estudiantiles no fue una acción coordinada con las protestas populares, si bien surgieron coordinadoras o Asambleas populares para informar, unir a estudiantes con pobladores y trabajadores, estas perdieron la fuerza cuando los estudiantes se encerraron en su propio movimiento, feneciendo estos organismos los que si siquiera estaban coordinados entre si a lo largo del país, amen que no faltaron los grupos de izquierda que al no poder controlarlos se retiraban de estos, los que al final se mostraron incapaces de tomar el movimiento de masas y darle una orientación revolucionaria.

      Estos 5 años de lucha nos enseña, una vez más,  que sin la movilización de los trabajadores, en especial de la clase obrera, no lograremos cambiar las estructuras del Estado burgués. Si bien los trabajadores del sector estatal son los que han estado luchando por mejoras salariales en forma más regular, estos por si mismos no afectan al sector productivo, más bien repercuten en la población como es el caso de la Salud y la educación, movilizaciones que son desprestigiadas por la prensa burguesa para colocar a la población contra estos trabajadores, luchas que generalmente son transadas por dirigencias amarillas controladas por los partidos reformistas y el revisionista Partido Comunista de Tellier. La clase obrera es el sector fundamental de la económica del país, es la que produce y le da vida a las otras actividades económicas, razón por la cual la burguesía se opone terminantemente a las reformas, en especialmente a la reforma laboral, la que fortalecería a los sindicatos,  ampliando la negociación colectiva a gran parte de los trabajadores del país, negociación que podría ser por ramas de producción, integrando y movilizando a la gran masa laboral chilena a la lucha reivindicativa, la que es inseparable de la lucha política por terminar con la Constitución fascista de 1980.

      Reformas que impulsa la “Nueva Mayoría” cuando llega al Gobierno, iniciándose una campaña de los sectores fácticos, lo más reaccionario de la burguesía, dirigidos por el embajador de Estados Unidos, contra la Reforma Tributaria que  podría aumentar los impuestos a las transnacionales yanquis. Reforma destinada a financiar la reforma de la educación a la que se opone al Iglesia Católica y la Democracia Cristiana, los más beneficiados con el actual sistema educacional. En su lucha fraccional entre ambos bloques políticos burgueses, surge el escándalo Penta Gate que muestra una derecha corrupta, vendida a las grandes transnacionales y al gran capital nacional, cayendo sus niveles de aprobación de la ciudadanía a lo más bajo, obligando a los grandes explotadores del trabajador chileno a intervenir en política directamente para defender sus intereses, oponiéndose a las reformas, especialmente a la reforma laboral, que así como se ha redactado ya es rechazada por los trabajadores del país. Cuando el Gobierno y la “Nueva Mayoría” le daban duro a la derecha surge el Nuera Gate que da inicio a las denuncias de corrupción en la propia Nueva Mayoría y en el Gobierno, entrando éste en un estado de confusión y de inoperancia sin poder controlar las demandas del pueblo, se habla de crisis institucional que podrían poner el peligro la gobernabilidad del país, para impedir que esto  suceda, la clase política burguesa, tanto la nueva Mayoría como de la Alianza, restablece la política de los acuerdos, formado comisiones en el Congreso para “trasparentar” la política ante el pueblo, cediendo el Gobierno a las demandas del gran capital nacional y de las grandes transnacionales, que obliga a Michel Bachelet un cambio de Gabinete Ministerial, cayendo su delfín Pañalillo del Ministerio del Interior,  pasando a ocupar dicha cartera Jorge Burgos, representante del sector más reaccionario de la Democracia Cristiana, dándole un giro político total de derecha al Gobierno, quien junto al nuevo Ministro de Hacienda le aseguran a los grandes capitalistas que sus intereses están a buen resguardo. Declarando Burgos que las reformas se harán a un ritmo más lento y que no habrá cambio de la constitución del 80 en éste gobierno.

      El rechazo  de los trabajadores, del pueblo, a la clase política burguesa, al sistema institucional burgués, a la Constitución fascista del 80, no se expresa en una movilización más activa de estos en este último año. Son los estudiantes que se han movilizado en defensa de la Reforma Educacional. Por su parte el revisionista Partido Comunista que pretendía movilizar a los trabajadores en defensa de las reformas, se ha mostrado como el más leal de todos los partidos de la Nueva Mayoría al Gobierno, conteniendo las luchas sociales y reivindicativas, aquellas que se han escapado de su control buscan por todo los medios ponerle termino. La movilización de un sector de los trabajadores de la Salud por reivindicaciones salariales, que ellos mismos habían iniciado, la terminaron aceptando las promesa del Ministerio de Salud de estudiar sus peticiones en Comisiones de Estudio, dejando claro que dichos llamados a los trabajadores defender las reformas son meras movidas políticas para permanecer con su cuota de poder en el Gobierno. Los profesores de los colegios municipalizados están en huelga por mejorar la carrera docente, que  tal como está en el Proyecto de Ley del Gobierno es totalmente lesiva a sus intereses como profesionales de la educación, movimiento que el revisionista Guajardo, presidente del Colegio de Profesores, por orden expresa del mal llamado partido “comunista” pretender terminar. Pero los profesores de la nueva generación, esos que participaron en la movilizaciones estudiantiles del 2006 a  2011,  hoy egresados de la universidad, son los que comandan el movimiento disidente del profesorado, los que están  por el rechazo de dicho proyecto, estar porque dicha reforma a la educación se haga con la participación de los propios actores los que no han sido considerados para la redacción de dicho proyecto de Ley. Otros gremios poderoso como los trabajadores del Cobre, los obreros Portuarios y los empleados fiscales, los que junto a la Salud y Profesores, son la base de la Central Unitaria de Trabajadores –CUT- controlada por la Nueva Mayoría, la que preside la revisionista Barbará Figueroa, que mantienen contenida las manifestaciones sociales.  Esta inmovilización esta matando la actividad sindical en Chile. Lo que ha llevado a sectores del movimiento sindical “independiente” a dejar de lado las rencillas personales y de grupos,  para plantearse la formación de un nuevo ente sindical que saque de inmovilismo  al movimiento sindical del país.

      Por su parte la actividad política nacional continua siendo manejada por los conglomerados políticos de la Nueva Mayoría y la alianza por Chile la que busca conformar otro bloque político reagrupando en torno a éste a su disidencia que abandonaron las filas de la UDI y de Renovación Nacional, en vista a las próximas elecciones municipales del próximo año, las parlamentarias y presidenciales del 2017, las que se realizaran de acuerdo a la “nueva” Ley de elecciones y de Partidos Políticos. Ley que permitirá la formación de nuevos partidos políticos al reducir el  número de firmas para su registro en el Servicio Nacional  Electoral, incluso estos pueden ser de  carácter regional, lo que esta llevando a algunos sectores de izquierda extraparlamentaria a plantearse como objetivo de inscribirse para participar en el proceso electoral.

      La izquierda extraparlamentaria integrada  por sectores divergentes que se separaron  del  revisionista Partido Comunista: Movimiento Patriótico Manuel Rodrigué; Frente Patriótico Manuel Rodrigué; Izquierda Autónoma; Comités Comunistas. Además por el PC (AP), por el MIR, por el Partido Igualdad, por trotskistas, guevaristas, anarquistas, etc. etc. etc… Los que se caracterizan por su dispersión  ideológica y orgánica propia de la pequeña burguesía, con una relativa influencias en el movimiento estudiantil y  en algunos sindicatos de la pequeña y mediana industrias y del retéis, y que motivados por el “marxismo bolivariano” (hay que ser bien bruto para plantear esta incongruencia)que busca implantar el “Socialismo del Siglo XXI” en nuestra América del sur, siguiendo la experiencia del chavismo, esperan  que una Asamblea Constituyente apruebe una Constitución democrática que permita hacer los cambios revolucionarios que promueven, mostraron su incapacidad para desarrollar una fuerte campaña contra la corrupción de la clase política burguesa e imponer la realización de una Asamblea Constituyente para cambiar la Constitución del 80. Solo fueron unos observadores más de las disputas entre ambos bloques políticos burgueses.

      El gran ausente del acontecer político nacional ha sido la no existencia del partido del proletariado chileno, el Partido Comunista de los obreros revolucionarios que levante las banderas del Marxismo-Leninismo abandonadas por el viejo y revisionista mal llamado partido “comunista”  de la camarilla de Corvalán y Cìa. Hoy dirigido por la camarilla de los Teillier-Carmona-Gutiérrez. De los años del Partido Comunista Revolucionario (1966-1972) se ha intentado constituirlo, en los 17 años de la dictadura militar fascista no se ha prosperado mucho a pesar que en 1979 nació el grupo Acción Proletaria el que actualmente se proclama ser el partido de la clase obrera, el que en sus 37 años de existencia ha tenido una línea política errática, propia de la ideología pequeña burguesa que sustenta su secretario General Eduardo Aste, cayendo en las posiciones oportunistas de derecha como de ultraizquierda propias del trotskismo como del anarquismo, él que en 2014 ha declarado no ser stalinista, adhiriendo al  revisionismo  coreano  y su ideología Jucheriana, como lo ha declarado personalmente y por escrito, que lo aleja totalmente de su pretensión de ser el gran y eterno Líder de la revolución chilena y del movimiento comunista internacional. Se dicen ser los primeros de plantear la realización de una Asamblea Constituyente auto convocada, sin decir que tipo de Constitución quieren. Últimamente llaman a formar un “Gobierno Patriótico Popular” sin definir quien lo integraría y para que.

      La Organización Comunista Recabarren que surgió en 1987 para promover la fundación de un nuevo Partido Comunista Revolucionario Marxista-Leninista, ha realizado una labor de difusión y defensa  de los principios revolucionaros del Socialismo Científico, dando una enconada lucha ideológica y política contra el revisionismo de derecha como de izquierda. Pero, por nuestras limitaciones orgánicas y de recursos,  no nos ha sido posible  realizar una agitación a nivel nacional tendientes a concientizar al proletariado y demás trabajadores que la realización de una Asamblea Constituyente para cambiar la Constitución del 80, solo se lograra através de una amplia movilización del  pueblo por establecer un gobierno de izquierda el que llamara a la  realización de una asamblea constituyente, la que debe ser la expresión real de poder popular, legitimada por la fuerza del pueblo,  es un paso más en la lucha por el Poder políticos, lo que daría paso a la Revolución democrático popular dirigida por la clase obrera que instaurara junto al campesina y la pequeña burguesía urbana una dictadura democrática revolucionaría que allanara el paso a la dictadura del proletariado, a la construcción del socialismo en Chile. Como ya lo ha planteado la Organización Comunista Recabarren en su Programa Político.

      Es fundamental que el proletariado chileno cuente con su autentico Partido Comunista Marxista-Leninista que lo conduzca en este proceso revolucionario y a la construcción del socialismo en Chile. Que una su lucha contra la explotación capitalista con la lucha por la conquista del Poder político. Hacemos un llamado a todos los sectores revolucionarios a profundizar el estudio del marxismo-leninismo, a aprender de las experiencia de la Revolución Bolchevique y la construcción socialista bajo la dirección de José Stalin, ha desechar las teorías pequeños burguesas como el trotskismo, anarquismo, maoísmo, guevarismo, socialdemócratas del “Socialismo del Siglo XXI y las tesis de revisionistas de los jruchovistas y el jucherismo de los revisionistas coreanos. El llamado es a fundar el autentico Partido Comunista Marxista-Leninista de Chile.

                                                                                                                                                    Julio 2015.V