XIX CONGRESO DEL PARTIDO
COMUNISTA
DE
LA UNIÓN DE
REPUBLICAS SOCIALISTAS
SOVIETICAS
- U R S S.
(
MOSCÚ – OCTUBRE DE
1952 )
ORGANIZACIÓN COMUNISTA
RECABARREN – OCR CHILE
en la web: orcomreca
2011
DISCURSO DEL
CAMARADA STALIN EN EL
XIX CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA DE
LA URSS.
Camaradas:
Permitidme que en nombre de nuestro Congreso exprese nuestra
gratitud a todos los partidos y grupos hermanos, cuyos representantes han
honrado nuestro Congreso con su presencia, lo que han enviado, al mismo,
mensajes de salutación, por sus amistosos saludos, sus votos deseándonos éxito
y su confianza. Para nosotros es especialmente valiosa esta confianza, que
significa la disposición para apoyar a nuestro partido en su lucha por el
futuro luminoso de los pueblos, en su lucha contra la guerra, en su lucha por
el mantenimiento de la paz.
Sería erróneo pensar que nuestro partido por haberse convertido en
una fuerza poderosa, ha dejado de necesitar apoyo. Esto no es cierto. Nuestro
partido y nuestro país siempre han necesitado y necesitaran la confianza, la simpatía
y el apoyo de los pueblos hermanos del extranjero
La particularidad de este apoyo consiste en que todo apoyo a las
aspiraciones pacificas de nuestro partido provenientes de cualquier partido
hermano significa, al mismo tiempo, un apoyo a su propio pueblo en la lucha por
el mantenimiento de la paz. Cuando en 1918-1919, durante la agresión armada de
la burguesía inglesa a
la Unión Soviética, los
obreros ingleses organizaron la lucha contra la guerra, bajo la consigna de
“fuera las manos de Rusia”, este era un apoyo, un apoyo ante todo a la lucha de
su propio pueblo por la paz, y después un apoyo también a
la Unión
Soviética. Cuando el camarada Thorez
o el camarada Togliatti, declaran que sus pueblos no harán la guerra contra los
pueblos de
la Unión Soviética, esto es un
apoyo, un apoyo ante todo a los obreros y campesinos de Francia e Italia, que
luchan por la paz, y después un apoyo también a las aspiraciones pacificas de
la Unión Soviética. Esta
peculiaridad de apoyo mutuo se explica porque los intereses de nuestro partido,
no contradicen, sino que por el contrario, se funden, con los intereses de los
pueblos amantes de la paz. Por lo que se refiere a
la Unión Soviética, sus intereses
son inseparables en absoluto de la causa de la paz en el mundo entero.
Es comprensible que nuestro partido no pueda quedar en deuda con los
partidos hermanos, y que él mismo deba a su vez prestarle su apoyo así como a
sus pueblos en lucha por la liberación, en su lucha por el mantenimiento de la
paz. Como se sabe, así lo hace precisamente. Después de la toma del poder por
nuestro Partido en 1917, y después que el Partido adoptara medidas reales para
liquidar el yugo capitalista y terrateniente, los representantes de los
Partidos hermanos, admirados de la valentía y de los éxitos de nuestro Partido,
le dieron el titulo de “Brigada de choque” del movimiento obrero y
revolucionario mundial. Con ello expresaban la esperanza de que los éxitos de
la “Brigada de Choque” aliviarían la situación de los pueblos atormentados bajo
en yugo del capitalismo. Yo creo que nuestro Partido ha justificado estas
esperanzas, particularmente en el periodo de la segunda guerra mundial, cuando
la Unión Soviética, derrotando la tiranía
fascista alemana y japonesa, libero a los pueblos de Europa y de Asia de la
amenaza de la esclavitud fascista.
Por supuesto, fue muy difícil cumplir esta honrosa misión en tanto
que la “Brigada de choque” era una, la
única, y mientras tuvo que desempeñar casi solo este papel de vanguardia. Pero
esto paso. Ahora la situación es completamente distinta. Ahora, cuando desde
China y Corea, hasta Checoslovaquia y Hungría, han surgido nuevas “Brigadas de
choque” personificadas por los países democráticos-populares, a nuestro partido
es más fácil luchar y cunde más el trabajo.
Merecen una especial atención aquellos Partidos Comunistas, democráticos,
obreros y campesinos que no han llegado todavía al poder, y que continúan
trabajando bajo el talón de las draconianas leyes burguesas. A ellos,
naturalmente, es más difícil trabajar,
como nos fue a nosotros, los comunistas rusos en el periodo del zarismo, cuando
el más pequeño movimiento hacia delante era declarado gravísimo delito. No
obstante, los comunistas rusos se mantuvieron firmes, no se arredraron ante las
dificultades y consiguieron la victoria. Lo mismo ocurrirá con estos Partidos.
¿Por qué, a pesar de todo, no les será tan difícil trabajar a estos
partidos en comparación con los comunistas rusos del periodo zarista?
En primer lugar, porque tienen ante sus ojos, ejemplos tales de
lucha y éxitos, como los que existen en
la Unión Soviética, y en los países
democráticos-populares. Por consiguiente, pueden aprender en las equivocaciones
y en los éxitos de estos países, facilitando así su propio trabajo.
En segundo lugar, porque la propia burguesía -enemiga principal del
movimiento liberador- es otra, ha cambiado mucho, se ha hecho más reaccionaria,
ha perdido los vínculos con el pueblo y con ello, se ha debilitado a si misma.
Se comprende que esta circunstancia debe facilitar también el trabajo de los
partidos revolucionarios y democráticos.
Ante, la burguesía se permitía alardear de liberalismo, defendía las
libertades democráticas-burguesas, creándose así popularidad. Ahora no ha
dejado ni rastro del liberalismo. Ha dejado de existir la llamada “Libertad
individual”, los derechos del individuo son reconocidos ahora exclusivamente a
quienes tienen capital y todos los demás ciudadanos son considerados materia
prima humano, apta únicamente para ser explotada. Ha sido pisoteado el
principio de la igualdad de derechos de los hombres y de las naciones,
habiéndole sustituido el principio de la plenitud de derechos para la minoría
explotadora y de la ausencia de derechos para la mayoría explotada de los
ciudadanos. La bandera de las libertades democráticos-burguesas ha sido
arrojada por la borda. Yo creo que esta bandera tendréis que recogerla vosotros
los representantes de los Partidos Comunistas y democráticos, y llevarla
adelante si queréis reunir en torno vuestro a la mayoría del pueblo. Nadie más
puede recogerla.
Ante la burguesa se consideraba la cabeza de la nación, defendía los
derechos y la independencia de la nación, colocándolos “por encima de todo”.
Ahora no ha quedado ni rastro del “principio nacional”. Ahora, la burguesía
vende los derechos y la independencia de las naciones a cambio de dólares. La
bandera de la independencia nacional y de la soberanía nacional ha sido
arrojada por la borda. No cabe duda que esta bandera, tendréis que recogerla
vosotros, los representantes de los Partidos Comunistas y democráticos, y
llevada adelante, si queréis ser patriotas de vuestro país., si queréis
convertiros en la fuerza dirigente de la nación. Nadie puede recogerla.
Tal es la situación en el momento presente.
Es comprensible que todas estas circunstancias, deben facilitar el
trabajo y los Partidos Comunistas y democráticos que no han llegado todavía al
poder.
Por consiguiente existen todos los fundamentos para confiar en los éxitos
y en la victoria de los partidos hermanos en los países donde domina el capital.
¡Vivan nuestros Partidos hermanos! Deseamos larga vida y mucha salud
a los dirigentes de los Partidos hermanos.
¡Viva la paz entre los pueblos! ¡Abajo los incendiarios de guerra!
Informe de Malenkov al XIX Congreso del Partido Comunista de
la Unión Soviética
I
SITUACIÓN
INTERNACIONAL DE LA
UNIÓN SOVIÉTICA
Camaradas: El periodo transcurrido desde el XVIII Congreso del
Partido está lleno de acontecimientos de importancia histórica-universal.
La segunda guerra mundial conmovió hasta los cimientos la vida de
muchos pueblos y Estados y cambio la faz de la tierra. Preparada por las
fuerzas de la reacción imperialista internacional y desencadenadas en Oriente
por el Japón militarista y en Occidente
por la Alemania hitleriana, la guerra embrollo los cálculos de sus inspiradores y,
gracias a la lucha heroica del pueblo soviético, termino con resultados
imprevistos para los imperialistas.
En lugar de la destrucción o del debilitamiento de
la Unión Soviética, el resultado
ha sido el fortalecimiento de la URSS, ha crecido el
prestigio internacional de
la Unión Soviética. En lugar del
debilitamiento y de la derrota de la democracia, varios países del Centro y del
Sureste de Europa se han desprendido del capitalismo y se ha establecido en
ellos el régimen democrático-popular. En lugar de un sujuzgamiento ulterior de
los pueblos de los países coloniales y dependientes se ha producido un nuevo y
poderoso ascenso de la lucha de liberación nacional en esos países, se ha
agudizado la crisis del sistema colonial del imperialismo. La victoria del gran
pueblo chino ha asestado un duro golpe a todo el sistema imperialista mundial.
Ahora, una tercera parte de la humanidad ha sido arrancada ya del yugo del
imperialismo y liberada de las cadenas de la explotación imperialista.
En el propio mundo capitalista, como resultado de la guerra, tres
grandes Estados –Alemania, el Japón e Italia- no figuran ya entre las grandes
potencias, y Francia e Inglaterra han perdido sus antiguas posiciones.
El periodo de postguerra es un periodo de debilitamiento sucesivo
del sistema capitalista mundial y de crecimiento de las fuerzas de la
democracia y del socialismo.
En el terreno económico los años de postguerra han sido años de
acumulación de nuevas dificultades económicas en los países capitalistas, de
expansión creciente del imperialismo yanqui y de agravación, con este motivo,
de las contradicciones entre los países capitalistas. Estas contradicciones se
han visto exacerbadas por los intentos del círculo imperialista de encontrar
salida a las dificultades económicas en el camino de la militarización de la economía
y de la preparación de una nueva guerra.
En el terreno político, el periodo de postguerra se ha destacado por
la formación de dos campos; el campo agresivo y antidemocrático, encabezado por
los EE.UU., y el campo amante de la paz y democrático. Durante este tiempo, en
el mundo capitalista se ha formado un nuevo centro de la reacción y de la
agresión, personificado por los EE.UU., de donde parte ahora la principal
amenaza a la causa de la paz, a la causa de la libertad y de la independencia
nacional de los pueblos. Ante este peligro, las fuerzas amantes de la paz se
han alzado en todos los países a la lucha decidida en defensa de la paz y de la
independencia nacional de los países.
En el periodo de postguerra
la Unión Soviética ha continuado
su avance, interrumpido a causa de la conflagración, por el camino que marco el
XVIII Congreso del Partido, por el camino del desarrollo pacifico y del paso gradual
del socialismo al comunismo. Los años de postguerra han sido años de grandes
realizaciones en la industria y en el transporte, en la agricultura, en todas
las ramas de la ciencia, de la cultura y del arte. A la vez, han sido años de
consolidación sucesivos del régimen soviético, de fortalecimiento de la unidad
moral y política de la sociedad soviética y de la amistad entre los pueblos de
nuestro país.
Durante todos estos años,
la Unión Soviética ha librado una
lucha activa por el mantenimiento y la consolidación de la paz en el mundo entero.
Examinemos las cuestiones fundamentales de la situación
internacional.
1.-
EL DEBILITAMIENTO ULTERIOR DEL SISTEMA CAPITALISTA
MUNDIAL Y
LA
SITUACIÓN ECONÓMICA
DE LOS PAÍSES
CAPITALISTAS
El cuadro general de la situación económica mundial se caracteriza
en los momentos actuales por la existencia de dos líneas de desarrollo.
Una línea es la del ascenso ininterrumpido de la economía de paz en
la Unión Soviética y en los países
de democracia popular, economía que no conoce las crisis y que se desarrolla
con el objetivo de asegurar la satisfacción máxima de las necesidades
materiales y culturales de la sociedad. Esta economía garantiza la elevación sistemática
del nivel de vida de las masas populares y la ocupación completa de la mano de
obra. Para esta economía es característica la colaboración económica amistosa
de los países que forman el campo democrático.
La otra línea es la de la economía del capitalismo, cuyas fuerzas
productivas se hallan estancadas, economía que se debate en las garras de la
crisis general del capitalismo, cada vez más profunda, y de las económicas que
se repiten constantemente, es la línea de la militarización de la economía y
del desarrollo unilateral de las ramas de producción que trabajan para la
guerra, la línea de la lucha de competencia entre los países y de la
esclavización de unos países por otros. Semejante situación se crea a
consecuencia de que esta economía se desarrolla no en provecho de la sociedad,
sino para asegurar el beneficio máximo a los capitalistas mediante la
explotación, la ruina y la depauperación de la mayoría de la población del país
respectivo, mediante el sojuzgamiento y el saqueo sistemático de los pueblos de
otros países, sobre todo de los países atrasados, y, por último, mediante las
guerras y la militarización de la economía nacional.
El desarrollo de la producción en
la URSS y en los países capitalistas se caracteriza por los datos
siguientes:
CRECIMIENTO DE
LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL EN LA
URSS
Y EN LOS PAÍSES CAPITALISTAS DE 1929 A 1951
(en tanto por 100 respecto de
1929)
1929 1939
1943 1946 1947
1948 1949 1950
1951
URSS ………. 100
552 573 466
571 721 870 1082 1266
EE.UU. …….. 100
99 217 155 170
175 160 182 200
Inglaterra…… 100
123 no se han 112
121 135 144 157 160
Francia……… 100
80 publicado 63
74 85 92
92 104
Italia………… 100 108
datos 72 93 97 103 118 134
A través de este cuadro se ve que el volumen de la producción
industrial de la
URSS en 1951 representaba el 1.266%
con relación a 1929, es decir, aumento durante ese periodo casi el 13 veces, en
el periodo de postguerra, lo mismo que antes de la guerra, la industria
soviética marcha sin cesar en línea ascendente, sobre la base del desarrollo de
la producción civil.
A través de este cuadro se ve asimismo que en los Estadios Unidos de
América la producción industrial se estanco en el periodo comprendido entre
1929 y 1939; después se elevo únicamente a costa de un aumento brusco de la
producción bélica durante la segunda guerra mundial más tarde se redujo de modo
considerable y volvió a crecer solamente como resultado del desarrollo de la
guerra contra el pueblo coreano y del paso a la intensa carrera armamentista, duplicándose
con este motivo en 1951, en comparación con 1929.
Durante este mismo periodo, la producción industrial de Inglaterra
creció solamente en el 60 por ciento, y en una serie de otros países
capitalistas de Europa Occidental la producción continua estancada en torno al
nivel de 1929.
En los países europeos de democracia popular, a pesar de que
sufrieron a causa de la guerra considerablemente más que los países
capitalistas de Europa Occidental, fue rebasado en 1951 el nivel de anteguerra
de la producción industrial: en Polonia, en 2,9 veces; en Checoslovaquia, en
1,7 veces; en Hungría, en 2,5 veces; en Rumania, en 1,9 veces; en Bulgaria, en
4,6 veces, y en Albania, en más de 5 veces. En estos países tiene lugar también
un ascenso continuo de la agricultura; se desarrolla con especial rapidez la
producción de los cultivos industriales y se han obtenido notables progresos en
la ganadería.
La Republica Democrática Alemana
cuenta con grandes éxitos en el desarrollo de su economía. Hacia 1952, la
producción industrial de la Republica no sólo fue
restablecida, sino que rebasó en el 36% el nivel de anteguerra; en 1951, el
volumen de la producción industrial fue 2,4 veces superior a 1946; crecen de
año en año la siderurgia, la construcción de maquinarias, la industria química
y la producción de energía eléctrica. La agricultura ha sobrepasado el nivel de
anteguerra tanto por las proporciones de las superficies de cultivo como el
rendimiento.
Se desarrolla con rapidez la economía de
la Republica Popular China. El pueblo chino trabaja con enorme entusiasmo y liquida con
éxito las duras consecuencias de la desvastadota guerra que sostuvo durante
muchos años contra los invasores japoneses y la reacción del Kuomintang. Desde
la instauración del Poder democrático-popular, el desarrollo industrial de
China se realiza con ritmo rápido: en 1951, el volumen de la producción
industrial creció en más del doble con relación a 1949; se ha restablecido el
transporte ferroviario. Se construyen a ritmo acelerado nuevos ferrocarriles.
Como resultado de la gran reforma agraria realizada por el Gobierno popular de
China se han logrado grandes éxitos en la agricultura: en 1951, la producción
de cereales represento el 128 por ciento respecto a 1949 y la de algodón, el
252 por ciento. Mientras en la vieja China las finanzas del país estaban
completamente desorganizadas y la inflación alcanzaba proporciones enormes el
Gobierno popular de China ha fortalecido la economía financiera y ha asegurado
la estabilidad de la moneda.
En
la Republica Democrática Popular de
Corea, después de su liberación del yugo de los colonizadores japoneses se
consiguió un gran ascenso económico. En 1949 el volumen de la producción
industrial aumento ya en 4 veces con relación a 1946. En el campo, después de
realizada la reforma agraria por el Gobierno democrático popular, las
superficies de siembra se ampliaron casi en el 25% y creció considerablemente
el rendimiento de todos los cultivos agrícolas. La agresión de los
imperialistas yanquis interrumpió el pacifico trabajo creador de las masas
populares de
la Republica Democrática Popular de
Corea. Las tropas norteamericanas y otras que operan bajo la bandera de
la ONU destruyen bárbaramente las ciudades y los pueblos pacíficos de
Corea del Norte, su industria y su agricultura.
Ha alcanzado grandes éxitos en el desarrollo de su economía
la Republica Popular de Mongolia. Años tras años crece y se fortalece la economía
nacional de la
Republica, mejora el bienestar
material y crece la cultura del pueblo mongol. La rama fundamental de la economía
del país, la ganadería, se eleva incesantemente; desde la fundación de la
republica, el número de cabezas de ganado ha aumentado en 2,5 veces; todo el
ganado pertenece hoy a los campesinos trabajadores. En el último decenio, la
producción de la industria del Estado y de las cooperativas ha crecido casi el
triple.
Todos los datos que caracterizan el desarrollo de la producción en
los países capitalistas y en los países del campo democráticos atestigua que,
por su ritmo, la producción industrial de los países capitalistas incluida la
de los EE.UU. se rezaga considerablemente del ritmo de desarrollo de la
industria de la
URSS y de los países de democracia
popular.
De estos datos se deduce, que la producción industrial de los países
capitalistas se ha elevado un tanto únicamente con motivo de los preparativos
de guerra y de los suministros a la maquina bélica en el periodo de guerra.
La segunda guerra mundial no sólo no ha eliminado las
contradicciones económicas y políticas del capitalismo, sino que, por el
contrario, las ha agravado más aún, ha sacudido la economía de los países
capitalistas y ha profundizado la crisis general del sistema capitalista
mundial. La segunda guerra mundial no ha justificado las esperanzas de la gran
burguesía de los Estados imperialistas. Cada uno de los dos grupos capitalistas
que lucharon entre si en el periodo de la guerra, esperaba, mediante el empleo
de la fuerza armada, efectuar un nuevo reparto del mundo, apoderarse de nuevas Fuentes
de materias primas, ampliar los mercados de venta para sus mercaderías, es
decir, reforzar su propia situación económica a expensas de sus adversarios y
conseguir la dominación mundial.
Pero estos cálculos han resultado fallidos. Aunque Alemania y el
Japón quedaron fuera de combate como competidores fundamentales de los tres países
capitalistas principales –los EE.UU Inglaterra y Francia- y estos países,
especialmente los EE.UU., esperaban sen relación con ello elevar la producción
en sus países en cuatro o cinco veces, todas estas esperanzas han sufrido un
fracaso estrepitoso. Por añadidura, del sistema capitalista se han desprendido
China y los países democráticos populares de Europa, formando junto con
la Unión Soviética el campo unido
y poderoso de la paz y de la democracia, opuesto al campo del imperialismo.
Como señala el camarada Stalin, el resultado económico de la
formación de los dos campos opuestos ha sido la disgregación del mercado
mundial único y omnímodo y la formación de dos mercados mundiales paralelos. el
mercado de los países del campo pacifico
y democrático y el mercado de los países del campo agresivo e imperialista. La
disgregación del mercado mundial único es el resultado económico más importante
de la segunda guerra mundial y de sus consecuencias económicas.
Los dos mercados mundiales se desarrollan en direcciones opuestas. El
nuevo, el mercado mundial democrático, desconoce las dificultades de venta, ya
que su capacidad aumenta de año en año en consonancia con el crecimiento de la
producción en los países del campo de la democracia –crecimiento sin crisis-,
ya que el incremento incesante de la producción de todos los países del campo
democrático amplia cada vez más la capacidad del mercado democrático. Por otra
parte, existe otro mercado, el mercado mundial imperialista, no ligado a
la URSS ni a los demás países democráticos, a causa de lo cual es un
mercado restringido y que sufre dificultades de venta como consecuencia de las
interrupciones y de las crisis en la producción, como consecuencia del paro
forzoso y de la depauperación de las masas, como consecuencia de estar aislado
de los países democráticos. Es preciso, además tener en cuenta que, como
resultado de la disgregación del mercado mundial único, se ha reducido
gravemente la esfera de aplicación de las fuerzas de los principales países
capitalistas (EE.UU., Inglaterra y Francia) para la utilización de los recursos
mundiales, debido a lo cual el mercado capitalista mundial se contrae cada vez
más, y las condición es de venta de mercancías en ese mercado ha empeorado y
continua empeorando.
Los Estados capitalistas han salido de la segunda guerra mundial con
resultados desiguales para ellos, lo que ha introducido cambios esenciales en
las relaciones económicas entre estos países. Después de las largas operaciones
militares, de las perdidas humanas y de los perjuicios materiales sufridos, la economía
de muchos de los antiguos pises beligerantes se vio fuertemente quebrantada.
Esto se refiere, en primer lugar, a Alemania, Italia y Japón. Sufrieron también
grandes daños Francia, Holanda, Bélgica y algunos otros países. Se ha
debilitado muy considerablemente Inglaterra.
Los Estados Unidos de América se han enriquecido con la guerra, los
multimillonarios yanquis han reforzado sus posiciones económicas. Sin embargo,
los EE.UU. no han conseguido, a pesar de todo el dominio del capital
norteamericano sobre el mercado mundial. Los EE.UU. esperaban cuadruplicar o
quintuplicar su producción una vez puesto fuera de combate Alemania y el Japón.
Pero sólo han elevado su producción al doble y actualmente ruedan hacia abajo,
hacia la crisis económica. Es un hecho que en los EE.UU. existen hoy no menos
de tres millones de parados totales y un número mayor aún de parados parciales.
Las huelgas de masas de los obreros complican todavía más los asuntos de lo multimillonarios
yanquis. Y esto ocurre porque la industria de los EE.UU., por culpa de los círculos
gobernantes de Norte América, se ha visto privada de mercados como
la URSS, China y de países democráticos populares europeos.
Actualmente el imperialismo norteamericano actúa no sólo como un
explotador y sojuzgador internacional de los pueblos, sino también como una
fuerza que desorganiza la economía de los demás paises capitalistas. Aprovechándose
del debilitamiento de sus competidores, el capital monopolista de los EE.UU. se
ha apoderado después de la guerra de una parte considerable del mercado
capitalista mundial. Destruye los lazos económicos multilaterales que se habían
formado en el curso de la historia entre los paise capitalistas, reemplazándolos
por lazos unilaterales de estos países con los EE.UU.. Forzando su exportación
mediante el dumping más desvergonzado y protegiendo, al mismo tiempo, su
mercado interior contra la importación de mercancías extranjeras, a causa de lo
cual el pueblo norteamericano sufre la asfixia de los altos precios, los
monopolios yanquis desorganizan cada vez más el mercado capitalista mundial. El
imperialismo yanqui priva a los países de Europa Occidental de la posibilidad
de obtener productos alimenticios en los mercados anteriores de Europa
oriental, adonde los países de Europa Occidental han exportado siempre gran
cantidad de artículos industriales a cambio de comestibles y materias primas.
Semejante política económica del imperialismo yanqui tenia que
provocar forzosamente una agudización de las contradicciones entre los Estados
Unidos y los demás Estados capitalistas. Las principales siguen siendo las
contradicciones entre EE.UU. e Inglaterra. Estas contradicciones adquieren la
forma de una lucha abierta de los monopolios norteamericanos e ingleses por las
fuentes de petróleo, caucho, metales no ferrosos y raros, azufre y lana y por
los mercados de venta de sus mercancías,
A esto es preciso agregar las contradicciones, muy serias, entre los
EE.UU. y el Japón, entre los EE.UU. e Italia y entre los EE.UU. y Alemania
Occidental, que viven bajo el yugo de la ocupación de los dictadores de los
EE.UU. Seria ingenuo impensar que estos países vencidos accederán a vivir por
tiempo indefinido bajo la planta de los ocupantes norteamericanos. Seria entupido
pensar que no intentaran de uno u otro modo sacudirse la opresión de los EE.UU.
para vivir una vida libre e independiente.
A medida que el capitalismo yanqui, al socaire de la “ayuda” y por
medio de la concesión de créditos, penetra en la economía de Inglaterra,
Francia e Italia y se apodera de las materias primas y de los mercados de venta
en las colonias inglesas y francesas, las contradicciones entre los EE.UU. e
Inglaterra y entre los EE.UU. y Francia se agudizan y ha de agudizarse más aún.
Inglaterra y, tras ella, Francia y otros países capitalistas tratan de librarse
de la subordinación a los EE.UU. para asegurase una situación independiente y
elevadas ganancias. Ya ahora se desarrolla una lucha tenaz por parte de los capitalistas
de Inglaterra contra la preponderancia norteamericana en el comercio
internacional.
Las dificultades económicas que alcanzan a los países capitalistas
después de la guerra se han agravado porque los propios imperialistas se han cerrado
al acceso al mercado democrático mundial. Los Estados Unidos de América han reducido
casi a cero el comercio con
la Unión Soviética y con los países
europeos de democracia popular y han suspendido el comercio con China. De hecho
han prohibido no sólo a los países vencidos (Japón, Alemania Occidental,
Italia) sino también a Inglaterra, Francia, Holanda, Dinamarca, Noruega,
Bélgica y otros Estados capitalistas vender y compra mercancías en el mercado
de los países del campo democrático. El intercambio de mercancías de los EE.UU.
con los países que hoy forman parte del campo democrático se ha reducido en
1951 en 10 veces con respecto a 1937; el intercambio de mercancías de
Inglaterra con estos países se ha reducido a 6 veces, y el de Francia en más de
4 veces.
Los EE.UU. e Inglaterra, juntamente con Francia, al someter al
“bloqueo” económico a la URSS, a China y a los
países democráticos populares europeos, pensaban con ello asfixiarlos. Pero en
la práctica se ha producido no la asfixia, sino el fortalecimiento del nuevo
mercado mundial democrático. De esta forma, los imperialistas han asestado un
serio golpe a su propia exportación y han exacerbado más aún las
contradicciones entre las posibilidades de producción de sus industrias y las
posibilidades de venta de su producción.
Todo esto significa que en la economía capitalista han surgido
contradicciones todavía más profundas y que el sistema mundial de la economía
capitalista en su conjunto se ha restringido y
debilitado considerablemente, haciéndose aun más inestable que antes de
la guerra.
Los capitalista de los EE.UU., comprendiendo la existencia de estas
dificultades económicas, trataba de compensarlas con la guerra en Corea, con la
carrera armamentista y con la militarización de la industria.
Al desencadenar la guerra reaccionaria contra el pueblo coreano y
atizar la histeria bélica contra el campo democrático, los imperialistas de los
EE.UU., Inglaterra y Francia han encarrilado la economía por los causes de
guerra y han intensificado en enormes proporciones la militarización de la económica
y la carrera armamentista en sus países. En la actualidad, una parte cada vez
mayor de la producción industrial de estos pises es utilizada para el
equipamiento bélico. Los pedidos militares desempeñan un papel decidido en las ramas fundamentales de la industria de
los EE.UU. y de los países capitalistas. En los presupuestos de los Estados
capitalistas se eleva sin cesar el peso específico de los gastos directos e indirectos para la carrera armamentito. Los
gastos militares directos han crecido en los EE.UU. de 1.000 millones de
dólares en el año presupuestario de 1937-1938, a 58.200 millones de dólares en 1952-1953, y hoy representan el 74%
de todo el presupuesto de los EE.UU., mientras que en 1937-1938 sus gastos
militares constituían el 14% del presupuesto: en Inglaterra, estos gastos se ha
elevado, respectivamente, de 1976 millones de libras esterlinas a 1.634
millones y representan ahora el 34% de todo el presupuesto frente al 17% en el
periodo de anteguerra; en Francia, los gastos militares equivalen
actualmente a casi el 40% del
presupuesto.
Este crecimiento inaudito de los gastos militares lleva a un aumento
incesante de los impuestos y a la ampliación de las emisiones inflacionista del
papel-moneda. Continúa agravándose el brusco debilitamiento de todo el sistema
financiero de los países capitalistas, consecuencia de la guerra y de la política
de los círculos gobernantes de los EE.UU. La desvalorización de la moneda ha
alcanzado proporciones inusitadas. Según datos oficiales, evidentemente
falsificados, la capacidad adquisitiva del dólar represento en 1951, en
comparación con 1939 no mas del 43%: la de la libra esterlina, el 32%, la del
franco francés, el 3,8%, y la lira italiana, menos del 2%.
El paso a la economía de guerra ha permitido a los EE.UU. y a otros países
capitalistas elevar por algún tiempo el nivel de producción industrial. Sobre
esta base, los economistas burgueses tratan de demostrar que los grandes
pedidos militares pueden mantener indefinidamente el alto nivel de “actividad
en los precios”. Sin embargo, la realidad echa por tierra estas afirmaciones. Ahora
en el tercer año de militarización singularmente intensa de la economía
capitalista, son cada vez más evidentes sus nefastas consecuencias, Llevando a
una reanimación temporal de la coyuntura, los factores de orden
milita-inflacionista han engendrado un desarrollo unilateral, milita, de la
economía de los países capitalistas. Una parte cada vez mayor de la producción
acabada y de las materias primas es absorbida por el consumo milita
improductivo o congelada bajo la forma de enormes reserva estratégicas. Al
mismo tiempo, la militarización de la economía hace que se extraigan recursos
de la población mediante el aumento de los impuestos. Todo esto convierte el presupuesto
de los países capitalistas en un medio de saqueo al pueblo por los
multimillonarios, desminuye considerablemente el poder adquisitivo de la
población, deduce la demanda de productos industriales y agrícolas, acarrea una
violenta contracción de la producción civil y crea las condiciones para el
comienzo de una brusca crisis económica.
La militarización de la economía nacional no elimina, sino que, por
el contrario. Ahonda la desproporción entre las posibilidades de producción y
la demanda solvente de la población, demanda cada vez menor y que la camarilla
gobernante de los países capitalistas reduce a un mínimo extremo, lo que
origina una creciente disminución de la capacidad del mercado capitalista. Por
tanto, el aumento desorbitado de la producción bélica conduce inevitablemente
al crecimiento de una nueva y profunda
crisis económica.
La carrera armamentista representa una carga especialmente pesada
para la economía de los países satélites de Estados Unidos de América. Al
desencadenarse la guerra en Corea, los EE.UU. han intensificado su presión
sobre los Estados de Europa Occidental, exigiendo de ellos que encarrilen con
creciente plenitud la industria por los cauces de la guerra y destinen
asignaciones desmesurada a la preparación de la guerra, privando a las ramas
civiles de la producción de estos países de las materias primas y de los
materiales necesarios. El imperialismo yanqui se ha quitado definitivamente la
mascara de “restaurador” de la economía de los países capitalistas. La “ayuda”
norteamericana se concede ahora únicamente para armamentos, para la preparación
de una nueva guerra. La carrera armamentista que realizan bajo el dictado de
los monopolios yanquis los gobernantes de Inglaterra, Francia, Italia, Alemania
Occidental, Bélgica, Noruega y otros países capitalistas arruina la economía de
estos países y los empuja a la catástrofe.
Subordinando a su poder el Estado burgués y dictándole la política
de preparación de una nueva guerra y de carrera armamentista, los
multimillonarios obtienen hoy colosales beneficios. La carrera de los
armamentos se ha convertido para los multimillonarios, y sen primer término
para los monopolios, para los multimillonarios de los EE.UU., en fuente de
enriquecimiento inusitado. Incluso según datos oficiales desminuidos, los
beneficios de los monopolios capitalistas de los EE.UU., que en 1938 fueron de
3.300 millones de dólares, aumentaron en 1951 a 42.900 millones de dólares, es decir, se incrementaron en 13 veces.
Obtiene enormes ganancias los potentados monopolistas ingleses, así como los
monopolios capitalistas de Francia, Italia, el Japón y otros países, a pesar de
que la economía de esos países atraviesa un asestado de prolongado
estancamiento.
A la vez la militarización ha llevado a un brusco empeoramiento de
las condiciones de vida de las masas populares. El aumento de los impuestos, el
alza de los precio de los artículos de amplio consumo y la inflación han
acentuado la depauperación relativa y absoluta de los trabajadores. En los
Estados Unido de América, los impuestos director percibidos de la población en
el presente año presupuestario han crecido en más de 12 veces en comparación
con el año fiscal de 1937-1938, incluso teniendo en cuenta la desvalorización
de la moneda. En los países de Europa Occidental, donde ya antes de la segunda
guerra mundial era muy considerable la carga de los impuestos, éstos han
aumentado respectivamente: en Inglaterra, en el doble; en Francia, en 2,6
veces, y en Italia, en vez y media.
Incluso los índices oficiales, evidentemente aminorados, del costo
de la vida y de los precios al por menor testimonian el aumento incesantes de
la carestía de la vida, que se ha acentuado en particular después de la
agresión yanqui a Corea. En estas condiciones, la política de “congelación” de
los salarios, aplicada por los capitalistas con el apoyo de los socialistas de
derecha y los líderes sindicales reaccionarios, ha conducido a una gran
reducción del salario de los obreros y
empleados. En Francia e Italia, el salario real de los obreros en 1952
representaba menos de la mitad del de antes de la guerra al de anteguerra. En
los EE.UU., según datos del Sindicatos de Electricistas, el coste de la vida
casi se ha triplicado en comparación con 1939. A pesar del crecimiento de la producción bélica, en los países
capitalistas aumenta el numero de parados totales y parciales. En Italia y en
Alemania Occidental, el paro forzoso es superior al de los años más duros de la
crisis económica mundial de 1929-1933: en Italia se cuenta más de dos millones
de parados totales y un numero todavía mayor de parados parciales; en Alemania
Occidental hay cerca de tres millones de parados totales y parciales. En el
Japón carecen de trabajo total o parcialmente casi 10 millones de personas. En
los EE.UU. existen no menos de tres millones de parados totales y 10 millones
de parados parciales. Crece el paro forzoso en Inglaterra, afectando ya a más
de medio millón de personas. En un país tan pequeño como Bélgica hay más de
300.000 parados.
El empeoramiento progresivo de la situación material de vastas capas
de la población, determinado por la carrera armamentista, conduce al aumento
continuo del descontento de las masas populares y al reforzamiento de sus
luchas contra el descenso del nivel de vida y contra toda la política de
preparación de una nueva guerra. Las contradicciones de clase entre la
burguesía imperialista, de una parte, y la clase obrera y todos los
trabajadores, de otra parte, se agudizan fuertemente. La ola del movimiento huelguístico
se extiende con plenitud cada vez mayor
por todo el mundo capitalista.
La situación del sistema capitalista mundial se complica en la
actualidad porque, como resultado de la guerra y del nuevo ascenso de la lucha
de liberación nacional en los países coloniales y dependientes, se esta
desmoronando de hecho el sistema colonial de imperialismo.
Un resultado directo de la derrota de
la Alemania fascista y del Japón imperialista ha sido la ruptura del frente del
imperialismo en China, Corea y Viet-Nam, donde en lugar de las semicolonias y
colonias han surgido Republicas populares. La victoria del pueblo chino ha
revolucionado más aún el Oriente y ha contribuido al auge de la lucha
liberadora de los pueblos oprimidos por el imperialismo.
En el periodo de postguerra las contradicciones entre la metrópolis
y las colonias han crecido todavía más Inglaterra, Francia, Bélgica y otras
potencias coloniales tratan de compensar a costa de las colonias las cargas que
les imponen la militarización de la economía y la expansión de los Estados
Unidos. Al mismo tiempo, los imperialistas yanqui penetran en las colonias y
esferas de influencia de estas potencias coloniales y conquistan allí
posiciones para sí, intensificando la explotación de los pueblos de los países
coloniales y dependientes. En el curso de esta lucha, los invasores yanqui
inspiran complots contra sus “aliados” ingleses y franceses, contribuyendo con
su acción a agravar más la crisis del sistema colonial del imperialismo. El
territorio de muchos países coloniales y dependientes (Egipto, Irán, Siria,
Marruecos, Túnez y otros) es utilizado para bases militares y su población está
siendo preparada para desempeñar el papel de “carne de cañon” en una guerra
futura.
Como resultado de la prolongada opresión imperialista y de la existencia
de reminiscencias feudales, la economía de los países coloniales y
dependientes, particularmente la agricultura, se halla en estado de decadencia.
En la India, Indonesia, Irán y en los países de África decenas de millones de
seres viven en condiciones de hambre permanente y un enorme número de personas
ha muerto de inanición. La explotación rapaz de los países coloniales y
dependientes por las potencias imperialistas hace que el desarrollo de las
fuerzas productivas en esos países se detenga, la capacidad adquisitiva de la
población se encuentra a un nivel extremadamente bajo y los mercados de venta
para la producción industrias se contraigan. Todo esta constituye un pesado
lastre que hace descender la economía del mundo capitalista, intensificando las
contradicciones internas del sistema capitalista mundial en su conjunto.
Los pueblos de los países coloniales y dependientes oponen una
resistencia cada vez más enérgica a los esclavizadotes imperialistas.
Testimonio de la creciente amplitud del movimiento de liberación nacional es la
lucha de los pueblos de Viet-Nam, Birmania, Malacia, Filipinas e Indonesia y el
incremento de la resistencia nacional en
la India, Irán, Egipto y otros países.
2.-
AGRAVACIÓN DE
LA SITUACIÓN
INTERNACIONAL. AMENAZA DE UNA NUEVA GUERRA POR PARTE DEL BLOQUE
YANQUI- BRITÁNICO.
LA
LUCHA DE
LOS PUEBLOS POR LA
PAZ .
También en el dominio de las relaciones internacionales, la
actividad de los círculos gobernantes de los Estados Unidos de América Inglaterra
y Francia se ha desarrollado en el periodo de postguerra bajo el signo de la
preparación de una nueva guerra.
Casi inmediatamente después de terminada la segunda guerra mundial,
los Estados Unidos de América renunciaron el rumbo político coordinado que había
sido seguido por los aliados de los tiempos de guerra y que fue refrendado en
los acuerdo de la Conferencias de las
potencias en Teherán, Yalta y Potsdam. Con toda una serie de actos agresivos,
los EE.UU. han agravado la situación internacional, poniendo al mundo ante el
peligro de una nueva guerra.
Los gobernantes de los EE.UU. han formulado con bastante franqueza
los fines de su rumbo agresivo. Ya en 1945, inmediatamente después de ocupar el
puesto de Presidente de los Estados Unidos, Truman declaro que “la victoria había
colocado al pueblo norteamericano ante la necesidad permanente y aguda de
dirigir el mundo”. Posteriormente, Truman y otros políticos yanquis han
expresado reiteradas veces las pretensiones a la “dirección del mundo”. Esta línea,
orientada a la conquista de la dominación mundial y al sojuzgamiento de todos
los demás países, es el lemotiv de toda la política de camarilla imperialista
yanqui.
Los capitostes de los EE.UU. sabían, naturalmente, que no es posible
conseguir por vía pacifica el dominio sobre otras naciones. Sabían por la
experiencia de los hitlerianos, que también trataron de lograr el dominio sobre
otros países, que ni siquiera se puede soñar con la dominación mundial sin
recurrir a la fuerza, sin desencadenar una nueva guerra. Y decidieron violar la
paz, preparar una nueva guerra. Y como
la URSS en el adversario principal
de una nueva guerra, el baluarte fundamental de la paz, los jerifaltes de los
EE.UU. llegaron a la conclusión de que es preciso desencadenar la guerra contra
la URSS y contra los demás partidarios de la paz. Así se formo el agresivo
Bloque Noratlantico, amalgamado sin conocimiento de
la URSS a espaldas de ella. Y para ocultar al pueblo los fines agresivos de
este bloque y engañarle lo declararon bloque “defensivo” contra “el comunismo”,
contra la Unión Soviética, que,
supuestamente, tiene la intención de agredir a los EE.UU., a Inglaterra, a
Francia y a otros miembros del bloque.
Para este mismo fin criminal se instalan bases militares
norteamericanas en diferentes países situados en las proximidades de las
fronteras soviéticas.
Para este mismo fin criminal, los círculos gobernantes de los EE.UU.
remilitarizan Alemania Occidental y el Japón.
Al realizar la remilitación de Alemania Occidental y del Japón, los círculos
gobernantes de los EE.UU. y sus partidarios restablecen a la vista de todo el
mundo los dos focos de la segunda guerra mundial, para liquidar los cuales
derramaron su sangre los pueblos en esta guerra.
La agresión de los EE.UU. a
la Republica Democrática Popular de
Corea significo el paso del bloque yanqui británico de la preparación de la
guerra agresiva a los actos directos de agresión. El pueblo coreano, que en estrecha
alianza con los valientes voluntarios chinos defienden heroicamente la libertad
y la independencia de su patria y opone resistencia a los perturbadores de la
paz, despierta la calurosa simpatía de toda la humanidad democrática y amante
de la paz. (Tempestuosos aplausos.)
En el momento presente, la situación internacional en su conjunto
tiene una serie de rasgos y peculiaridades específico entre los que es necesario
destacar los siguientes.
La potencia agresiva principal –los Estados Unidos de América-
empuja intensamente hacia la guerra a otros países capitalistas, ante todo a
los que forman parte del Bloque Noratlantico así como a los países vencidos en
la segunda guerra mundial: Alemania Occidental, Italia y el Japón. Los
cabecillas yanquis establecen por todos los componentes del bloque los fines de
la guerra, los itinerarios y las fuerzas que deben participar en ella y deciden
los demás problemas de la preparación de la guerra, dictando su voluntad.
Los gobernantes de los EE.UU. declaran que se inspiran, según ellos,
en ideales como la creación de una “comunidad de países libres”. Dicen a cada
paso que los EE.UU., Inglaterra, Francia, Turquía y Grecia representan la
“comunidad de países libres”, mientras que
la URSS y las Republicas democrático-populares son, supuestamente, países
“privados de libertad”. Nosotros comprendemos esto en el sentido de que en los
EE.UU., Inglaterra, Francia, Turquía y otos países capitalistas existe, en efecto, “libertad, pero no libertades
popular, sino libertad de explotar y de saquear al pueblo. Por lo que se
refiere a la URSS y a los países democrático-populares, aquí no existe en efecto, esa
“libertad”, ya que en estos paises ha sido liquidada hace mucho la libertad de
explotar y de saquear a los trabajadores. (Aplausos) He ahí de qué se
vanaglorian, por lo visto, los voceros del “modo de vida norteamericano”.
En realidad la política de los EE.UU. respecto a sus “amigos”
capitalistas de Europa Occidental y otros no es una política democrática, sino
imperialista, Bajo la bandera del “anticomunismo” y de la “defensa de la libertad” tiene lugar la
subordinación efectiva a los EE.UU. y el saqueo de viejos Estados burgueses,
formados hace mucho tiempo, y de sus colonias, Los imperialistas
norteamericanos, como Hitler en el pasado, necesitan la cortina de humo de la
“lucha contra el comunismo” para apartar la atención de sus verdaderas
intenciones de rapiña. Al aplicar la política imperialista con relación a
Inglaterra, Francia y otros países capitalistas, los Estados Unidos de América
tienen al mismo tiempo expresándonos con delicadeza, la inmodestia de
presentarse como amigo sincero de estos países. ¡Vaya un amigo! Se ha montado
sobre sus socios menores, los saquea, los sojuzga, los fustiga a diestro y
siniestro y le dice:”Seamos amigos”, lo que en boca de los potentados yanquis
significa: llevadme primero vosotros, que yo os llevare después. (Risas en la
sala)
Inglaterra, Francia, Holanda, Bélgica y Noruega, Estados
capitalistas libres en otro tiempo, renuncian a su política nacional para
seguir la política dictada por los imperialistas norteamericanos y entregan sus
territorios para la creación en ellos de bases y plazos de armas de los
yanquis, exponiendo así a sus propios paises a los golpes en el caso de
operaciones militares.
Para complacer a los EE.UU. conciertan alianzas y bloques dirigidos
contra los intereses nacionales de sus Estados. Ejemplo palmario de esto son
los actos de los círculos gobernantes de Francia que ayudan con sus propias
manos a restablecer el secular enemigo jurado de Francia: el militarismo germano.
Las personalidades inglesas, tanto conservadoras como laboristas, se han
impuesto para largo tiempo el papel de socios menores de los EE.UU.,
obligándose con ello a realizar no su política nacional, sino la política
norteamericana. El pueblo ingles sufre ya duramente las consecuencias de esta
política y el imperio británico se desgarra por todas las junturas.
Y mientras tanto, los órganos de propaganda ingleses repiten que son
los comunistas quienes destruyen el Imperio británico. Pero los círculos
gobernantes del Imperio británico no pueden dejar de ver los hechos evidentes,
los cuales testimonian que las posiciones imperialistas británicas son ocupadas
no por los comunistas, sino por los multimillonarios yanquis.
¿Son acaso los comunistas, y no los multimillonarios yanquis,
quienes se han apoderado del Canadá, se están apoderando de Australia y Nueva
Zelanda, desplazan a Inglaterra de la zona del Canal de Suez y de los mercados
de América Latina y del Oriente Cercano y Medio y se adueñan de las zonas petrolíferas
que posee Inglaterra?
Los hechos indican que ningún enemigo de Inglaterra le ha asestado
tan duro golpes y le ha arrebatado una
parte tras otra del imperio como lo esta haciendo su “amigo” norteamericano.
Este “amigo” forma parte del mismo bloque que Inglaterra y utiliza la tierra
inglesa como base aérea, colocándola así en una situación difícil, y yo diría
que peligrosa y encima se presenta como salvador de Inglaterra frente al
“comunismo soviético”.
Por lo que se refiere a países “libres” como Grecia, Turquía y
Yugoslavia, se han transformado ya en colonias norteamericanas, y los
gobernantes de Yugoslavia, todos esos titos, Kardelj, Rankovic, Djilas, Pjades
y otros se han definido hace ya mucho como agentes norteamericano, se cumplen
las tareas de espionaje y subversivas que les encomiendan sus “jefes” yanquis
contra la URSS y los países de democracia popular.
Los círculos gobernantes de Francia, Italia, Inglaterra, Alemania
Occidental y Japón se han unido al carro del imperialismo yanqui, renunciando a
su política exterior nacional e independiente. Cierto es que la camarilla
gobernante de esos países traiciona así los intereses nacionales de sus países
y suscribe su propia bancarrota. Pero esta camarilla prefiere sacrificar el
interés nacional de sus Estados con la esperanza de recibir la ayuda de los
protectores imperialistas de ultramar contra los pueblos a los que teme más que
a la servidumbre imperialista extranjera.
Incumbe también la responsabilidad directa por esta política
antinacional de los círculos gobernantes a los socialdemócratas de derecha, en
primer término a la camarilla dirigente del Partido Laborista de Inglaterra,
del Partido Socialista Francés y del Partido Socialdemócratas de Alemania
Occidental. Los socialista de derecha de Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia,
Austria y otros países siguen las huellas de sus cofrades y durante todo el
periodo que ha a la segunda guerra mundial luchan furiosamente contra las
fuerzas amantes de la paz y democráticas de los pueblos. La actual socialdemocracia
de derecha, como complemento de su viejo papel de lacayos de la burguesía de
los países respectivos, se ha convertido en una agencia del imperialismo
norteamericano extranjero y cumple sus encargos más ignominiosos en la
preparación de la guerra y en la lucha contra sus pueblos.
Una particularidad de la estrategia del imperialismo norteamericano
consiste en que sus cabecillas basan sus planes de guerra en la utilización de
territorios ajenos y de ejércitos ajenos, en primer lugar del germanoocccidental
y del japonés, y también del Ingles, del francés y del italiano, y en la
utilización de otros pueblos, que según la intención de los estrategos yanqui,
deben servir de instrumento ciego y de carne de cañón en la conquista del
dominio mundial por los monopolios norteamericanos.
Pero ya ahora político más sensatos y progresivos de los países
capitalistas de Europa y de otros lugares, no cegados por la fobia
antisovietica, ven claramente el abismo al que los arrastran los desenfrenados
aventureros yanquis y comienzan a pronunciarse contra la guerra. Y es de
suponer, que en los países condenados al papel de peones dóciles de los
dictadores norteamericanos se encontraran fuerzas verdaderamente amantes de la
paz y democráticas que realicen su propia política independiente, de paz, y
hallen la salida del atolladero en el que les han metido los dictadores
yanquis. Puestos en este nuevo camino, los países europeos y otros encontraran
la plena comprensión de todos los países amantes de la paz. (Tempestuosos y
prolongados aplausos)
Tratando de enmascarar su política de rapiña, los círculos
gobernantes de los Estados Unidos pretenden presentar la llamada “guerra Fría”
contra el campo democrático como una política defensiva y pacifica e intimidan
a su pueblos con el peligro inexistente de agresión por parte de
la URSS. Un rasgo característico de la política de los cabecillas del Bloque
Atlético consiste en que enmascaran con una fraseología demagógica de amor a la
paz sus planes agresivos y las operaciones militares que ya están llevando a
cabo. Se trata de que hoy no es fácil arrastrar a los pueblos, que no hace
mucho soportaron todo el peso de las sangrientas operaciones militares a una
nueva guerra, a la guerra contra los pueblos amantes de la paz. De ahí esos
esfuerzos del agresivo lobo atlántico por cubrirse con la piel de oveja.
En estas condiciones sería peligroso menospreciar el daño que causa
el farisaico camuflaje pacifista de los agresores de nuestros días.
La preparación de la guerra acompañada de un desenfreno inusitado
del militarismo, que abarca toda la vida y la existencia de los pueblos de los
países del campo imperialista, va acompañada de una furiosa ofensiva de la
reacción contra los trabajadores y de la fascistización de todo el régimen en
dichos payes.
Si los imperialistas hitleianos implantaron el fascismo en su país,
preparándose para la segunda guerra mundial, ahora, los imperialistas yanquis,
preparándose para una nueva guerra, implantan el bestial régimen fascista no
solo en los EE.UU., sino también en otros países, en prime termino allí donde
las fuerzas de la paz y de la democracia son singularmente considerables, como
por ejemplo, en Francia, en Italia y en el Japón. Los círculos dirigentes de
estos países, cumpliendo la vergonzosa misión impuesta por la camarilla
militarista norteamericana ha desencadenado la guerra contra los pueblos. Y las
fuerzas armadas norteamericanas dislocadas fuera de los EE.UU. cumplen el papel
de tropas punitivas de gendarmería.
Hoy, el imperialismo yanqui actúa ya no sólo como agresor sino como gendarme
mundial que trata de estrangular la libertad en todas partes donde es
posible hacerlo y de instaura el fascismo.
Contra este gendarme mundial se levanta ya ahora una ola de odio y
resistencia de los pueblos oprimidos por él.
Todo este testimonia el debilitamiento de las posiciones de los
imperialistas y conduce a una violenta agudización de la lucha dentro del campo
imperialista entre las fuerzas de la reacción fascista y las fuerzas democráticas
de los pueblos de los países imperialistas. Semejante situación entraña
consecuencias muy serias para los incendiarios de la guerra.
En relación con la creciente amenaza de guerra, se desarrolla el
movimiento de todos los pueblos en defensa de la paz, se crea la coalición
antibelica de las diferentes clases y capas sociales interesadas en el cese de
la tensión internacional y en evitar una nueva guerra mundial. Los incendiarios
de guerra no consiguen presentar este movimiento sin partido, a favor de la paz
y democrático como un movimiento de partido y supuestamente comunista. El hecho
de que suscribiesen el Llamamiento de Estocolmo 500 millones de personas y el
Llamamiento exigiendo la conclusión de un Pacto de Paz entre las cinco grandes
potencias más de 600 millones, es el mejor mentís a es afirmación de los
promotores de guerra y un índice de la colosal envergadura de este movimiento
sin partido y democrático en defensa de la paz. Este movimiento a favor de la
paz no persigue el objetivo de liquidar al capitalismo, ya que no es un
movimiento socialista sino un movimiento democrático de cientos de millones de
hombres y mujeres. Los partidarios de la paz formulan reivindicaciones y
propuestas que deben contribuir al mantenimiento de la paz a evitar una nueva
guerra. En las presentes condiciones históricas, la consecución de este
objetivo sería una inmensa victoria de la causa de la democracia y de la paz.
La actual correlación de fuerzas entre el campo del imperialismo y
de la guerra y el campo de la democracia y de la paz hace plenamente real esta
perspectiva. Por primera vez en la historia existe un campo potente y
cohesionado de Estados amantes de la paz. En los países capitalistas ha crecido
el grado de organización de la clase obrera, se han creado poderosas
organizaciones democráticas internacionales de obreros, de campesinos, de
mujeres y de la juventud. Han crecido y se han fortalecido los Partidos
Comunistas que sostienen una lucha heroica por la causa de la paz.
En la lucha contra la amenaza de una nueva guerra están interesados
los pueblos de todos los países, incluidas las amplias masas de Estados Unidos
de América, ya que en caso de guerra sufrirían no menos que la población de
otros países. La guerra de Corea, a pesar de la enorme superioridad de la técnica
yanqui, ha costado ya al pueblo norteamericano cientos de miles de muertos y
heridos. No es difícil comprender que perdidas colosales sufriría el pueblo norteamericanos
si los grasientos tibrones financieros de los Estados Unidos lo lanzasen a la
guerra contra los pueblos amantes de la paz.
La cuestión consiste ahora en elevar más aún la actividad de las
masas populares, reforzar el grado de organización de lo partidarios de la paz,
desenmascarar incansablemente a los incendiarios de guerra y no permitirles que
engañen a los pueblos con la mentira. Refrenar y aislar a los aventureros del
campo de los agresores imperialista, que en aras de sus beneficios pretenden
arrastrar a los pueblos a una matanza sangrienta: tal es la tarea principal de
toda la humanidad progresista y amante de la paz. (Prolongados aplausos.)
3.-
LA UNIÓN SOVIÉTICA EN
LA
LUCHA POR EL
MANTENIMIENTO
Y
LA CONSOLIDACIÓN
DE
LA PAZ
La línea fundamental del Partido en política exterior ha sido y
sigue siendo la política de paz entre los pueblos y de garantía de la seguridad
de nuestra Patria socialista.
Desde los primeros días de existencia del Estado Soviético, el
Partido Comunista ha proclamado y viene realizando en la práctica una política
de paz y de relaciones amistosas entre los pueblos. En el curso de todo el
periodo comprendido entre las dos guerras mundiales,
la Unión Soviética defendió
tenazmente la causa de la paz y lucho en la arena internacional contra la
amenaza de una nueva guerra, esforzándose por conseguir la aplicación de una política
de seguridad y de resistencia colectiva al agresor. No es culpa de
la Unión
Soviética que los círculos
reaccionarios de los EE.UU. y de los países de Europa Occidental torpedeases la
política de seguridad colectiva, estimulasen la agresión hitleriana y condujesen al desencadenamiento de la segunda
guerra mundial.
Defendiendo firmemente la política de paz, nuestro Partido, teniendo
presente el cerco enemigo, reforzó al mismo tiempo sin cesar la defensa del país
para recibir al enemigo plenamente preparado.
En 1939, cuando ya crepitaban las llamas de la nueva guerra, el
camarada Stalin subrayo en el XVIII Congreso del Partido los principios
fundamentales de la política exterior indicando: “Estamos por la paz y el
fortalecimiento de las relaciones practicas con todos los países; ocupamos y
seguiremos ocupando esta posición, en la medida en que estos países se atengan
a las mismas relaciones con
la Unión
Soviética, en la medida en que no
intenten lesionar los interese de nuestro país” Al mismo tiempo, el camarada
Stalin hacia una advertencia a los agresores, declarando: “No tememos las
amenazas de los agresores y estamos dispuestos a contestar con dos golpes a
cada golpe de los incendiarios de guerra, que traten de atentar contra la inviolabilidad
de las fronteras soviéticas.”
Y cuando la Alemania hitleriana agredió
pérfidamente a nuestra Patria, el pueblo soviético dio una replica demoledora
al enemigo y lo aplasto. Todo el mundo se convenció de que nuestro Partido no
lanza palabras al viento. (Tempestuosos aplausos que duran largo rato.)
Terminada la segunda guerra mundial, el Partido continua realizando
una política exterior dirigida a asegurar una paz duradera y sólida y a
desarrollar la colaboración internacional. El Gobierno soviético ha formulado
un programa ampliamente conocido de medidas para evitar la guerra.
El amor de
la Unión Soviética a la paz lo
testimonian no solo las propuestas que hace, sino también los hechos. Después
de la guerra,
la Unión Soviética redujo considerablemente
sus fuerzas armadas, cuyos efectivos no son superiores a los de antes de la
guerra. Terminada la guerra, el Gobierno soviético saco después de plazos brevísimos
sus tropas del territorio de China, Corea, Noruega, Checoslovaquia, Yugoslavia
y Bulgaria, países en los que estas tropas habían entrado en el curso de las
operaciones militares contra los
agresores fascistas. Considerando que la lucha contra la propaganda antihumana
de una nueva guerra desempeña un gran papel para descargar la atmósfera internacional,
el Soviet Supremo de la URSS adopto el 12 de
marzo de 1951 la Ley de Defensa de la Paz y declaro la
propaganda de guerra gravísimo crimen contra la humanidad, dando así el ejemplo
a otros Estados.
En las complicaciones más serias que han surgido en la arena
internacional en los últimos años, ha sido precisamente
la Unión Soviética la que ha hecho
propuestas que ofrecen la base para la regulación pacifica de los problemas en
litigio. Basta recordar que precisamente la parte soviética formulo las
propuestas que han servido de base para las negociaciones de armisticio en
Corea.
El Gobierno de la URSS concede una
considerable significado a
la Organización de las
Naciones Unidas, estimando que podría ser un instrumento importante para el mantenimiento
de la paz. Pero en el momento actual, los EE.UU. están convirtiendo
la Organización de las Naciones Unidas, que según su Carta debería ser un órgano de
colaboración internacional, en un órgano de su política dictatorial en la lucha
contra la paz y la utilizan como cobertura de sus actos agresivos. Sin embargo,
a pesar de las enormes dificultades que origina la maquina de votar creada por
los EE.UU. en la Organización de las
Naciones Unidas,
la Unión Soviética
defiende allí las posiciones de la paz y trata de conseguir la adopción de
propuestas reales, dimanantes de la actual situación internacional, dirigidas a
poner freno a las fuerzas agresiva, a evitar una nueva guerra y al cese de las
operaciones militares allí donde ya se desarrollan.
Seria erróneo considerar que la guerra puede ser dirigida únicamente
contra el Estado soviético. Como se sabe, la primera guerra mundial fue
desencadenada por los imperialistas mucho antes de la aparición de
la
URSS La segunda guerra mundial comenzó como una guerra entre los Estados
capitalistas a causa de ella sufrieron grandes daños los propios países
capitalistas. Las contradicciones que desgarran hoy el campo imperialista
pueden conducir a una guerra de un Estado capitalista contra otro. Teniendo en
cuenta todas las circunstancias,
la Unión Soviética lucha para
evitar toda guerra entre los Estados, se manifiesta en pro de la solución pacifica
de los conflictos y divergencias internacionales.
Pero en la realización de su política encaminada a asegurar una paz
duradera,
la Unión Soviética se encuentra
ante el hecho de la política agresiva de
los círculos gobernantes de los EE.UU.
Además los círculos belicosos norteamericanos tratan de descargar
sus propias culpas sobre cabeza ajena y atizan de mil modos su propaganda
mendaz acerca de la supuesta amenaza por parte de
la Unión Soviética. Por lo que se
refiere a estas falsas leyendas sobre
la Unión Soviética sería ridículo
detenerse a examinar su total falta de fundamento. Los hechos incontestables
testimonian quien es realmente el agresor.
Es sabido de todos que en los Estados Unidos de América intensifican
la carrera armamentista, se niegan a prohibir las armas atómica y bacteriológica
y a reducir los armamentos ordinarios, en tanto
la Unión Soviética propone prohibir
las armas atómica y bacteriológica y reducir los demás armamentos y las fuerzas
armadas.
Es sabido de todo que los Estados Unidos se niegan a concluir un
Pacto de Paz, en tanto que
la Unión Soviética propone
concertar dicho Pacto.
Es sabido de todos que los Estados Unidos amalgama bloques agresivos
contra los pueblos amantes de la paz, en tanto que los tratados concertados por
la Unión Soviética con los Estados
extranjeros tienen la finalidad exclusiva de luchar contra la renovación de la
agresión japonesa o alemana.
Es sabido de todos que los Estados Unidos han agredido a Corea y
tratan de esclavizarla, mientras que
la Unión Soviética no sostiene en
parte algunas operaciones militares de ninguna especie desde el momento en que
termino la segunda guerra mundial.
Los Estados Unidos llevan a cabo también su agresión contra China.
Se han apoderado de un territorio que pertenece a China desde tiempos inmemoriales:
la isla de Taiwán. Sus fuerzas militares aéreas bombardean el territorio chino,
violando todas las normas generalmente aceptadlas del derecho internacional. ES
sabido de todos que las fuerzas aéreas militares de
la URSS no bombardean a nadie y que
la URSS no se ha apoderado de ningún territorio ajeno.
Estos son los hechos indiscutibles.
Pasando a nuestras relaciones con Inglaterra y Francia, hay que
decir que estas relaciones deberían estar basadas en el espíritu de los
tratados concertados por nosotros con dicho Estado durante la segunda guerra
mundial y que estipulan la colaboración con estos países en el periodo de
postguerra. Sin embargo, los gobiernos ingles y francés violan groseramente
estos tratados. Los gobernantes de Inglaterra y de Francia, pese a las solemnes
promesas sobre colaboración de postguerra hechas por ellos a
la Unión Soviética cuando ésta sostenía
una guerra sangrienta por liberar a los pueblos de Europa de la esclavitud germano
fascista, se han incorporado por entero a la realización de los planes
agresivos de los imperialistas yanquis contra los Estados amante de la paz. Es comprensible
que ante semejante posición de los gobiernos de Inglaterra y de Francia,
nuestras relaciones con esos países dejen mucho que desear.
La posición de la URSS respecto a EE.UU.,
Inglaterra, Francia y otros Estados burgueses es clara y en relación con esta
posición ha habido declaraciones reiteradas por nuestra parte.
La URSS sigue estando dispuesta también ahora a la colaboración con dichos
Estados, teniendo en cuenta el respeto de las normas internacionales pacificas
y la garantía de una paz sólida y duradera, (Aplausos.)
En relación con los países vencidos –Alemania, Italia y Japón- el
Gobierno soviético aplica una política distinta por principio de la que siguen
las potencias imperialistas. La existencia del Estado Soviético, socialista,
entre los vencedores ha creado para los pueblos de los Estados vencidos una
situación y posibilidades completamente nuevas, sin precedente en la historia.
La política del Estado Soviético abre ante cualquier país que haya firmado la
capitulación incondicional la posibilidad de desarrollo pacifico y democrático
de ascenso de su industria civil y de su agricultura, de venta de la producción
en los mercados exteriores y de la formación de las fuerzas armadas nacionales
necesarias para la defensa del país. De conformidad con el acuerdo de Posdam,
la Unión Soviética sigue
firmemente una política orientada a la conclusión con la mayor rapidez del
Tratado de Paz con Alemania, a la retirada de ese país de las tropas de
ocupación y a la creación de una Alemania unida, independiente, pacifica y democrática,
teniendo en cuenta que la existencia de
la Unión Soviética amante de la
paz, excluye la posibilidad de nuevas guerras en Europa y hace imposible el
sojuzgamiento de los países europeos por los imperialistas mundiales. (Prolongados
aplausos.)
Se puede esperar que el pueblo alemán, ante el que se plantea el
dilema de marchar por este camino o ser transformado en lansquenete de los,
imperialistas yanqui e inglés, elija el camino justo, el camino de la paz.
(Aplausos)
Lo mismo hay que decir respecto a Italia, a cuyo pueblo fraterno
desea
la Unión Soviética la total
restauración de su independencia nacional.
El gobierno soviético estima que el Japón debe ser también un Estado
independiente, democrático y pacifico, como fue previsto en los acuerdos
conjuntos de los aliados. El Gobierno soviético se ha negado a suscribir el
tratado unilateral impuesto por los dictadores norteamericanos en
la Conferencia de San Francisco, ya que este tratado viola los principios de las
Declaraciones de El Cairo y de Postdam y del acuerdo de Yalta y esta orientado
a hacer del Japón una base militar yanqui en el Extremo Oriente. Los pueblos de
la Unión Soviética sienten
profunda estimación por el pueblo japonés, obligado a sufrir el yugo de la servidumbre
extranjera, y tienen fe en que conseguirá la independencia nacional de su patria y marchara por el camino de la paz.
(Aplausos)
La política soviética de paz y de seguridad de los pueblos parte del
hecho de que la coexistencia pacifica del capitalismo y del comunismo y la
colaboración son plenamente posibles si existe el deseo mutuo de colaborar, si
se está dispuesto a cumplir los compromisos contraídos y si se observa el
principio de igualdad de derechos y de no ingerencia en los asuntos internos de
otros Estados.
La Unión Soviética ha propugnado
siempre y propugna hoy el desarrollo del comercio y de la colaboración con
otros países, a pesar de la diferencia de sistemas sociales. El Partido seguirá
aplicando esta política también en el futuro sobre la base de la conveniencia
mutua.
Mientras que los círculos belicosos yanqui, británicos afirman que
solo la carrera armamentista permite a la industria de los países capitalistas
funcionar a pleno rendimiento, en realidad existe otra perspectiva: la perspectiva
del desarrollo y de la ampliación de las reilaciones comerciales entre los países a pesar de sus
sistemas sociales diferentes, lo que puede proporcionar trabajo para muchos
años a la industria de los países industrialmente desarrollados, asegurar la
venta de mercancías que producen en abundancia unos Estados a otros Estados,
ayudar al ascenso de la economía de los países débilmente desarrollados y
organizar, de este modo, una colaboración económica duradera.
En la aplicación de su política de paz,
la Unión Soviética esta plenamente
compenetrada con los demás Estados democráticos y pacíficos, personificados por
la Republica Popular China, Polonia,
Rumania, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Albania, Republica Democrática
Alemana, Republica Democrático Popular de Corea y Republica Popular de
Mongolia. Las relaciones de la URSS con estos países
son un ejemplo de relaciones completamente nuevas entre los Estados,
desconocidas hasta ahora en la historia. Estas relaciones se basan en los
principios de la igualdad de derechos, de la colaboración económica y del
respeto a la independencia nacional. Fiel a los tratados de ayuda mutua,
la URSS presta y seguirá prestando ayuda y apoyo para el fortalecimiento y
desarrollo sucesivo de esos países, (Tempestuosos aplausos)
Estamos seguros de que en la emulación pacifica con el capitalismo,
el sistema socialista de economía mostrara con mayor evidencia cada año de su superioridad
sobre el sistema capitalista de economía. Pero no tenemos la intención de
imponer a nadie por la fuerza nuestra ideología o nuestro régimen económico. El
camarada Stalin dice: "La exportación de la revolución es una tontería.
Cada país, si lo desea, hará el mismo su revolución, y si no desea, no habrá
revolución”,
LA Unión Soviética, que aplica
inmutablemente su política de colaboración pacifica con todos los países, tiene
en cuenta al mismo tiempo que existe la amenaza de una nueva agresión por parte
de los desbocados incendiarios de guerra. Por eso refuerza y seguirá reforzando
su capacidad defensiva. (Prolongados aplausos)
Ala Unión Soviética no le intimidan las amenazas de los incendiarios
de guerra. Nuestro pueblo tiene experiencia de lucha contra los agresores y no
es menester acostumbrarle a batirlos. Nuestro pueblo batió a los agresores ya
en la guerra civil, cuando el Estado Soviético era joven y relativamente débil,
los batió en la segunda guerra mundial y los batirá en el futuro si se atreven
a agredir a nuestra Patria. (Tempestuosos y prolongados aplausos).
No se puede pasar por alto los hechos del pasado. Y estos hechos
demuestran que como consecuencia de la primera guerra mundial, Rusia se desprendió
del sistema capitalista, y que, como resultado de la segunda guerra mundial
toda una serie de países de Europa y de Asia se desprendieron ya del sistema capitalista.
Existen todas las razones para suponer que una tercera guerra mundial provocaría
el hundimiento del sistema capitalista mundial. (Prolongados aplausos)
Tal es, por decirlo así, la perspectiva de guerra y de sus consecuencias,
si ésta es impuesta a los pueblos por los incendiarios de guerra, por los
agresores.
Pero existe otra perspectiva, la perspectiva del mantenimiento de la
paz, la perspectiva de paz ente los pueblos. Esta perspectiva exige la
prohibición de la propaganda de guerra, de acuerdo con la disposición de la ONU, la interdicción de
las armas atómica y bacteriológica. La reducción consecuente de las fuerzas
armadas de las grandes potencias, la conclusión de un Pacto de Paz entre los países,
la ampliación del comercio entre los países, la reconstitución de un mercado
internacional único y la adopción de otras medidas análogas tendientes al
mantenimiento de la paz.
La aplicación de estas medidas fortalecerá la paz, liberara a los
pueblos del temor a la amenaza de guerra, pondrá fin al inaudito gasto de
recursos materiales para los armamentos y para la preparación de una guerra de
exterminio y permitirá destinar esos recursos en provecho de los pueblos.
La Unión Soviética se pronuncia
por la adopción de estas medidas, por la perspectiva de la paz entre los
pueblos. (Tempestuosos y prolongados aplausos).
* * *
Las tareas del Partido en política exterior son:
1) Proseguir la lucha contra
la preparación y el desencadenamiento de una nueva guerra, cohesionar el poderoso frente democrático
antiberlico para el fortalecimiento de la paz, estrechar los lazos de amistad y
de solidaridad con los partidarios de la paz del mundo entero y denuncia
perseverantemente todos los preparativos para
una nueva conflagración, todas las maquinaciones e intrigas de los
incendiarios de guerra.
2) Seguir aplicando una política de colaboración internacional y de
desarrollo de las relaciones practicas con todos los países.
3) Robustecer y desarrollar las invariables relaciones amistosas con
la Republica Popular China, con los
Estados democrático populares europeos – Polonia, Checoslovaquia, Rumania, Hungría,
Bulgaria, Albania-, con
la Republica Democrática Alemana, con
la Republica Democrática Popular de
Corea y con
la Republica Popular de Mongolia
4) Reforzar sin descanso la potencia defensiva del Estado Soviético
y elevar nuestra preparación para dar una replica demoledora a cualquier
agresor. (Tempestuosos aplausos que duran largo rato.)
II
LA SITUACIÓN INTERIOR
DE
LA UNIÓN
SOVIÉTICA
El periodo de que informamos se caracteriza por el afianzamiento
sucesivo de la situación interior de
la Unión Soviética, por el
desarrollo de toda la economía nacional y de la cultura socialista.
Durante los dos primeros años que siguieron al XVIII Congreso del
Partido, los trabajadores de nuestro país continuaron cumpliendo con éxito el
tercer Plan quinquenal y consiguieron un mayor fortalecimiento de
la Unión Soviética. En esos años
se lograron nuevos éxitos en el desarrollo de la economía nacional
El trabajo pacifico de los ciudadanos soviéticos fue interrumpido
por la pérfida agresión de la Alemania fascista a
la URSS Comenzó un periodo difícil en la historia del Estado Soviético: El periodo
de
la
Gran Guerra Patria. Durante esta guerra la clase obrera, los campesinos
koljosianos y los intelectuales soviéticos, tanto en el frente como en la
retaguardia, dieron pruebas de elevada conciencia y de la fidelidad a
la Patria.
Finalizada la guerra con una victoria histórica,
la Unión Soviética entro en un
periodo nuevo, pacifico, de su desarrollo económico. En un corto plazo, con sus
propias fuerzas y recursos y sin ayuda del exterior, el Estado Soviético
restauro la economía destruida por la conflagración y la hizo avanzar dejando
atrás los índices económicos de los
tiempos de anteguerra.
Los éxitos en la restauración de la industria y de la agricultura permitieron,
ya en 1947, abolir el sistema de cartillas de racionamiento de abastecimiento a
la población con productos alimenticios y artículos industriales y llevar a
cabo la reforma monetaria. Estas medidas, así como la realización de cinco
rebajas de precios de los comestible y artículos industriales, elevaron la
capacidad adquisitiva del rublo soviético y aseguraron el crecimiento del
bienestar material de los trabajadores. En 1950 se estabilizo el rublo sobre la
base del patrón oro y se elevo su cotización con respecto a las monedas
extranjeras.
Los éxitos logrados en la restauración y fomento de la economía
permitieron al Estado Soviético emprender la realización de nuevas e
importantes tareas económicas, entre otras la construcción de potentes centrales
eléctricas en el Volga y el Dniéper, la construcción de grandes canales para la
navegación y el riego y la creación de franjas forestales protectoras de los
cultivos en un vasto territorio del país.
Los históricos acontecimientos del periodo de que damos cuenta han
demostrado que el régimen social y estatal soviético no solo es la mejor forma
de organización del ascenso económico y cultural del país en los años de
edificación pacifica, sino también la mejor forma de movilización de todas las
fuerzas del pueblo `para oponer resistencia al enemigo en tiempos de guerra. Estos
acontecimientos han demostrado asimismo el enorme crecimiento de la actividad política
de los trabajadores, el ulterior fortalecimiento de la unidad moral y política
del pueblo soviético, cohesionado en torno al Partido Comunista, la sucesiva
consolidación de la alianza fraternal de los pueblos de
la URSS y el desarrollo del patriotismo soviético.
Nuestro pueblo esta plenamente decidido a seguir trabajando
abnegadamente en bien de la patria socialista,
a cumplir con honor la histórica tarea de construir la sociedad
comunista.
(Tempestuosos y prolongados aplausos).
1.-
ASCENSO SUCESIVO DE
LA ECONOMÍA
NACIONAL DE
LA URSS
A.- INDUSTRIA
Durante los planes quinquenales anteriores a la guerra fue realizada
en la URSS la industrialización socialista. La potente industria fue la base
del crecimiento de toda la economía nacional y de la preparación del país para
la defensa activa. Los años de la guerra confirmaron con singular fuerza la justeza
de la línea general de nuestro Partido, orientada hacia la industrialización
del país. La realización de la política de industrialización de
la URSS tuvo importancia decisiva para los destinos del pueblo soviético y
salvo de la esclavización a nuestra Patria.
En las duras condiciones de la guerra, el Partido supo reorganizar rápidamente
la industria, volviéndola de cara a la guerra. Fue evacuada a las regiones
orientales la maquinaria de todas las empresas industriales más importantes en
clavadas sen el territorio donde se desarrollaban las operaciones militares. El
Estado Soviético encontró en si mismo durante la guerra fuerzas y recursos
suficientes no sólo para poner en marcha rápidamente las empresas evacuadas,
sino también para acelerar la construcción de otras nuevas, principalmente de
fábricas de la industria pesada. A pesar de la ocupación temporal por los
invasores fascistas de zonas del país importantes desde el punto de vista económico,
la industria produjo para el frente en el transcurso de la guerra, en cantidad
creciente de año en año, armamento y municiones de todos los tipos.
Terminada la guerra, se efectuó la reconversión de la industria bélica
con vista a la producción civil. El Partido planteo la tarea de desarrollar,
ante todo, en vasta escala la industria pesada, especialmente la siderurgia, la
industria del combustible y la producción de energía eléctrica, pues sin
industria pesada no era posible resolver
las tareas del restablecimiento y desarrollo ulterior de la economía
nacional. Al mismo tiempo, el Partido dedico una atención especial a ampliar la
producción de mercancías de amplio consumo, a fin de elevar el nivel de vida
del pueblo.
Fue preciso cierto tiempo para restablecer el nivel de anteguerra de
la economía nacional. El nivel de 1940, año que precedió a la guerra, fue
alcanzado y superado de la siguiente forma: volumen global anual de la
producción industrial, en 1948; extracción de hulla, en 1947; producción de
acero y de cemento, en 1948; producción de hierro colado y extracción de
petróleo, en 1949; fabricación de calzado, en 1950; producción de tejidos de
algodón en 1951. Esto significa que la guerra retraso el desarrollo de nuestra
industria en ocho o nueve año, es decir, en dos quinquenios, aproximadamente.
Como resultado del feliz restablecimiento y desarrollo de la
industria en los años de postguerra, actualmente tenemos un nivel de producción
industrial considerablemente más elevado que en el periodo de anteguerra. He
aquí los datos a este respecto:
CRECIMIENTO DE
LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL DE
LA URSS
(Posentaje respecto a 1940)
1940 1944
1945 1946 1947
1948 1949 1950
1951 1952
Toda la industria
100 104 92
77 93 118
141 173 202
223
Comprende:
Grupo “A”
Producción medios
de producción….
100 136 112
82 101 130
163 205 239
267
Grupo “B”
Producción de
Artículos de
Consumo…….
100 54 59 67 82 99
107 123 143
156
Este cuadro demuestra que en 1945 y 1946 tuvo lugar un descenso del
nivel de producción industrial. Esto fue debido a que se redujo bruscamente la
producción de material bélico después de la conflagración, mientras que la
reconversión de la industria con vista a la producción civil requirió
determinado tiempo. La reorganización de la producción industrial en la
postguerra fue terminada, en lo fundamental, durante el año 1946, después de lo
cual la producción de nuestra industria comenzó a crecer a ritmo rápido y en
1951 su volumen general rebaso en más del doble el nivel de 1940. En 1952 se
han conseguido nuevos éxito en el desarrollo de nuestra industria. Como se
sabe, el plan del año actual en la industria en su conjunto no sólo se cumple
con éxito, sino que es rebasado; por eso, se puede considerar con pleno
fundamento que en 1952 la producción industrial será aproximadamente, 2,3 veces
superior a la de 1940.
Se desarrolla con especial rapidez la industria de medios de
producción, que en 1951 supero en 2,4 veces el nivel de anteguerra por el
volumen global de producción y en 1952 lo sobrepasara en 2,7 veces,
aproximadamente. En 1952 se producirán: 25 millones de toneladas de hierro
colado, el 70% más que en 1940, aproximadamente; 35 millones de toneladas de
acero, el 90% más que en 1940, aproximadamente; 27 millones de toneladas de carbón,
lo que supera en más del 80% el nivel de 1940; 47 millones de toneladas de petróleo,
cantidad que rebasa en más del 50% la extraída en 1940; 117 mil millones de
kilovatios-hora de energía eléctrica, 2,4 veces más que en 1040; con relación a
1940, la fabricación de maquinas y de utillaje pasara del triple.
Por lo que se refiere al crecimiento anual de la producción de las
ramas más importantes de la industria, las proporciones del mismo han sido en
los últimos años considerablemente mayores que en el periodo de anteguerra. Por
ejemplo, en los tres años últimos de 1949 a 1951, es decir, después de que el nivel de anteguerra de la
producción industrial no sólo fue restablecido, sino superado, el aumento de la
fundición de hierro colado fue de 8 millones de toneladas; el de la fundición
de acero, de 18 millones de toneladas, y el de la producción de laminados de 10
millones de toneladas, mientras que en el periodo de anteguerra el aumento en
estas mismas proporciones fue alcanzado
en 8 años para la fundición de hierro colado en 9 años para la fundición de
acero y en 12 años para la producción de laminado. El crecimiento de la
extracción de carbón en los tres años indicados fue de 74 miloo9nes de
toneladas y el de la extracción de petróleo, de 13 millones de toneladas; en la
preguerra, el aumento en estas mismas proporciones fue alcanzado en 6 años para
la extracción de carbón y en 10 año para la de petróleo. En esos años, el
incremento de la producción de energía eléctrica fue de 37.000 millones de kilovatios;
durante el periodo de anteguerra, el incremento de la producción de energía eléctrica
en las mismas proporción se logro en 9 años.
El crecimiento de la industria de medios de producción y el aumento
de la producción agrícola crearon una base firme para el desarrollo de la
industria de artículos de consumo. En 1951, el volumen global de la producción
de esta industria fue superior al de 1940, en el 43%, y en 1952 lo sobrepasará
en el 60%, aproximadamente. En 1952 se producirá: más de 5.000 millones de
metros de tejido de algodón, el 30% más que en 1940, aproximadamente; casi 190
millones de metros de tejidos de lana, el 60% más, aproximadamente, que en
1940; 218 millones de metros de tejidos de seda, 2,8 veces más que en 1940; 250
millones de pares de calzado de cuero, el 20% más, aproximadamente, que en
1940; 125 millones de pares de calzado de goma, el 80% más que en 1940; más de
3.300.000 toneladas de azúcar, cantidad superior en más del 50% a la de 1940;
más de 380.000 toneladas de manteca elaborada por la industria (además de una
cantidad considerable de fabricación domestica), lo que superara en más del 70%
el nivel de anteguerra de producción industrial de manteca.
Como resultado del feliz restablecimiento y desarrollo de la
industria en el periodo de postguerra, la producción industrial por habitante
en la URSS sobrepasa actualmente el nivel de anteguerra. En 1951, los índices
de producción por habitante superaron los de 1940 en las siguientes
proporciones: energía eléctrica, en más del doble; fundición de hierro colado,
50%: fundición de acero, 70%; extracción de hulla, 60%; cemento, en más del
doble; tejidos de algodón, 20%; tejidos de lana, más del 60%; papel, 70%, etc.
En el periodo de que informamos, sobre todo en los años de
postguerra, se ha ampliado y consolidado notablemente la base de producción y
técnica de nuestra industria, tanto merced a la construcción de nuevas empresas
como a la reconstrucción de las ya existentes. Sólo en los años de 1946-1951,
de la suma total de casi 500.000 millones de rublos de inversiones de fondos básicos
para la economía nacional, fueron destinados a la industria más de 320.000
millones de rublos. Durante ese tiempo fueron restauradas, construidas y puesta
en marcha en la
URSS cerca de 7.000 grandes empresas
industriales del Estado. Para 1952, los fondos básicos de producción de la
industria crecieron en el 77% respecto a 1940.
Pero la cuestión no estriba solamente en el aumento cuantitativo de
los fondos básicos de producción. El periodo transcurrido se caracteriza
además, por el sucesivo progreso técnico de la industria. A diferencia de los
países capitalistas, donde tienen lugar interrupciones periódicas en el
desarrollo de la técnica que van acompañadas de la destrucción de fuerzas
productivas de la sociedad a causa de las crisis económicas, en
la URSS, en donde no existe tales crisis, se verifica un perfeccionamiento
constante de la producción sobre la base de la técnica más elevada, sobre la
base de las conquistas de la avanzada ciencia soviética. En los años de
postguerra todas las ramas de la industria han sido dotadas de nuevas maquinas
y de nuevos mecanismos, se han introducido procesos tecnológicos más perfectos
y se ha implantado una organización más racional de la producción. Durante este
mismo periodo, el numero de tornos aumentado en 22 veces en virtud de haber
sido completado con nuevas maquinas, más productiva. Solo en los tres años
últimos, la industria soviética de construcciones mecánicas ha creado cerca de
1.600 tipos nuevos de maquinas y mecanismos.
En la lucha por el sucesivo progreso técnico corresponde un gran
papel a nuestra ciencia, que con sus descubrimientos ayuda al pueblo soviético
a revelar con mayor plenitud y a
aprovechar mejor las riquezas y las fuerzas de la naturaleza. En el
periodo de postguerra, nuestros hombres de ciencia han resuelto con éxito
numerosos problemas científicos de gran importancia para la economía nacional.
Durante este periodo una realización trascendental de la ciencia soviética es
el descubrimiento de los métodos de producción de energía atómica. Con ello
nuestra ciencia y nuestra técnica liquidaron la situación monopolista de los
EE.UU. en este terreno y asestaron un serio golpe a los incendiarios de guerra,
que pretendían aprovechar el secreto de la producción de energía atómica y la
posesión de arma atómica como medio de chantaje e intimidación de los otros
pueblos. El Estado Soviético, que dispone de posibilidades reales de producción
de energía atómica, esta profundamente interesado en que esta nueva forma de
energía sea aprovechada con fines pacíficos, en bien del pueblo, ya que
semejante empleo de la energía atómica amplia ilimitadamente el poder del
hombre sobre las fuerzas espontáneas de la naturaleza, abre ante la humanidad
posibilidades colosales de crecimiento de las fuerzas productivas, de progreso
técnico y cultural y de aumento de la riqueza social.
Un testimonio de los grandes éxitos de la ciencia y de la técnica soviética
es la adjudicación anual de los premios Stalin por relevantes trabajos científicos,
inventos y perfeccionamientos radicales de los métodos de trabajo en la producción. Han sido
galardonados con el honroso titulo de laureados con el Premio Stalin 8.470
trabajadores de la ciencia, de la industria, del trasporte y de la agricultura.
Un importante resultado en el fomento de la industria es que durante
el periodo transcurrido se ha desarrollado con rapidez la industria en las
regiones orientales de la URSS, a consecuencia de
lo cual ha cambiado considerablemente el emplazamiento de nuestra industria. En
las regiones orientales –en la zona del Volga en los Urales, en Liberia, en el Extremo
Oriente, en la RSS de Kazaka y en
la Republicas Federadas del Asia Central- se ha creado una potente base industrial del país.
Hacia 1952 el volumen global de producción de la industria en estas regiones se
ha triplicado, en comparación con 1949. En 1951, en las regiones orientales se
obtuvo cerca de un tercio de toda la producción industrial de
la URSS, más de la mitad de todo el acero y laminado, cerca de la mitad del
total de carbón y de petróleo y más del 40% de la energía eléctrica.
Tales son los resultados fundamentales del desarrollo de la
industria de la
URSS en el periodo que abarca el
presente informe.
Las tareas del desarrollo de nuestra industria en los años próximos están
expuestas en el proyecto de directrices sobre el quinto Plan quinquenal de
desarrollo de la
URSS presentado a examen de este
Congreso. Dichas tareas consisten en elevar para 1955 en el 70%, más o menos el
nivel de producción industrial con respecto a 1950, debiendo crecer la
producción de medios de producción en el 80%, aproximadamente, Semejante tarea
en el crecimiento de la producción industrial significa que, para 1955, el
volumen de la producción industrial se triplicara respecto a 1940.
El quinto Pan quinquenal representa un nuevo y gran paso adelante
por el camino del desarrollo de nuestro pais del socialismo al comunismo.
(Tempestuosos aplausos).
Nuestra industria dispone de todas las posibilidades para cumplir
las tareas planteadas. Ahora, todas las ramas de la industria están dotadas de una técnica más perfecta, dispone
de obreros, ingenieros y técnicos calificados y las empresas no experimentan
escasez de materias primas ni materiales. La cuestión estriba hoy en aprovechar
plenamente estas posibilidades, corregir con energía los defectos en el
trabajo, poner al descubierto las reservas todavía no utilizadas en la
producción y convertirlas en una poderosa fuente de ascenso de la economía
nacional.
La industria no sólo cumple anualmente los planes del Estado, sino
que los rebasas. Pero tras los índices generales de un buen trabajo de la
industria en su conjunto se oculta el mal trabajo de muchas empresas que no
cumplen las tareas señaladas por el Estado, a causa de lo cual la economía
nacional deja de recibir una determinada cantidad de producción. Por su parte,
los ministerios no adaptan las medidas debidas para que cada empresa cumpla el
plan y, en lugar de ello, es frecuente que transfieran a la empresa de
vanguardia tareas asignadas a las que trabajan mal. Por consiguiente, las
empresas que trabajan mal viven a costa de las empresas de vanguardia.
Una de las causas principales del incumplimiento de los planes del
Estado reside en la entrega irregular de producción por las empresas en el transcurso
de cada mes. El Partido ha llamado más de una vez la atención de los dirigentes
de la economía sobre esta defiencia. Sin embargo, incluso ahora, muchas empresas
trabajan a ritmo desigual y entregan en la tercera década casi la mitad de la
producción del programa mensual. Esto lleva a un aprovechamiento incompleto de
la capacidad de producción, al trabajo en horas extraordinarias, al aumento de
la producción defectuosa y a interrupciones en el trabajo de las empresas que
dependen de ellas.
Para cumplir el plan de producción global, algunas empresas se
permiten la práctica anti-estatal de suministrar por encima del plan artículos
de importancia secundaria, no cumpliendo las tareas señaladas para la
producción de importantísimos artículos previstos por el plan del Estado.
En varias ramas de la industria se infringe la disciplina del Estado
en cuanto a la calidad de la producción. Se registran hechos de suministro al
consumidor de artículos y mercancías de mala calidad, que no responden a los
surtidos establecidos ni a las condiciones técnicas existentes. Las empresas de
construcción mecánica fabrican con frecuencia maquinas no proyectadas
debidamente y que no corresponden a las condiciones de explotación. En las empresas
de la industria ligera abunda todavía la
producción de calidad inferior. Todo esto causa perjuicios a la economía
nacional.
No es posible transigir con tales deficiencias en el trabajo de la
industria. El Plan del Estado es una ley. Todas las empresas tienen la
obligación de cumplir las tareas del Estado que les son señaladas y propocioanar
a la economía nacional la producción que necesita. Los dirigentes de la
economía y las organizaciones del Partido tienen el deber de asegurar que cada
empresa cumpla con el plan no sólo en cuanto al volumen de producción global,
sino también, obligadamente, en lo que se refiere a la producción de todos los
artículos, en concordancia con el plan del Estado; conseguir el mejoramiento
sistemático de la calidad de la producción, y descubrí y eliminar totalmente
las causas que impiden el funcionamiento normal de las empresas.
Es menester prestar una
atención especial a la tarea de asegurar la máxima elevación de la
productividad del trabajo en todas las ramas de la industria.
En todas las etapas de la construcción socialista, nuestro Partido
se ha esforzado constantemente por conseguir una elevación sistemática de la
productividad del trabajo, como condición importantísima de incremento y del
perfeccionamiento de la productividad socialista. Esto explica principalmente
los enormes éxitos alcanzados en el desarrollo de la producción en
la
URSS. De 1940
a 1951, la productividad del
trabajo en la industria aumento en el 50%; durante ese periodo, el 70% del incremento
de la producción industrial se obtuvo merced a la elevación de la productividad
del trabajo. Durante ese mismo periodo la productividad del trabajo en la
construcción aumento en el 36%.
El rápido ascenso de la productividad del trabajo en
la URSS es resultado, ante todo, de la vasta aplicación de la nueva técnica
y de los procesos tecnológicos de vanguardia en la economía nacional; es
resultado de la mecanización u electrificación de la producción, especialmente
de la mecanización de los trabajos pesados y laboriosos, así como también de
una mejor organización del trabajo, del crecimiento del nivel cultural y de
instrucción de los trabajadores y de la elevación de su calificación
profesional. El sistema socialista de economía abre un campo ilimitado a la aplicación
de la técnica más moderna. En la URSS, las maquinas,
además de ahorrar trabajo, alivian la labor de los obreros, debido a lo cual
éstos las utilizan de buen grado en el proceso productivo de la economía
socialista, a diferencia de lo que ocurre bajo el capitalismo. El obrero soviético
esta interesado directamente en elevar la productividad del trabajo pues sabe
que con ello se fortalece el poderío económico de
la URSS y asciende el nivel de vida de los trabajadores. En el socialismo,
la base de la elevada productividad del trabajo social reside en la unidad de
intereses del Estado y del pueblo.
Sin embargo, todavía no se utilizan plenamente, ni mucho menos, las
posibilidades de elevación de la productividad del trabajo existente en nuestra
industria. Lo atestigua, ante todo, el incumplimiento por muchas empresas de
los planes relativo a la productividad
del trabajo. Hay que señalar que los ministerios se ocupan
insuficientemente de este importante
asunto; en lugar de las tareas referentes a la productividad del trabajo, es
frecuente que los ministerios se conformen con los índices medios alcanzados en
el conjunto de la rama respectiva y no adapten las medidas necesarias para
elevar a las empresas rezagadas al nivel de las de vanguardia.
En muchas empresas se frena la elevación de la productividad del
trabajo a causa del mal aprovechamiento de los medios de mecanización con que
se cuenta; tienen lugar casos intolerables de incuria y desidia con respecto al
utillaje. La mecanización de la producción en cualquier empresa debe ir
acompañada indefectiblemente de la liberación de una parte de los obreros, a
fin de utilizarlos tanto para ampliar la producción en la empresa respectiva
como para trabajar en nuevas fabricas. No obstante, algunos dirigentes de empresas,
en vez de asegurar el aprovechamiento racional de los medios de mecanización y
de elevar así la productividad del trabajo, organizan frecuentemente la
producción a la antigua, utilizando en vasta escala el trabajo manual.
Un grave defecto en la mecanización de la producción consiste también
en que, al aplicarla a los procesos productivos, algunos sectores o no se
mecanizan en absoluto o se mecanizan de modo insuficiente. En numerosas
empresas, aún siendo elevado el nivel de mecanización de los procesos
productivo fundamentalmente, están poco mecanizados los trabajos auxiliares,
incluidos trabajos pesados como el acarreo, traslado y la carga de materias
primas, materiales y artículos. Todo esto reduce la eficiencia económica
general de la mecanización y altera la marcha normal de la producción.
El aumento de la productividad del trabajo es frenado también porque
en mucha empresas y obras es insatisfactoria la organización del trabajo, a
consecuencia de lo cual se registran grandes perdidas de tiempo en la jornada.
Es frecuente que los ministerios determinen el número de obreros par la empresa
y construcciones sin un estudio suficiente de las necesidades reales, sin
comprobar si la mano de obra ha sido empleada con acierto. Todavía tiene lugar
en las empresas, y sobre todo en las obras, la “fluctuación” de obreros, lo que
causa grave daño a la producción.
Las normas técnicas tienen gran importancia para elevar la
productividad del trabajo. Sin embargo, en muchas empresas es insatisfactoria
la forma en que se fijan estas normas. Predomina aún la aplicación de normas
bajas, las llamadas normas experimentales estadísticas, que no corresponden al
nivel actual de la técnica de la producción, no reflejan la experiencia de los
obreros de vanguardia y no estimulan el crecimiento de la productividad del
trabajo. El peso específico de estas normas es muy elevado y en muchas empresas
representan más de 50% de la totalidad de las normas de rendimiento vigente.
Las organizaciones del Partido de la económica y de los sindicatos
tienen la tarea de eliminar con mayor rapidez las causas que impiden el
crecimiento de la productividad del trabajo y asegurar en todas las ramas de la
económica nacional, en cada empresa y en cada sector de la producción el
cumplimiento y la superación de las tareas relativas al aumento de la
productividad del trabajo. Es preciso terminar resueltamente con la
deficiencias en el aprovechamiento de la abundante técnica de que disponemos,
aplicar con tesón el programa de mecanización y automatización complejas de los
procesos productivos, introducir con mayor amplitud en todas las ramas de la
economía nacional las más modernas conquistas de la técnica y de la ciencia,
perfeccionar sistemáticamente las formas y los métodos de organización del trabajo
y de la producción y mejorar la utilización de la mano de obra.
Camaradas: Nuestra industria crece, se desarrolla y es cada día más poderosa
y perfecta desde el punto de vista técnico. Seguiremos desarrollando por todos
los medios las fuerza productiva de nuestra industria socialista, como base del
poderío de nuestra Patria y del ascenso del bienestar material del pueblo soviético.
(Tempestuosos y prolongados aplausos.).
B.- AGRICULTURA
Al comenzar del periodo que abarca este informe, es decir, hacia la
época en que se celebro el XVIII Congreso del Partido, el régimen koljosiano
estaba afianzado definitivamente en nuestro país, los koljoses se habían
consolidado y el sistema socialista de economía se había confirmado como la
única forma de la agricultura.
La guerra retraso temporalmente el desarrollo de la agricultura y le
causo gran daño, sobre todo en las regiones que sufrieron la ocupación, donde
los koljoses, las estaciones de maquinarias y tractores (EMT.) y los sovjose
fueron asolados y saqueados por los invasores hitlerianos. Sin embargo, a pesar
de las enormes dificultades del tiempo de guerra, los koljoses y sovjoses de
las regiones orientales abastecieron ininterrumpidamente de productos
alimenticios al ejército y a la población y de material primas a la industria
ligera. Sin el régimen koljosiano, sin el trabajo abnegado de los koljosianos y
de las kojosianas y sin su elevada conciencia política y alto grado de
organización no hubiéramos podido resolver esta dificilísima tarea.
El paso a la construcción pacifica planteó ante el Partido la tarea
de restaurar con la mayor rapidez la agricultura y de seguir desarrollándola. En
el periodo de postguerra han sido objeto de especial solicitud por el Partido
el fortalecimiento orgánico y económico de los koljoses, la ayuda a los mismos
en la restauración y el desarrollo sucesivo de la hacienda colectiva y la
elevación, sobre esta base, del bienestar material de los campesinos
koljosianas. Para el nuevo ascenso de las fuerzas productivas de la agricultura
ha tenido gran importancia la unificación de loa koljoses pequeños, ya que los
koljoses grandes pueden ampliar y perfecciona con mayor éxito la hacienda
colectiva. En la actualidad hay 97.000 koljoses unificados en vez de los 54.000
koljoses pequeños que existían el 1.o de enero de 1950.
Como resultado de la aplicación de las medidas adoptadas por el
Partido y el Gobierno, en la agricultura fueron superadas, felizmente las
dificultada originadas por la guerra y por la intensa sequía que siguió en 1946;
en un corto plazo fue alcanzado y rebasado el nivel de producción agrícola de
anteguerra.
En los años de postguerra se ha restablecido a ritmo rápido el área
de siembra, se ha elevado la productividad de la tierra y se ha incrementado la
producción global de cereales, plantas industriales y forrajeras, hortaliza,
cucurbitáceas y otros cultivos agrícolas. En 1952, la superficie de siembra de todos
los cultivos agrícolas ha superado en 5,3 millones de hectáreas el nivel de
anteguerra.
En menos de tres años desde la terminación de la guerra fue
restaurado el volumen de la producción de cereales y se elevo en los años
siguientes, al mismo tiempo que crecía en grandes proporciones la cantidad de
cereales destinados al mercado. En el presente año, 1952, la producción global
de cereales ha sido de 8.000 millones de puds (clamorosos aplauso), con la
particularidad de que la cosecha global del cultivo alimenticio más importante,
el trigo, ha aumentado en el 48% respecto a 1940. (Aplausos).
Por tanto el problema cerealista, que era considerado ante el más
agudo y grave, ha sido resuelto con éxito, ha sido resuelto definitivamente y
para siempre. (Tempestuosos y prolongados aplausos.)
En el periodo de postguerra se ha desarrollado a ritmo especialmente
rápido la producción de algodón y de remolacha azucarera: en 1951, la
producción global de algodón en bruto rebaso en el 46% el nivel de anteguerra y
la de remolacha azucarera, en el 31%. En el presente año se ha obtenido una
cosecha más abundante aún de estos importantes cultivos. Ha sido sobrepasado el
nivel de anteguerra en la producción de plantas oleaginosa, de patatas y de
forrajes. La producción global de forrajes jugosos (raíces forrajeras,
cucurbitáceas para el ganado y plantas de ensilaje) fue ya en 1951 un 25% más
elevada que en 1940. En los años de postguerra ha aumentado notablemente la
cosecha de lino, legumbres y cucurbitáceas. Sin embargo, debido a la
insuficiente atención prestada por los órganos del Partido, de los Soviet y de
la agricultura a la producción de estos
cultivos necesarios, en algunas regiones no se ha alcanzado todavía el nivel de
anteguerra en la producción de lino y de legumbres.
En el presente año, lo mismo que en los anteriores, se están
cumpliendo con éxitos los planes de acopios de cereales para el Estado, de
acopios de algodón, remolacha azucarera, semillas de planta oleaginosas,
patatas, legumbres y otros cultivos agrícolas, así como de productos de la
ganadería.
Nuestra agricultura tiene un nivel técnico cada vez más alto, es más
productiva y da más y más producción para el mercado. Es preciso comprender
esta importantísima particularidad del desarrollo de nuestra agricultura. Ahora
cuando el problema cerealista ha sido resuelto con éxito, no se pueden
enjuiciar ya a la antigua los resultados de la agricultura teniendo en cuenta
solamente la cantidad de cereales recogidos. Como se desprende de los datos
aportados, además de los éxitos de la producción de cereales, en nuestro país
se han conseguido grandes progresos en el desarrollo de la producción de algodón, remolacha azucarera, plantas
oleaginosas, forrajera y otros cultivos agrícolas, Nuestra agricultura actual
es cualitativamente otra, se distingue de modo radical de la vieja agricultura
extensiva, de poco rendimiento. Mientras que en 1952 el área de siembra de
todos los cultivos agrícolas en la URSS ha sido 14 veces
mayor que en 1913, habiendo aumentado en el 5% la superficie del cultivo de
cereales, el área de siembra de plantas industriales, hortalizas y cucurbitáceas
se ha elevado en más de 2,4 veces y la de plantas forrajeras; en más de 11
veces. En la actualidad, más del 40% del valor total de la producción del campo
destinada al mercado corresponde a los cultivos industriales. Por consiguiente,
sería un burdo error valorar los éxitos de la agricultura teniendo en cuenta únicamente
el nivel de la producción de cereales.
En los años de postguerra se ha dedicado gran atención a suministrar
una nueva técnica a la agricultura. Sin esto no hubiéramos podido resolver en
un breve plazo la tarea de restaura e imprimir un nuevo desarrollo a la
agricultura. Durante este periodo el parque de maquinas y tractores ha sido
aumentado con gran numero de nuevos tractores de oruga más perfectos, dotados
de motores Diesel, de cosechadoras combinadas automotrices, segadoras de heno,
cosechadoras de remolacha, de lino, de algodón y otras maquinas de elevado
rendimiento. En comparación con el nivel de anteguerra, la potencia total del
parque de tractores en las EMT y en los sovjoses se ha incrementado en el 59% y
el de cosechadoras combinadas en el 51%, La agricultura ha recibido muchas
maquinas nuevas para mecanizar los procesos laboriosos en la ganadería. Con
motivo de la considerable ampliación de la mecanización de los trabajos
agrícolas y forestales, en los años de postguerra se ha extendido la red de EMT
se han organizado por primera vez y en numero considerable estaciones de
plantaciones forestales (para mecanizar los trabajos de plantación de franjas
forestales protectoras de los cultivos) estaciones de bonificación de terrenos
y prados (para mecanizar los trabajos de desecación de terrenos y de
mejoramiento de prados y pastizales) y estaciones de maquinas para la ganadería
(destinados a mecanizar los trabajos laboriosos en la ganadería). En total,
durante este periodo se han creado q.546 nuevas EMT estaciones de plantaciones
forestales de bonificación de terrenos y prado y de maquinas para la ganadería,
ascendiendo actualmente la numero total de las mismas a 8.939.-
Los éxitos alcanzados en el desarrollo de la agricultura en los años
de postguerra han creado las condiciones para resolver en ella tareas aún más
importantes. Los intereses de la economía nacional y las tareas de la elevación
sucesiva del bienestar del pueblo soviético exigen que se aumente más todavía
la producción agrícola. En el proyecto de directrices sobre el quinto Plan
quinquenal se prevé el siguiente aumento de la cosecha global durante el
quinquenio: cereales, en 40-50% (trigo, 55,65%) algodón en bruto, 55-65%; fibra
de lino, 40-50%: remolacha azucarera, 65-70%; girasol, 50-60%; y patatas,
40-45%: elevándose en dos o tres veces, aproximadamente la producción de
plantas forrajeras.
Ahora, cuando ha sido alcanzado y sobrepasado el nivel de anteguerra
del área de siembra, la única línea justa para aumentar la producción agrícola
es seguir elevando por todos los medios el rendimiento de la tierra. El aumento
del rendimiento de la tierra es la tarea principal de la agricultura. Para
resolverla con éxito es necesario elevar la calidad de las labores del campo y
reducir los plazos en su realización, mejorar el aprovechamiento de los
tractores y de las maquinas agrícolas, dar cima a la mecanización de los
trabajos fundamentales de la agricultura, asegura que los koljoses y sovjoses
asimilen con la mayor rapidez la rotación del cultivo con inclusión de plantas
perennes, mejorar la selección de semillas, introducir por doquier un sistema
racional de laboreo del terreno y aumenta la cantidad de abonos y de tierra de
regadío. Hay que impulsar el papel organizador de las EMT en los koljoses y
elevar su responsabilidad por el cumplimiento de los planes de rendimiento de
la tierra y de recogida global de cultivos agrícolas y por el desarrollo de la
agricultura.
Nuestra agricultura debe ser aún más productiva y tener un nivel
técnico más alto, contar con un desarrollado cultivo de hierba y rotaciones de
cultivos racionales y con un peso especifico más elevado del área de cultivo de
plantas indústriale y forrajeras, de hortalizas y patatas.
En los años de postguerra, con motivo de los importantes éxitos
conseguidos en el auge de la agricultura, el máximo desarrollo de la ganadería
ha sido la tarea central del Partido y del Estado en el fomento de la
agricultura. En el periodo comprendidos entre julio de 1945 a julio de 1952, el numero de cabezas de ganado ha aumentado en
la URSS en las siguientes proporciones: vacuno, en 13,4 millones; lanar, en
41,8 millones; porción, en 21,2 millones, y caballar, en 5,6 millones. El nivel
de 1940, año de anteguerra, por el numero de cabezas de ganado vacuno en las
haciendas de todas las categorías fue alcanzado en 1948; el del ganado lanar en
1950, y el ganado porcino, en el corriente año. A fin de asentar sobre una base
firme la producción ganadera, el Partido
ha dedicado especial atención al desarrollo de la ganadería productiva colectiva
de los kojoses y sovjoses. Ahora la ganadería koljosiana, junto con la de los
soviets, ocupa la posición predominante en el país tanto por su peso específico
en el número total de cabezas de ganado como por el volumen de su producción.
La producción global y mercantil de carne, leche, mantequilla, huevos, lana y
cuero ha rebasado en el conjunto de la URSS el nivel de anteguerra.
(Aplausos).
Para satisfacer las crecientes necesidades de la población en
productos ganaderos y de la industria ligera en materias primas es
imprescindible conseguir un ulterior y considerable incremento de la ganadería.
En el proyecto de directrices sobre el quinto Plan quinquenal se prevé el siguiente
aumento del numero de cabezas de ganado durante el quinquenio; vacuno, en el
18-20% en el conjunto de la economía rural y en el 36-38% el ganado colectivo
de los koljoses; lanar, 60-62% y 75-80 por cientos, respectivamente; porcino,
45-50 por ciento y 85-90 por ciento; caballo, 10-12 y 14-16, respectivamente, y
aves de corral, 3-3,5 veces en los koljoses. En el proyecto de directrices se
señala el siguiente incremento de la producción; carne y tocino, en el 80-90%;
leche, en el 45-50%; lana, en 2,5, veces y huevos (en los koljoses y sovjoses),
en 6-7 veces.
La tarea principal en el desarrollo de la ganadería siendo el
aumento del número de cabeza de ganado colectivo de los koljoses y sovjoses,
simultáneamente a una elevación considerable de su productividad. Para resolver
con éxito esta tarea es preciso, en primer término, creer en todos los koljoses
y sovjoses una sólida base forrajera, asegurar buenos establos y cuadras para
el ganado y mecanizar ampliamente los trabajos de la ganadería. Es necesario
fomentar una ganadería de alta productividad, de elevado rendimiento mercantil
y que proporcione ingresos. Hay que intensificar la labor de mejoramiento
cualitativo del ganado en los koljoses y sovjoses, asegurar que se multipliquen
rápidamente las razas de ganado de alta productividad que existen hoy en la
agricultura y crear otras nuevas. Sólo es posible conseguir un sano incremento
de la ganadería si se combina racionalmente
el aumento del número de cabezas de ganado con el mejoramiento cualitativo en
masas y con la elevación de su productividad.
En los años de postguerra se han desarrollado y fortalecido
considerablemente los sovjoses, que han ampliado en proporción notable las
superficies de cultivo en comparación con el nivel de anteguerra y han aumentado
el número de cabezas de ganado productivo y la producción agrícola. Al mismo
tiempo existen serias deficiencias en la labor de los sovjoses. Uno de los
graves defectos que se observan en el funcionamiento de parte considerable de
los sovjoses es el alto precio de coste de la producción de cereales, carne,
leche y otros productos. Es necesario asegurar el aumento sucesivo del
rendimiento mercantil de los sovjoses y una reducción importante de precios de
coste de su producción, tomando como base para ello el desarrollo de múltiples
ramas de producción, el mejoramiento de la organización de ésta, la aplicación
de la mecanización compleja de todos los trabajos más pesados y la elevación
del rendimiento de los cultivos agrícolas y de la productividad de la
ganadería.
La construcción de sistema de riego y la creación de franjas
forestales de protección de los cultivos tienen gran importancia para el
desarrollo ulterior de la agricultura. Ya en los años anteriores a la guerra
fueron constituidos muchos e importantes sistema de riego, dotados de una técnica
moderna, realizándose la reconstrucción de los viejos sistemas de riego; como
resultado de ello, la superficie de tierras de regadío de hecho aumento en vez
y media en las Republicas de Asia Central y en otras regiones de
la URSS, lo que permitió resolver felizmente una tarea tan importante como
la de aumentar notablemente la producción de algodón. Se iniciaron los trabajos
para la creación de franjas forestales protectoras de los cultivos.
En los años de postguerra se han desarrollado en proporciones aún
mayores las obras de regadío y los trabajos para la creación de franjas
forestales de protección de los cultivos. Se construyen grandes sistema de irrigación
en las Republicas de Transcaucásica, donde, como resultado de estos trabajos,
la superficie de tierras de regadío de hecho aumentara en más de vez y media
durante los años próximos. Desde 1947 se están realizando trabajos para el
riesgo de tierras muy fértiles, pero afectada por la sequía, en la zona de las
Tierras Negras del Centro –en las regiones de Disk, Orel, Voronezh y Tambor-, a fin de conseguir cosechas
garantizadas de cereales, cultivos industriales y otros. Desde 1848 se llevan a
cabo grandes trabajos para crear en las zonas esteparias y estepario-forestales
de la parte europea de la URSS, grandes franjas
forestales del Estado de protección de los cultivos y franjas arbóreas
protectoras de los campos en los koljoses y sovjoses y para construir estanques
y embalses. Durante los ultimo últimos tres años y medio, los koljoses, los
sovjoses y los lesjoses (haciendas silvicultora) han efectuado la plantación de
franjas protectoras en una superficie de 2 millones 600.000 hectáreas y han constituido más de 12.000 estanque y embases. En las zonas de
humedad excesiva, ante todo en Bielorrusia y en las Republicas del Báltico, se
efectúan como antes de la guerra grande trabajos de desecación de pantanos y de
tierras pantanosas.
Ante la agricultura se abren vastas perspectivas con motivo de la
construcción de grandiosas centrales hidroeléctricas y de sistema de riego en
el Volga, el Don, el Dnieper y el Amu Daría y de la apertura del Canal
navegable Volga-Don “V.I.Lenin”. La construcción de estas centrales y sistemas permitirá
regar nuevas tierras en una superficie de más de 6 millones de hectáreas y
abastecer de agua a los pastizales de riego parcial en una superficie de 22
millones de hectáreas. Al mismo tiempo abrirá amplias posibilidades a la electrificación
de la producción agrícola, a empleo de la labranza eléctrica, de
segadoras-trilladoras eléctricas y de otras maquinas agrícolas de tracción eléctrica.
Paralelamente a las grandes obras de irrigación, en todas las
tierras de regadío se está efectuando con éxito el paso al nuevo sistema de
riego, que permite ampliar considerablemente los sectores de riego a base de
distribuir mejor la red de pequeños canales y de reducir en los campos el
número de canales permanentes, substituyéndolos por canales provisionales. Esto
da la posibilidad de aprovechar con mayor plenitud las tierras de regadío y el
agua fertilizadora y crea mejores condiciones para la mecanización de la
agricultura de regadío.
Como resultado de la realización de los grande, trabajos proyectados
para el desarrollo del riego, para la creación de franjas forestales
protectoras de los cultivos y para la desecación de terrenos pantanosos,
nuestra agricultura alcanzará un grado superior y el país se vera garantizado
para siempre contra las contingencias del tiempo. (Aplausos). La tarea consiste
en efectuar con éxito y en los plazos fijados los trabajos tendientes a
desarrollar la irrigación, a crear franjas arbóreas protectoras de los campos u
a desecar pantanos. Las organizaciones de Partido, de los Soviet y de la economía
deben prestar a esto una atención especial.
Tiene también gran importancia la aplicación de medidas orientadas a
elevar el rendimiento de los cultivos agrícolas en las zonas de la franja de
tierras no negras de la parte europea de
la
URSS. Es sabido que las zonas de esta franja cuenta con grandes posibilidades
para el feliz desarrollo de la agricultura y de la ganadería, ya que se
distingue por unas condiciones climatologiítas favorables y por la existencia
de suficiente humedad. Sin embargo, las cosechas son todavía bajas sen esta
zona. Para conseguir allí cosechas elevadas y estables es necesario, ante todo
organizar en vasta escala la calcificación de los terrenos ácidos, depositando
al mismo tiempo la cantidad suficiente de abonos orgánicos y químicos, fomentar
por todos los medios el cultivo de hierbas y mejorar el laboreo de la tierra.
Cumpliendo la tarea de restablecimiento y desarrollo de la
agricultura, nuestros órganos del Partido, de los Soviets y de la agricultura
han mejorado en los años de postguerra su labor de dirección de los koljoses,
de las EMT y de los sovjoses. Sin embargo en esta labor existen todavía errores
y deficiencias.
¿En qué consisten los errores y las deficiencias en la dirección de
la agricultura y cuales son las tareas a este respecto?
Hay que señalar, ante todo, que algunas de nuestros funcionarios
dirigentes, particularmente con motivo de la unificación de los koljoses
pequeños, incurrieron en el error de abordar los problemas de la construcción
koljosiana con un criterio falso de simples consumidores. Proponían realizar a
marcha forzadas el traslado en masa de las aldeas a grandes poblados
koljosianos , derribar todos los viejos edificios de los koljoses y las casas
de los koljosianos y crear en nuevos lugares grandes “poblados koljosianos”, “ciudades
koljosianas” y ciudades agrarias”, considerando esto una importantísima tarea
del fortalecimiento orgánico y económico de los koljoses. El error de estos
camaradas consiste en que han olvidado las tareas de producción principales de
los koljoses y han planteado en primer plano áreas de consumo derivados de
ellas, tareas de organización de las condiciones de vida en los koljoses. Las
tareas de organización de las condiciones de vida tienen, indudablemente, gran
importancia; pero de todos modos, son tareas derivadas, subordinadas, y no
principales, y sólo pueden ser resueltas con éxito sobre la base de una
desarrollada producción social. El olvido o el menosprecio de las tareas
principales, las de producción, puede llevar todo nuestro trabajo práctico en
el campo por un camino equivocado, puede dificultar el ascenso ulterior de los
koljoses y causar daño tanto a la propia organización de las condiciones
materiales de existencia como a la construcción como a la construcción socialista
en su conjunto. El Partido tomó medidas oportunamente para corregir estas
tendencias erróneas en la construcción koljosiana. Los órganos del Partido, de
los Soviets y de la agricultura tienen el deber de seguir manifestando
constantemente preocupación por el fortalecimiento y desarrollo de la economía
social de los koljoses, que es la fuerza principal de éstos, y, sobre esa base,
garantizar el ascenso del rendimiento mercantil de la producción koljosiana y
la elevación sucesiva del bienestar
material y de las condiciones generales de vida de los koljoseanos.
Además, es necesario señalar que en muchos koljoses y sovjoses está
muy extendida la práctica de crear empresas auxiliares para la fabricación de
ladrillos, tejas y otros artículos industriales. La experiencia ha demostrado
que esto encarece el precio de los materiales de construcción y de los artículos
industriales y –lo que es principal- distrae a los koljoses y sovjoses de la
solución de las tareas de la producción agrícola y constituye un freno para el
desarrollo de la agricultura. Hay que corregir esta situación y concentrar por
entero todos los esfuerzos de los koljoses y sovjoses en el continuo desarrollo
de las múltiples remas de la producción agrícola para utilizar con mayor
plenitud sus posibilidades económicas y las condiciones naturales, a fin de
aumentar por todos los medio la producción de cereales, algodón, remolacha
azucarera, lino, patatas, carne, leche huevos, lana, legumbres, frutas, té y
otros productos agrícolas. Por lo que se refiere a los materiales de
construcción y a otros artículos industriales nuestra industria del Estado y
las cooperativas de producción industrial tienen la posibilidad y el deber de
abastecer plenamente de todo ello a los koljoses y sovjoses a precios más
bajos.
Hay que reconocer, además, que todavía tienen lugar hechos de
dilapidación de los bienes koljosianos y otras infracciones del Estatuto del
artel agrícola. Algunos funcionarios de los órganos del Partido, de los Soviets
y de la agricultura, en lugar de velar por los intereses de la económica social
de los koljoses, se dedican ellos mismos a apropiarse bienes de los koljoses,
infringen groseramente las leyes soviéticas, mantienen una actitud de
arbitrariedad y de ilegalidad respecto a los koljoses. Aprovechándose de sus
cargos, esos funcionarios ocupan tierras colectivas, coaccionan a las juntas
directivas y a los presidentes de los koljoses para que les entreguen
gratuitamente o a bajo precio cereales, carne, leche y otros productos y para
que les cambien ganado poco productivo de su propiedad personal por ganado
altamente productivo y más valioso, perteneciente a los koljoses, etc. Todos
estos actos antikoljosiano y antiestatales causan grave daño a los campesinos
koljosianos, frenan el sucesivo fortalecimiento orgánico y económico de los
koljoses y socavan la autoridad del Partido y del Estado Soviético. Es
necesario acabar decididamente con las infracciones del Estatuto del artel
agrícola y castigar con todo el rigor de las leyes del Estado socialista, como
enemigos del régimen koljosiano, a todos los culpables de dilapidación de los
bienes koljosianos.
ES preciso señalar también que los órganos del Partido, de los
Soviets y de la agricultura no se ocupan de modo satisfactorio de cuestiones
tan importantes como la organización del trabajo en los koljoses. Como se sabe,
ciertos funcionarios dirigentes han aplicado una línea errónea en las
cuestiones de organización del trabajo en los koljoses creando en ellos
cuadrillas separadas y suprimiendo las brigadas de trabajo, lo que estaba
dirigido prácticamente contra la mecanización de la hacienda cerealista y
origino un debilitamiento de los koljoses. La labor realizada para terminar con
estos errores y tergiversaciones ha permitido mejorar en grado considerable la
organización de las faenas en los koljoses y fortalecer las brigadas de
trabajo. No obstante, es esta cuestión existen todavía defectos esenciales. En
muchos koljoses, las brigadas de trabajo no tienen una composición fija; no se
les asigna con carácter permanente medios de producción, lo que acarrea la
falta de responsabilidad individual; se pierde muchas horas de trabajo a causa
de la falta de dirección, lo que disminuye la productividad del trabajo de los
koljosianos y retrasa la realización de las labores agrícolas. Los órganos de
Partido, de los Soviets y de la agricultura tienen el deber de preocuparse
diariamente de mejorar la organización de trabajo en los koljoses. Es menester establecer
en los koljoses un sistema más progresivo de distribución de los ingresos, con
arreglo al cual la distribución de éstos entre los miembros del artel se
realice a base del número de jornadas de trabajo efectuadas por cada
koljosiano, en dependencia directa con la producción agrícola obtenida de hecho
por cada brigada, cuadrilla o koljosiano. Esto permitirá elevar
considerablemente la productividad del trabajo de los koljosianos y terminar
definitivamente con el igualitarismo y
coadyuvará a un aumento sucesivo del valor de la remuneración por jornada de
trabajo.
Es preciso señalar asimismo que en la dirección de la agricultura no
se ha liquidado todavía el modo estereotipado y formal de abordar la solución
de muchas cuestiones prácticas. Sin tener en cuenta las condiciones concretas
locales, los dirigentes del Partido, de los Soviets y de los organismos
agrícolas dan frecuentemente instrucciones idénticas a todos los distintos,
koljoses, EMT y sovjoses respecto a la agrotécnia, a la ganadería, a la
organización del trabajo y a otras cuestiones de la agricultura. Estas
instrucciones, justas y necesarias para unos distritos y haciendas, son con
frecuencia inútiles, y a veces incluso perniciosas, para otros distritos y
haciendas. Entre los funcionarios del Partido, de los Soviets y de los órganos
agrícolas hay todavía bastantes personas que enjuician la agricultura y tratan
de dirigirla partiendo de los llamados índices medios. Estos funcionarios
juzgan sobre el rendimiento de la tierra por los datos medios y sobre la
productividad de la ganadería, también por los índices medios. Contentándose
con los datos medios, koljoeses y sovjoses atrasados, donde las cosas marchan
mal no se puede adoptar a su debido tiempo medidas eficaces para prestarles la
ayuda que necesitan. De otra parte, tras los datos medios no es posible ver los
distritos, koljoses y sovjoses que han avanzado mucho y para los cuales las
tareas basadas en los índices medios lejos de movilizarles les hacen
retroceder, frenan su desarrollo.
Por último, es necesario señalar los defectos esenciales existentes
en la introducción en la agricultura de las conquistas de la ciencia y de la
experiencia de vanguardia. En nuestro país hay muchos koljoses, EMT y socjoses
avanzados, se cuenta por millares los trabajadores de vanguardia de la
agricultura que aplican con espíritu creador las conquistas de la ciencia y
consiguen grandes resultados en la elevación del rendimiento de la tierra y de
la productividad de la ganadería. Sin embargo, la experiencia de vanguardia se
propaga y se aplica aún de modo insatisfactorio en la producción de los koljoses
y sovjoses. Nuestra ciencia agronómica ha hecho una gran aportación al auge de
la agricultura. Han sido puestas al desnudo y aplastadas las ideas
anticientíficas y reaccionarias en la ciencia agronómica y ésta se desarrollo
ahora sobre la única base aceptada, la basa materialista, michuriana,
pertrechando a nuestros funcionarios en su labor encaminada a desarrollar la
agricultura. Mas, a pesar de los progresos conseguidos, la ciencia agronómica
va aún a la zaga de las exigencias de la producción koljosiana y sovjosiana. El
sistema socialista de la agricultura ofrece un amplio campo a la ciencia,
permite difundir con rapidez las conquistas de la ciencia y de la experiencia
de vanguardia y convertirlas en patrimonio de todos lo koljoses, EMT y sovjoses.
Los órganos del Partido, de los Soviets y de la agricultura tienen un importantísimo
deber: desarrollar al máximo la iniciativa creadora de los trabajadores científicos
y prácticos, multiplicar las filas de los artífices de abundantes cosechas y
una elevada productividad de la ganadería, apoyar todo avanzado y progresivo e
introducir con mayor rapidez en todas las ramas de la producción, koljosiana y
sovjosianas las realizaciones de la ciencia y de la experiencia de vanguardia
en la agricultura.
Camaradas: Todos nos congratulamos del colosal crecimiento de
nuestra agricultura socialista. Nuestra agricultura y nuestra ganadería
experimentan hoy un nuevo y poderoso auge. No hay duda de que en los años
próximo nuestros koljoses, EMT y sovjoses, dotados de una abundante técnica,
conseguirán éxitos más considerables aún en el desarrollo de la agricultura y
que tendremos en el país abundancia de productos alimenticios para el pueblo y
todas las materias primas necesarias para la industria ligera, que se desarrolla
rápidamente. (Prolongados aplausos).
C.- CIRCULACIÓN DE
MERCANCÍAS, TRANSPORTE Y COMUNICACIONES.
Simultáneamente al crecimiento de la industria y de la agricultura
se ha desarrollado también en el país la circulación de mercancías. En los años
de postguerra, la circulación de mercancías en la red comercial del Estado y de
las cooperativas ha aumentado en 2,9 veces, rebasando en medida considerable el
nivel de anteguerra. En 1951, la venta de mercancías a la población en los
comercios del Estado y de las cooperativas fue superior a la de 1940 en las
siguientes proporciones: carne y derivados, 80%; pescados y derivados, 60%;
manteca, 80%; aceite vegetal y otras grasas, casi en el doble; azúcar, 70%;
tejidos, 80%; calzado, 50%. Se ha extendido la red comercial al por menor del
Estado y de las cooperativas, se ha ampliado considerablemente el surtido y se
ha mejorado la calidad de los artículos vendidos. Sin embargo, en el comercio
de nuestro país existen todavía muchos defectos importantes. Las organizaciones
comerciales estudian aún deficientemente la demanda de la población, cometen
errores en el transporte y distribución de mercancías a las regiones y
Republicas. En diversos lugares está mal organizado el servicio a los
compradores. La tarea consiste en liquidar en corto plazo las deficiencias
existentes y elevar el comercio soviético a un escalón nuevo, superior. El
proyecto de directrices sobre el quinto Plan quinquenal prevé para fines del
quinquenio un amento de la circulación de mercancías en el comercio al por
menor del Estado y de las cooperativas del 70%, aproximadamente, en comparación
con 1950.
El incremento de la producción y de la circulación de mercancías ha
ido acompañado del desarrollo de todos los medios de transporte y de las cargas
trasportadas.
Durante
la Gran Guerra Patria, nuestro
transporte, ante todo el ferroviario, cumplió con éxito la difícil tarea de
asegurar el transporte de cargas militares, así como el de cargamentos para la economía
nacional. En los años de postguerra, todos los tipos de transporte no sólo han
sido restaurando, sino que han crecido considerablemente en comparación con el
periodo de antes de la guerra. En relación con 1940, el transporte de mercancías
ha aumentado este año en las proporciones siguientes: por ferrocarril, 80%,
aproximadamente; por vía fluvial y marítima, 60%; por automóvil, en 3,1 veces,
y por vía aérea (flota civil), en 9,2 veces. En los ferrocarriles, la carga de
dia diaria en los vagones este año un 40%, aproximadamente, más elevado que en
1940.
Ahora, todos los tipos de transporte disponen de una base técnica
más potente, Ha sido elevada la capacidad de tráfico de las principales líneas
férreas mediante la reconstrucción y el tendido de vías dobles complementarias,
al aumento de las vías de estacionamiento, la colocación de rieles de tipo
pesado, el incremento de los sectores equipados con el sistema del
enclavamiento automático y la aplicación de otras medidas; se han construido y
puesto en explotación nuevos ferrocarriles; se han continuado los trabajos de electrificación
de las líneas férreas de mayor trafico; ha aumentado considerablemente el
parque de locomotoras y de vagones, en particular con potentes locomotoras y
vagones de gran capacidad de carga.
El transporte por agua, la longitud de las vías fluviales interiores
utilizadas para la navegación superaba el año pasado en 23.000 kilómetros la existencia en 1940. El transporte marítimo y fluvial ha sido
reforzado con nuevos barcos de carga y buques de pasajeros. El nivel de
mecanización de las operaciones de carga y descarga se ha elevado notablemente
con respecto a 1940, aumentando para 1951 en las proporciones siguientes:
Ministerio de
la Flota Fluvial, 83%, y
Ministerio de
la Flota Marítima, 90%.
El transporte automóvil ha sido dotado de nuevos y más perfectos
camiones y coches de turismo. La rede de carreteras con fijes especiales ha
aumentado en 3,1 veces con relación a 1940.
En los años de postguerra han continuado desarrollándose los medios
de comunicación: correos, telégrafos, teléfonos y radios. Han sido ampliada la
red telefónica y telegráfica del país y ha aumentado la capacidad de las
centrales telefónicas urbanas ahora, todos los centros de distritos tienen
comunicación telefónica y telegráfica con las capitales de región y se ha
terminado en lo fundamental, la instalación de teléfonos en los Soviets rurales
y en
la EMT. En la actualidad, el número
de receptores de radio ha aumentado casi el doble con respecto de 1940. Se ha
incrementado de modo considerable la circulación postal; la longitud de las líneas
aéreas postales ha crecido en 2,5 veces.
Al lado de los éxitos alcanzados, en el funcionamiento del
transporte y de las comunicaciones existen grandes defectos. Muchos
ferrocarriles, líneas de navegación y empresas de transporte automóvil no
cumplen los planes que tienen fijados de carga y traslado de mercancías, Son
todavía muy prolongado los estacionamientos de los vagones y de los barcos
durante las operaciones de carga y descarga. En los ferrocarriles o han sido
liquidados aún los transportes de carga excesivamente largos e irracionales. Se
halla todavía mal organizado el funcionamiento del transporte automóvil, es
elevado el número de camiones que no se emplean, y los automóviles que
funcionan realizan muchos recorridos inútiles. Entre las deficiencias de los
servicios de comunicaciones hay que señalar que los organismos correspondientes
no satisfacen aun de modo organizado las necesidades de la económica nacional y
de la población con medios de comunicación.
Es necesario seguir desarrollando y perfeccionando el funcionamiento
de toda clase de transporte y de comunicaciones, cuidar de los medios de
transporte y mostrar infatigable solicitud por su conservación; fomentad y
reforzar la base técnica de todos los tipos de transporte y mejorar en todos
los aspectos el funcionamiento de los servicios de correos, telégrafos y
teléfonos.
D.-EL RÉGIMEN DE
ECONÓMICA, PALANCA IMPORTANTÍSIMA PARA EL ASCENSO SUCESIVO DE
LA ECONOMÍA NACIONAL
El desarrollo de la economía nacional de
la URSS se realiza con los propios recursos, con las fuentes interiores de
acumulación. Por eso, nuestro Partido ha dedicado siempre y dedica gran
atención a la lucha por un rigurosísimo régimen de economía, considerándolos
como una premisa importantísima para la creación de acumulaciones económicas
interiores y para el empleo acertado de los recursos acumulados. El régimen de economía,
como método de gestión socialista desempeño un gran papel en la
industrialización d país. Ahora, cuando tiene lugar en nuestro país un nuevo y
poderoso ascenso de la economía nacional y se lleva a cabo simultáneamente la
rebaja sistemática de los precios de los artículos de amplio consumo el régimen
de economía adquiere una importancia mayor aún. Cuando más plena y racionalmente
aprovechamos los recursos productivos y con mayor cuidado y prudencia dirijamos
nuestra economía tanto mayores serán los éxitos en el desenvolvimiento de todas
la ramas de la economía nacional y tanto mejores serán los resultados que
obtengamos en la elevación del nivel material y cultural de vida del pueblo.
Sin embargo se observan grandes deficiencias en la movilización y aceptado
aprovechamiento de los recursos internos de la economía nacional.
Es necesario señalar, ante todo, las grandes pérdidas y gastos
improductivos que existen en la industria. En diversas ramas industriales se
aprovecha mal la capacidad de producción. Muchos ministerios determinan la
capacidad de las empresas tomando como base los “puntos débiles” de la
producción; al calcular la capacidad de producción se aplican con frecuencia
normas rebajadas de rendimiento del utilaje, se establecen normas de la
cantidad de trabajo que requieren lo artículos sin tener en cuenta la
tecnología avanzada y los métodos más perfectos de organización del trabajo. En
lugar de incremental la producción mediante un mejor aprovechamiento de los
recursos internos de las empresas, los ministerios exigen a menudo del Estado
la inversión de fondos básicos para la construcción de nuevas empresas. Muchas
de éstas tienen elevadas pérdidas debido a la mala administración y al consumo
excesivo de materiales, materias primas, combustible, energía eléctrica,
herramientas y otros valores materiales, infringiéndose con frecuencia las
normas de gastos establecidas e introduciendo débilmente sucedáneos que
sustituyen por completo a los materiales naturales: es todavía elevada la
cantidad de producción defectuosa. En 1951, por ejemplo las perdidas y los
gastos improductivos de las empresas de la industria de
la Unión ascendieron a 4.900 millones de rublos incluidas las perdidas
originadas por la producción defectuosas que se elevaron a 3.000 millones de
rublos.
Como consecuencia del aprovechamiento insatisfactorio de la
capacidad de producción y de las elevadas pérdidas que origina la mala
administración, muchas empresas de la industria no cumplen las tareas que les
han sido señaladas respecto a la reducción del precio de coste de la producción
y toleran grandes gastos excesivos de recursos. En las empresas se registran
graves infracciones en la planificación del precio de coste de la producción. Algunos
dirigentes de la economía, guiados por los intereses estrechos de sus empresas
y en detrimento de los intereses del Estado, crean artificialmente “reservas”
en los planes referentes al precio de coste de la producción mediante la
elevación de las normas de consumo de materias primas y de materiales y de un
aumento injustificado de los índices de la cantidad de trabajo que requieren
los artículos. Esta practica antiestatal se siguen ciertas empresas en la
planificación del precio de coste de la producción testimonia la ausencia del
debido control por parte de los ministerios en este problema. En lugar de
estudiar debidamente las condiciones de producción de cada empresa y de adaptar
las medidas necesarias que aseguren la disminución sistemática del precio de
coste de la producción, los ministerios permiten la planificación del precio
de coste sin comprobar y refrendar los cálculos
de los planes.
Hay que señalar, además, que en la construcción se aplica con
singular desacierto el régimen de economías. Nos resulta todavía cara la
edificación. Los funcionarios de la construcción se rezagan considerablemente
de los de la industria en lo que se refiere a disminuir los gastos en la
producción. En la organización de los trabajos de construcción existen grandes
deficiencias; se utilizan insatisfactoriamente los medios de mecanización, es
baja la productividad del trabajo, se tolera el consumo irracional de
materiales y son excepcionalmente elevados los gastos accesorios. Un grave
defecto en la construcción de obras básicas es la dispersión de fuerzas y
recursos entre las numerosas organizaciones constructoras, gran número de las
cuales son pequeñas organizaciones que no utilizan con eficiencias los medios
de mecanización. Todo esto conduce al encarecimiento de la construcción, al
incremento desmesurado del aparato administrativo y de dirección y a cuantiosos
gastos accesorios. En 1951, por ejemplo, los gastos accesorios realizados en la
construcción por encima de las normas establecidas ascendieron a más de 1.000 millones
de rublos, y en lugar de obtener los 2.900 millones de rublos de beneficio
determinados por el plan, las organizaciones de la construcción tuvieron ese
año una pérdida de 2,500 millones de rublos.
Prosigamos. Se registran también grandes pérdidas y gastos
improductivos en la agricultura. La agricultura está equipada actualmente con
una cantidad de maquinarias considerablemente mayor que en el periodo de
anteguerra. Sin embargo, existen grandes defectos en el aprovechamiento de los
tractores y de la maquinaria agrícola. En muchas EMT y sovjoses no se conserva
como es debido el parque de maquinas y tractores, a causa de lo cuál se
desgasta prematuramente la maquinaria agrícola y se toleran considerables
gastos excesivos en la reparación de las maquinas; se consume en proporciones
desmesuradas combustible y lubricantes. Todo esto origina la elevación del
precio de coste de las labores que realizan los tractores. En muchas EMT,
kolsoses y sovjoses no ha sido liquidada todavía la incuria en la
administración; debido a la mala organización del trabajo no se reconoce íntegramente
la cosecha y se consienten grandes pérdidas de la misma; está organizada de
modo insatisfactoria la conservación de los bienes del koljos; a causa de las
malas condiciones en que se encuentra el ganado, en numerosos koljoses está muy
extendida la epizootia y el rendimiento de la ganadera es bajo.
En el transporte son también elevados las pérdidas y los gastos
improductivos. Muchos ferrocarriles y empresas de transporte marítimo, fluvial,
y automóvil efectúan considerables gastos excesivos y tienen pérdidas a causa
del incumplimiento del plan de transporte de mercancías, de los prolongados
estacionamiento de vagones, barcos y automóviles, del consumo desmesurado de
combustible y de las perdidas originadas por la mala administración. Se
registran todavía muchos casos de actitud negligente respecto a la conservación
de material rodante, de las embarcaciones y de los automóviles, lo que causa
graves perjuicios al Estado.
Además, son extraordinariamente elevados los gastos accesorios de
acopios, conservación y venta de los productos agrícolas; son grandes también
los gastos de la circulación de mercancías sufragados por las organizaciones
comerciales. El aparato de las organizaciones
de acopio, comerciales y de venta es desmesurado en extremo. Tanto en el
centro como en los diversos lugares existe gran número de organizaciones de
acopios y de venta que se dedican con frecuencia a acopiar y vender los mismos productos y
materias primas. A causa de los defectos en la planificación de los acopios y
de la venta se efectúan transporte irracionales de mercancías y a distancias
excesivamente largas. Los elevados gastos accesorios que se realizan en los
acopios, conservación y venta de los productos agrícolas son consecuencia de
los ministerios de los que dependen las organizaciones de acopios y de venta no
se preocupan como es debido desminuir esos gastos, no controlan el precio de
coste de los productos acopiados. La falta de control por parte de los
ministerios crea un terreno propicio para toda clase de abusos y permite a las
organizaciones encargadas de los acopios incluir en los gastos originados por
los acopios todos los perjuicios y pérdidas, ocultando, de este modo, su mala
administración. La falta de orden debido y de un régimen de economía en las
organizaciones de los acopios., del establecimiento y de la venta causa al
Estado pérdidas por valor de varios miles de millones de rublos.
Por último, son todavía elevados los gastos administrativos y de
gestión. En los últimos años se han efectuado reiteradas reducciones del
aparato administrativo y de gestión en diversos organismos del Estado. Sin
embargo, esto se efectuó principalmente desde arriba, por vía administrativa. La
disminución de los gastos para el mantenimiento del aparato administrativo y de
gestión no es aún objeto de preocupación diaria de los dirigentes de las
instituciones y de las organizaciones. Muchos ministerios y departamentos
permiten el mantenimiento de funcionarios por encima de las plantillas
establecidas. Existen grandes sobrantes de personal en las instituciones y
organizaciones regionales, urbanas y de distrito.
La experiencia demuestra que el perfeccionamiento del trabajo del
aparato administrativo y de gestión, así como el mejoramiento de la
organización de los acopios y de la venta permiten y permitirán liberar a parte
de los funcionarios. Las organizaciones económicas y del Partido tienen el
deber de utilizar acertadamente a los funcionarios que han que han quedado
libres en beneficio del desarrollo de la economía nacional. Los ministerios
correspondientes, El Ministerio de Reservas de Trabajo y las organizaciones del
Partido y de los sindicatos están obligados a preocuparse de que estos cuadros
reciban la calificación profesional necesaria y puedan aplicar sus energías en
aquellas ramas de la economía cuyo desarrollo exige el aumento de
especialistas.
En todas las ramas de la economía nacional se observan gastos
superfluos de recursos materiales, de dinero y de mano de obra, lo que
demuestra que muchos dirigentes se han olvidado del régimen de economías , no
se preocupan de que los recursos del Estado sean invertidos de modo racional y económico
y no muestran la debidas solicitud por mejorar la actividad financiera y económica
de las empresas e instituciones regidas por ellos, y la organizaciones del
Partido no advierten esos defectos y no corrigen a semejantes dirigentes.
La tarea consiste en acabar con la actitud indiferente de los dirigentes
de la economía y de las organizaciones de Partido ante los hechos de mala
administración y de los despilfarros. En todo nuestro trabajo económico y de
partido deben ocupar siempre un lugar central las cuestiones relacionadas con
la aplicación del más riguroso régimen
de economías. Debemos preocuparnos infatigablemente de educar a los ciudadanos soviéticos
en el espíritu de una actitud solicita hacia la propiedad social, socialista.
Hay que acabar de raíz con todos los gastos superfluos de recursos materiales,
de mano de obra y de dinero y asegurar sistemáticamente el cumplimiento y
superación de las tareas encaminadas a reducir el precio de coste de la
producción. Hay que redoblar la lucha contra la mala administración, disminuir verticalmente
los gastos accesorios en la industria, en la construcción, en el trasporte, en
la agricultura, en las organizaciones comerciales, de acopio y de venta,
simplificar resueltamente y hacer menos costoso el aparto de Estado y de la economía:
es preciso que los organismos financieros intensifiquen el control económico de
cumplimiento de los planes de trabajo y de la aplicación del régimen de economías.
Nuestros dirigentes de la economía deben dominar a la perfección los métodos de
gestión socialista y están obligados a elevar el nivel de su preparación
técnica y económica, a mejorar sistemáticamente los métodos de producción a
buscar, encontrar y aprovechar las reservas ocultas en las entrañas de la economía
nacional.
***
El desarrollo sucesivo de la emulación socialista tiene enorme
importancia para la feliz solución de las tareas del fomento de la economía
nacional. El Partido ha prestado siempre gran atención a la organización de la
emulación y ha considerado que lo principal en la emulación socialista consiste
en estimular a los rezagados para que alcancen en el trabajo el nivel de los
mejores. En las condiciones existentes en nuestra sociedad el ejemplo positivo
en el trabajo desempeña un inmenso papel en cada sector de la construcción
socialista. Los cuidadnos soviéticos se persuaden cada día por propia
experiencia de que los mejores ejemplos de organización de la producción, la
introducción de la nueva técnica y los perfeccionamientos e inventos de todo
género se traducen indefectiblemente en un alivio del trabajo y conducen al
mejoramiento del bienestar material de los trabajadores. En todos los sectores
de la edificación socialista contamos con numerosos ejemplos de iniciativa
creadora de los trabajadores, orientada a asegurar el incesante desarrollo y
perfeccionamiento de la producción socialista. Nuestro pueblo es famoso desde
hace mucho por su iniciativa creadora, su ingenio y su inventiva.
Los enemigos del socialismo y sus secuaces de toda laya presentan el
socialismo como un sistema de anulación de la individualidad. No hay nada más
primitivo y vulgar que semejante idea. Está demostrado que el sistema
socialista ha garantizado la emancipación de la personalidad, el florecimiento
de la creación individual y colectiva y ha facilitado las condiciones para el múltiple
desarrollo de los talentos y capacidades que se ocultan en el seno de las masas
populares.
En nuestro país, el trabajo honrado es tenido en alto aprecio y se
le estimula de buen grado. El Partido y el Gobierno aplican ampliamente el
sistema de premios y recompensas a los trabajadores por las realizaciones y los
éxitos en el trabajo en todas las esferas de la economía nacional y de la
cultura. Sólo después de
la Guerra Patria, han sido
condecorados con órdenes y medallas de
la URSS 1.346.000 obreros, koljosianos, hombres de ciencia, ingenieros,
técnicos, empleados, médicos, maestros y otros trabajadores; la relevada
actividad innovadora de 6.480 trabajadores de nuestro país ha sido distinguida
con la adjudicación del alto titulo de Héroes del Trabajo Socialista.
La tarea de las organizaciones del Partido de los Soviets,
económicas, sindicales y del Komsomol consiste en desplegar con más amplitud la
emulación de todos los sectores de la construcción socialista, apoyar con todas
la fuerzas los ejemplos positivos de trabajo y las iniciativas progresivas de los trabajadores de vanguardia
y de los innovadores y difundir por todos los medios la experiencia avanzada
entre toda la masa de trabajadores para ayudar a los rezagados a alcanzar el
nivel de los que van en vanguardia. En la lucha de lo nuevo contra lo viejo, de
lo avanzado contra lo retrogrado, es importante no sólo ver las fuerzas que son
las creadoras del nuevo régimen social; es preciso también educar
constantemente a estas fuerza preocuparse de su máximo desarrollo, organizarlas
y perfeccionarlas sin descanso para marchar delante de éxito en éxito.
2.-
AUGE ULTERIOR DEL BIENESTAR MATERIAL DE
LA
PROTECCIÓN DE
LA
SALUD Y
DEL NIVEL
CULTURAL DE
LA
VIDA DEL
PUEBLO
Los éxitos alcanzados en todas las ramas de la económica nacional
han conducido a una nueva elevación del nivel material y cultural de vida de la
sociedad soviética. Esto es completamente lógico, no podía esperarse otro
resultado, ya que el objetivo del desarrollo de la producción socialista en
nuestro país es asegurar la satisfacción máxima de las necesidades materiales y
culturales de la sociedad, siempre crecientes.
El exponente fundamental del ascenso del bienestar del pueblo
soviético es el crecimiento constante de
la renta nacional. De 1940 a 1951 la renta
nacional de la URSS ha crecido en el 83%. A diferencia de los países capitalistas,
donde más de la mitad de la renta nacional se lo apropian las clases
explotadoras, en
la Unión Soviética toda la renta
nacional es patrimonio de los trabajadores. Los trabajadores de
la URSS reciben para la satisfacción de sus necesidades personales
materiales y culturales cerca de las tres cuartas partes de la renta nacional,
destinándose la parte restante a ampliar la producción socialista y a otras
necesites generales del Estado y de la sociedad.
Una fuente importantísima del crecimiento del salario real de los
obreros y empleados y de los ingresos reales de los campesinos es la rebaja
sucesiva de los precio de los artículos de amplio consumo que verifica el
Estado. Con las cinco rebaja de los precios al por menor del Estado realizadas
desde 1947 hasta 1952, los precios de los productos alimenticios y de los artículos
industriales son actualmente inferiores en dos veces, por termino medio, a los
que existían en el IV trimestre de 1947.
Como es sabido, los obreros y los empleados de nuestro país reciben
por cuenta del Estado subsidios en virtud de los seguros sociales y pensiones
en concepto de asistencia social, plazas gratuitas o con grandes descuentos en
los sanatorios, casas de descanso e instituciones de pueril cultura y
vacaciones anuales retribuidas. Todos los trabajadores de la ciudad y del campo
reciben asistencia médica gratuita. En la ciudad y en el campo, el Estado
concede subsidios a las madres de familia numerosa y a las madres solas asegura
la enseñanza gratuita en las escuelas primarias y de siete grados; paga
estudios a los estudiantes. La suma total de estos subsidios y beneficios
recibidos por los trabajadores de la
ciudad y del campo fue en 1940 de 40.800 millones de rublos y en 1951,
de 125.000 millones de rublos.
Como consecuencia del aumento de los salarios y de los sueldos en metálico
de los obreros y empleados, del crecimiento de los ingresos en metálico y en
especie de los campesinos de la rebaja de precios de los artículos de amplio
consumo y del incremento de otros subsidios que recibe la población por cuenta
del Estado. Los ingresos reales de los obreros y empleados, tomando como base
un trabajador, fueron en 1951 el 57%, aproximadamente más elevado que en 1940,
y de los de los campesinos, calculados sobre la misma base, aumentando en el
60%, aproximadamente.
En el proyecto de directrices sobre el quinto Plan quinquenal se
prevé un aumento de la renta nacional de
la URSS durante el quinquenio de menos del 60%, la elevación del salario
real de los obreros y empleados en el 35%, por lo menos, teniendo en cuenta la
rebaja de los precios al detalle, y el aumento de los ingresos en metálico y en
especie (expresados sen dinero) de los koljosianos en no menos de 40%.
En nuestro país se realiza un vasto programa de construcción de
viviendas y de obras comunales. Sólo en los años de postguerra, en las ciudades
y en los poblados obreros se han edificado casas de viviendas con una
superficie total de más de 155 millones de metros cuadrados, y sen las
localidades rurales se han construido más de 3.800.000 viviendas. Se han
efectuado trabajos singularmente grandes para la construcción de viviendas en
las zonas damnificadas por la ocupación. No obstante, a pesar del gran volumen
de la edificación de casas de vivienda en nuestro país se siente todavía por
doquier una aguda escasez de viviendas. Muchos ministerios y Soviets locales
dejan de cumplir año tras año los planes de construcción de viviendas
determinado para ellos y no emplean por completo los recursos que destina el
Estado para estos fines. Sólo en los dos años últimos, a causa del
incumplimiento de los planes de edificación de viviendas, no se han puesto en
explotación casas con una superficie total de más de cuatro millones de metros
cuadrados. No han desaparecidos aún en nuestro país esos dirigentes de la economía
y del Partido que consideran cuestión secundaria la preocupación por las necesidades
de vivienda de los trabajadores y no adoptan medidas para cumplir los planes de
construcción y de reparación de viviendas. La tarea estriba en ampliar por
todos los medios la edificación de casas de viviendas. En el proyecto de
directrices sobre el quinto Plan quinquenal se estipula aumentar en el doble aproximadamente,
en comparación con el cuarto quinquenio, las inversiones básicas del Estado
para la construcción de viviendas.
El Partido y el Gobierno siempre han manifestado y manifiestan gran
solicitud por la protección de la salud de nuestro pueblo. Las asignaciones del
Estado para la sanidad, incluidos los recursos de los seguros sociales, se han elevado
de 11.200 millones de rublos, en 1940 a 26.400
millones de rublos en 1951. Sobre esta base se ha podido seguir mejorando y
ampliando la asistencia médica y sanitaria a la población. En 1951, el número
de plazas en los hospitales de las ciudades y de las localidades rurales, comparado
con 1940, aumenta en el 30%. Se ha extendido la red de sanatorios. El número de
médicos ha aumentado en el país en el 80%.
En nuestro país ha disminuido la mortalidad debido a la elevación del nivel de vida
material y cultural del pueblo y al mejoramiento de la asistencia medica a la
población, En los tres años últimos, el aumento neto de la población ha sido de
9.500.000 personas. (Prolongados aplausos).
Las asignaciones para la enseñanza, que en 1940 fueron de 22.500
millones de rublos, han aumentado a 57.300 millones de rublos en 1951, o sea,
en más de dos veces y media. Sólo en los años de postguerra se han construido
23.500 escuelas. Actualmente, el número de personas que estudian en
la URSS asciende a 57 millones, o sea, cerca de ocho millones más que en
1940. Se ha ampliado considerablemente la enseñanza de siete u de ocho grados;
desde 1940 hasta 1951; se ha elevado en el 25% el número de alumnos de los
grados quinto al décimo. Durante ese mismo periodo, el número de estudiantes de
las escuelas técnicas y de otras escuelas secundarias especiales ha crecido en
el 40% y el de estudiantes de los centros de enseñanza superior, en el 67%.
Sólo en 1952, en las instituciones de enseñanza superior han acabado sus
estudios 221.000 jóvenes especialistas de las distintas ramas de la economía
nacional y se han matriculado 375.000 nuevos alumnos. Ahora trabajan en el país
cerca de 5.500.000 especialistas con instrucción superior y secundaria
especial, es decir, 2,2 veces más que antes de la guerra.
Teniendo en cuenta la creciente importancia de la ciencia en la vida
de nuestra sociedad, el Partido manifiesta solicitud diaria por su desarrollo.
El Estado Soviético ha emprendido la construcción y equipamiento de una vasta
red de institutos de investigación científica, ha creado las condiciones más
favorables para el florecimiento de la ciencia y ha asegurado la preparación en
vasta escala de cuadros científicos. El número de institutos de investigación,
laboratorios y otras instituciones científicas en
la URSS que en 1939 era de 1.560, ha pasado a
comienzos de 1952
a 2.900. El número de
trabajadores científicos casi se ha
duplicado durante ese mismo periodo. De 1946 a 1951, los gastos del Estado para el desarrollo de la ciencia ascienden
a 47.200 millones de rublos.
En los años transcurridos se ha ampliado grandemente la red de
instituciones culturales educativas en las ciudades y en las localidades
rurales. Hoy existen en el país 368.000 bibliotecas de todos los tipos. En
comparación con 1939, el número de bibliotecas ha aumentado en más de 120.000.
La tirada anual de libros ha llegado a 800 millones de ejemplares, aumentando en
1,8 veces con especto a 1940. Desde 1939 casi se ha triplicado el número de
instalaciones de cine sonoro en las ciudades y en el campo.
Una parte importantísima e inseparable de la cultura soviética es la
literatura y el arte. Hemos obtenido grandes éxitos en el desarrollo de la
literatura, de las artes plásticas, del teatro y del cine soviético. Prueba brillante
de ello es que muchas personalidades de talento en esta esfera son galardonadas
cada año con el Premio Stalin. Se ha concedido el alto titulo de laureado con
el Premio Stalin a 2.339 trabajadores de la literatura y del arte.
Sin embargo, sería equivocado no ver tras los grandes éxitos los
serios defectos que existen en el desarrollo de nuestra literatura y de nuestra
arte. Se trata de que, a pesar de los señalados éxitos en el desarrollo de la
literatura y del arte, el nivel ideológico y artístico de muchas obras no están
aún a la altura debida. En la literatura y el arte siguen apareciendo muchas
obras mediocres, insignificantes y, a veces, verdaderos chapucerías, que
deforman la realidad soviética. La vida multifacético e intensa de la sociedad soviética
es representada en las obras de ciertos escritores y pintores de manera
indolente y aburrida. No han sido eliminados los defectos en un género de arte
tan importante y popular como es el cine. En nuestro país se sabe hacer buenas películas,
que tienen gran importancia educativa, pero todavía se crean pocos films de
esta clase. Nuestra cinematografía dispone de todas las posibilidades para
producir en gran cantidad películas buenas y variadas, mas estas posibilidades
se aprovechan mal.
Es preciso tener e cuenta que el nivel ideológico y cultural del
hombre soviético ha crecido inconmensurablemente y que sus gustos son educados
por el Partido en las mejores obras de la literatura y del arte. Los ciudadanos
soviéticos no toleran la mezquindad, la falta de ideas y la hipocresía y
formulan elevadas exigencias a la obra de nuestros escritores y pintores. En
sus obras, nuestros escritores y pintores deben fustigar los vicio, los
defectos, los fenómenos morbosos difundidos en la sociedad y mostrar en imágenes
artísticas positivas a los hombres de nuevo tipo en toda las grandeza de su
dignidad humana, contribuyendo así a la formación en los hombres de nuestra
sociedad caracteres, hábitos y costumbres libres de las lacras y de los vicios
engendrados por el capitalismo. Sin embargo, en nuestra literatura y dramaturgia
soviética, lo mismo que en la cinematografía, no se cultivan hasta ahora
géneros de obras criticas como la sátira. Seria erróneo pensar que en nuestra
realidad soviética no proporciona materiales para la sátira. Necesitamos
Gógoles y Schedrines soviéticos, que con el fuego de la sátira arrasen todo lo
negativo, podrido y caduco que existe en la vida, todo lo que frena el avance.
Nuestra literatura y nuestro arte soviético deben mostrar con
audacia las contradicciones y conflictos
de la vida y saber utilizar el arma de la crítica como uno de los medios
eficaces de educación. La fuerza y la importancia del arte realista consiste en
que este puede y debe revelar y descubrir las altas cualidades espirituales y
los rasgos típicos positivos del hombre
sencillo, crear su brillante imagen artística, digna de ejemplo y de ser
imitada por los demás.
En su trabajo consagrado a crear imágenes artísticas, nuestros
pintores, escritores y artistas deben recordar en todo momento que lo típico no
es sólo lo que se encuentra más frecuente, sino lo que refleja con mayor
plenitud y agudeza la esencia de una fuerza social determinada. En la
concepción marxista-leninista, lo típico no significa, ni mucho menos, un promedio
estadístico. Lo típico responde a la esencia de un fenómeno histórico-social
dado, y no es simplemente lo más difundido, lo que se repite con frecuencia, lo
común. La exageración conciente, la agudización de la imagen no excluye lo típico,
sino que lo revela y destaca más plenamente. Lo típico es la esfera
fundamental donde se manifiesta el espíritu
del partido en el arte realista. El problema de lo típico es siempre un
problema político.
La alta y noble tarea que tiene ante si los trabajadores de la literatura
y del arte puede ser resuelta con éxito sólo a condición de que luchemos
decididamente contra la chapucería en el trabajo de nuestros pintores y
literatos, de que desarraiguemos sin piedad la mentira y la podredumbre de las
obras literarias y artísticas. Sobre nuestros literatos y artista recaen
enormes deberes en la gran lucha por cultivar lo nuevo, lo luminoso y por
extirpar lo que caduca y perece en la vida social. Nuestros escritores,
pintores, compositores y cineastas tienen el deber de estudiar más
profundamente la vida de la sociedad soviética, crear grandes obras artísticas
dignas de nuestro gran pueblo. (Aplausos).
Camaradas: Hemos obtenido grandes éxito en el mejoramiento del
bienestar material y en el ascenso de la cultura del pueblo soviético. Pero no
podemos darnos por satisfechos con lo conseguido. La tarea consiste en asegurar
sobre la base del desarrollo de toda la economía nacional, la constante
elevación ulterior del nivel de vida material y cultural de los ciudadanos soviéticos.
Nuestro Partido seguirá manifestando incansablemente por satisfacer al máximo
las necesidades siempre crecientes de los ciudadanos soviéticos, pues el bien
del hombre soviético, la prosperidad del pueblo soviético es la ley suprema
para nuestro Partido. (Tempestuosos y prolongados aplausos).
3.-
EL FORTALECIMIENTO SUCESIVO
DEL RÉGIMEN SOCIAL Y ESTATAL SOVIÉTICO
En el periodo transcurrido desde el XVIII Congreso del Partido
nuestro Estado soviético ha continuado creciendo, desarrollándose y fortaleciéndose.
Ha crecido y se fortalecido la base económica de nuestro Estado: la
propiedad socialista sobre los medios de producción. Durante este periodo se ha
vigorizado más aún la colaboración amistosa de los obreros, campesinos e
intelectuales, que constituyen la sociedad soviética.
Ante tremendas dificultades, nuestro régimen social y estatal ha
resultado ser, como demostró la experiencia de la guerra, el régimen más sólido
vital y estable del mundo. La potencia indestructible del régimen social soviético
se explica porque es un régimen auténticamente popular, creado por el propio
pueblo, que goza del poderoso apoyo del pueblo y que asegura el florecimiento
de todas las fuerza materiales y espirituales del pueblo.
Los enemigos y los vulgarizadores del marxismo propugnaban la teoría
–funestisima para nuestra causa- del
debilitamiento y la extinción del Estado Soviético en las condiciones del cerco
capitalista. Después de destrozar y desechar esta teoría podrida, el Partido
formuló y fundamentó la conclusión de que en las condiciones creadas cuando la
revolución socialista ha vencido en un país y en la mayoría de los demás países
domina el capitalismo, el país de la revolución victoriosa no debe debilitar su
Estado, sino fortalecerlo por todos los medios, y de que el Estado se mantendrá
también en el comunismo si continua el cerco capitalista. Si hubiésemos
permitido el debilitamiento de nuestro Estado no habríamos alcanzado en nuestra
construcción pacifica los éxitos de que ahora nos enorgullecemos. Si no hubiésemos
fortalecido nuestro Estado, nuestro ejercito y nuestros órganos de represión y
de información nos habríamos encontrado desarmados frente a los enemigo y ante
el peligro de una derrota militar. El Partido ha convertido el País Soviético
en la ciudadela indestructible del socialismo porque ha fortalecido y fortalece
por todos los medios el Estado socialista. (Tempestuosos aplausos).
Al agredir a nuestro país, los invasores fascistas confiaban en la
falta de solidez interior del régimen social y estatal soviético, en la
debilidad de la retaguardia soviética. Pero, como es sabido, la guerra echó por
tierra esos cálculos. Se confirmo plenamente la histórica afirmación del
camarada Stalin de que, en caso de guerra, la retaguardia y el frente de nuestro
país, a causa de su homogeneidad y de su unidad interna, serian más sólidos que
en cualquier otro país. En el curso de la guerra se fortalecieron las fuerzas
armadas y la retaguardia de la potencia soviética. El trabajo abnegado de los
ciudadanos soviéticos en la retaguardia y la lucha heroica del Ejercito Soviético
y de la Flota de Guerra en el frente han pasado a la historia como una hazaña sin
precedente del pueblo en defensa de
la Patria. Nuestro Ejército y nuestra Flota se han organizado, se han fortalecido y
han luchado bajo la dirección inmediata del camarada Stalin. (Tempestuosos aplausos
que duran largo rato). El genial jefe militar y organizador de las históricas
victorias del pueblo soviético en
la Gran Guerra Patria, el camarada Stalin, ha creado la avanzada ciencia militar soviética,
ha pertrechado a nuestro Ejército con el arte de vencer al enemigo. Nuestro
pueblo ama a su Ejército y a su Flota y les rodea de solicitud y atención
permanentes. Las fuerzas armadas de
la Unión Soviética han sido, son y
serán el seguro baluarte de la seguridad de nuestra patria. (Tempestuosos y
prolongados aplausos).
La Gran Guerra Patria y los años posteriores de desarrollo pacifico han demostrado
una vez más que el régimen social soviético, creado bajo la dirección del
Partido, es la mejor forma de organización de la sociedad, que el régimen
estatal soviético es el modelo de Estado multinacional. Muchos enemigos y
adversarios nuestro del campo burgués afirman sin cesar que el Estado
multinacional soviético era inestable y afirmaban sus esperanzas en la división
entre los pueblos de la URSS, pronosticando el desmoronamiento
inevitable de
la Unión Soviética. Opinaban sobre
nuestro Estado juzgando por sus países burgueses, a los que son inherentes las
contradicciones y las discordias nacionales. Los enemigos del socialismo son
incapaces de comprender que, como resultado de
la Gran Revolución de Octubre y de las transformaciones socialistas, todo los pueblo
de nuestro país están unidos entre si por una sólida amistad basada en la plena
igualdad de derechos. (Aplausos). Aplicando firmemente la política nacional
leninista-estalinista, nuestro Partido ha fortalecido el Estado multinacional soviético,
ha desarrollado la amistad y la colaboración mutua entre los pueblos de
la Unión Soviética, ha apoyado,
garantizado y estimulado por todos los medios
el florecimiento de las culturas nacionales de los pueblos de nuestro país
y ha sostenido una lucha intransigente contra toda clase de elementos nacionalistas.
El régimen estatal soviético, que ha salido victorioso de las duras pruebas de
la guerra y se ha convertido para el mundo entero en el ejemplo y el modelo de
la verdadera igualdad de derechos y de la comunidad de naciones, demuestra el
gran triunfo de las ideas leninistas-estalinistas sobre la cuestión nacional,
(Prolongados aplausos) Nuestro Partido cuida y seguirá cuidando en el futuro,
como las niñas de los ojos, la unidad y la amistad de los pueblos de
la URSS, ha fortalecido y seguirá fortaleciendo el Estado multinacional soviético
(Clamorosos aplausos).
En el periodo de que informamos, nuevos pueblo han pasado a integrar
la familia soviética. Se han formado las Republicas Socialistas Soviéticas de
Lituana, Moldavia, Letonia y Estonia. Todo el pueblo ucraniano se ha fundido en
un Estado único. Bielorrusia ha reunido en una sola familia a todo el pueblo
bielorruso. En el Noreste tenemos nuevas fronteras, más justas y más en
consonancias con los intereses de la defensa del país. En el
Extremo Oriente, la Unión Soviética ha recuperado el Sur de Sajalín y las islas Buriles, de las que Rusia había sido desposeída en el pasado. Ahora, las fronteras estatales de la Unión Soviética concuerdan mucho mejor con las condiciones históricas del desarrollo de los pueblos de nuestro país. (Aplausos).
Extremo Oriente, la Unión Soviética ha recuperado el Sur de Sajalín y las islas Buriles, de las que Rusia había sido desposeída en el pasado. Ahora, las fronteras estatales de la Unión Soviética concuerdan mucho mejor con las condiciones históricas del desarrollo de los pueblos de nuestro país. (Aplausos).
Con la ayuda de los pueblos de las Republicas hermanas, las nuevas
Republicas federadas no sólo han avanzado mucho en un breve plazo en la
industrialización sino que han realizados también el paso de la pequeña economía
campesina a la vía del socialismo, han culminado la colectivización y
desarrollan con éxito la agricultura socialista.
En el periodo de postguerra se ha desarrollado e intensificado más
aún la función fundamental de nuestro Estado: la función del trabajo de
organización económica y de educación cultural. La gran amplitud de la construcción
socialista y las tareas de sucesivo acercamiento de la dirección del Partido y
del Estado a los distritos, ciudades y pueblo ha suscitado la necesidad de
introducir algunos cambios en la organización administrativa y territorial de
nuestro Estado: la formación de nuevas regiones, comarcas y distritos. El
crecimiento de la economía nacional ha exigido nuevos cambios en las formas de
organización de la dirección del Estado de diferentes ramas de la industria y
de la agricultura y de otras ramas de la economía nacional. Esto se ha
reflejado en la subdivisión de organismos central de la administración del
Estado y en la creación de otros nuevos.
En el fortalecimiento de nuestro Estado ha tenido inmensa
importancia la aplicación invariable de los principios del democratismo
socialista, que forma la base de
la Constitución Stalinista. En los años
de postguerra se han celebrado por dos veces elecciones al Soviet Supremo de
la URSS, a los Soviets Supremos de las Republicas federadas y autónomas y a
los Soviets locales de diputados de los trabajadores. Estas elecciones
transcurrieron en medio de enorme entusiasmo político y fueron una mayor
expresión de la unidad de nuestro pueblo y de la confianza ilimitada del pueblo
en nuestro Partido Comunista y en el Gobierno Soviético. (Aplausos).
***
Las tareas del Partido en el terreno de la política interior son:
1) Seguir fortaleciendo continuamente la potencia económica de
nuestro Estado, organizando y orientando el trabajo pacifico del pueblo
soviético para cumplir y superar las grandes tareas del quinto Plan quinquenal
de desarrollo de la
URSS, que constituye una importante
etapa en el camino del paso del socialismo al comunismo;
2) Realizar el ascenso ulterior de la industria y del transporte. Introducir
más ampliamente en la industria, en la construcción y en el transporte las más
modernas conquistas de la ciencia y de la técnica, elevar por todos los medios
la productividad del trabajo, fortalecer la disciplina en el cumplimiento de
los planes del Estado y asegurar una elevada calidad de la producción. Reducir
constantemente el precio de coste de la producción, que es la base de la rebaja
sistemática de los precios al por mayor y al por menor de todas las mercancías;
4).Aplicar el régimen más riguroso de economía en todos los
eslabones de la economía nacional y en todas las ramas de la administración;
5).Seguir desarrollando la avanzada ciencia soviética con la tarea
de ocupar el primer puesto en la ciencia mundial. (Aplausos) Orientar los esfuerzos
de los hombres de ciencia hacia la más rápida solución de los problemas científicos
relacionados con el aprovechamiento de la inmensa riqueza natural de nuestro
país. Fortalecer la colaboración creadora de la ciencia con la producción,
teniendo en cuenta que esta colaboración enriquece la ciencia con la
experiencia de la practica y ayuda a los trabajadores prácticos a resolver más
rápidamente las tareas que tienen planteadas;
6).Desarrollar por todos los medios la iniciativa creadora de los
trabajadores de nuestra Patria, desplegar más ampliamente la emulación
socialista mostrar una solicitud infatigable por que en todos los sectores de la
construcción socialista surjan cada vez más ejemplos positivos, que sean modelo
de organización del trabajo de un modo nuevo, y difundir perseverantemente
estos ejemplos modelo entre toda la masa de trabajadores para que en el frente
del trabajo crezca más y más el número de los que se pongan al nivel de los
trabajadores de vanguardia de nuestra sociedad;
7).Seguir mejorando el bienestar material de nuestro pueblo; elevar
continuamente el salario real de los obreros y empleados y mejorar las
condiciones de vivienda de los trabajadores; contribuir por todos los medios al
aumento de los ingresos de los campesinos. Desarrollar la cultura soviética;
mejorar la instrucción y la sanidad pública; preocuparse infatigablemente del
desarrollo ulterior de la literatura y del arte soviético;
8).Fortalecer al máximo nuestro régimen social y estatal. Continuar
desarrollando la actividad política y el patriotismo de los ciudadanos soviéticos
y fortalecer la unidad moral y política y la amistad de los pueblos de nuestro
país;
9).Seguir vigilantemente las maquinaciones de los incendiarios de
guerra. Fortalecer por todos los medios el Ejercito Soviético,
la Marina de Guerra y los órganos de información. (Aplausos tempestuosos)
III
EL PARTIDO
El crecimiento incesante del poderío de nuestra Patria soviética es
resultado de la justa política del Partido Comunista y de su labor de
organización para aplicar esta política. El Partido, como fuerza rectora y
dirigente de la sociedad soviética, aseguro la preparación oportuna del país
para la defensa activa, encamino todos los esfuerzos del pueblo a la derrota
del enemigo en los años de la guerra y a la consecución de un nuevo y poderosos
auge de la economía nacional en el período de postguerra.
La histórica victoria del pueblo soviético en
la Gran Guerra Patria, el cumplimiento anticipado del Plan de cuarto
quinquenio el desarrollo continuo de la
economía nacional, la elevación del bienestar material y del nivel cultural de
vida del pueblo soviético, el fortalecimiento de la unidad moral y política de
la sociedad soviética y de la amistad entre los pueblos de nuestro país, la
cohesión en torno a
la Unión Soviética de
todas las fuerzas del campo de la paz y de la democracia: tal es el balance
principal que confirma la justeza de la política de nuestro Partido. (Tempestuosos
y prolongados aplausos)
El periodo de que informamos ha sido un periodo de fortalecimiento sucesivo
del Partido, un periodo de consolidación de plena unidad y cohesión de las
filas del Partido. La unidad de nuestro Partido, conquistada en lucha encarnizada
contra los enemigos del leninismo, es el rasgo más característico de su estado
interno, de su vida interna. En ello reside la fuente de la fuerza y de la
invencibilidad de nuestro Partido. (Prolongados aplausos)
La unidad de las filas del Partido fue la condición decisiva de la
victoria del pueblo soviético en
la Gran Guerra Patria. En los días de más duras pruebas de
la Gran Guerra Patria, cuando se decidía la cuestión del destino de
la Patricia, nuestro Partido actuó como una organización combativa única que no
conoce las vacilaciones y las discrepancias en sus filas. A la luz del balance
de la guerra aparece ante nosotros con toda su grandeza la importancia de la
lucha intransigente librada por nuestro Partido durante una serie de años
contra todo género de enemigos del marxismo-leninismo, contra los monstruos
trotskistas-bujaranistas, contra las capituladotes y traidores, que intentaban
desviar al Partido del camino justo y romper la unidad de sus filas. Se ha
demostrado que estos infames traidores y felones esperaban la agresión militar
a la Unión Soviética,
calculaban asestar al Estado Soviético un golpe por la espalda en el momento
difícil en provecho de los enemigos de nuestro pueblo. Al aplastar la
organización clandestina trotskista-bujaranista, que era el centro de atracción
de todas las fuerzas antisovieticas en el país, al limpiar de enemigos del
pueblo nuestras organizaciones del Partido y la de los Soviets, el Partido
destruyo oportunamente toda posibilidad de aparición de la “quinta columna” en
la URSS y preparo políticamente al país para la defensa activa. No es difícil
comprender que si no se hubiera hecho esto a su debido tiempo, en los días de
la guerra habríamos caído en la situación de gentes tiroteadas desde el frente
y desde la retaguardia y podríamos haber perdido la guerra.
El Partido debe la cohesión inquebrantable de sus filas, ante todo,
a nuestro jefe y maestro, el camarada Stalin, que ha salvaguardado la unidad
leninista del Partido. (Todos se ponen en pie. Tempestuosos y prolongados
aplausos que se transforman en ovación) La unidad de las filas del Partido ha
sido, es y será la base de la fortaleza y d la invencibilidad de nuestro
Partido. Templado en el fuego de las duras pruebas de la guerra y en la lucha
contra las dificultades de los tiempos de postguerra, el Partido ha llegado al
presente Congreso aún más fuerte y unido, cohesionado como nunca en torno a su
Comité Central. (Tempestuosos y prolongados aplausos)
La fuerza de nuestro Partido reside en que está unido por lazos de
sangre a las más amplias masas y es un verdadero Partido popular, cuya política
corresponde a los intereses vitales del pueblo. En la tarea de unir
estrechamente a los trabajadores en torno al Partido y de educarlos en el espíritu
del comunismo se ha elevado considerablemente el papel de organizaciones de
masas como los sindicatos soviéticos y el Komsomol. En la lucha por la libertad
y la independencia de nuestra Patria, por la construcción de la sociedad
comunista el Partido se ha entrañado más aún con el pueblo y ha estrechado los
lazos que le unen con las grandes masas
trabajadoras. El pueblo soviético apoya unánimemente la política del Partido y
tiene confianza en él (Tempestuoso aplausos)
Un vivo testimonio del fortalecimiento de los vínculos del Partido
con las masas y de su prestigio entre el pueblo soviético es el crecimiento de
las organizaciones del Partido. Cuando se celebró el XVIII Congreso, el Partido
contaba en sus filas con 1.588,852 miembros y 888814 candidatos a miembros del
Partido, en total 2.477.666 personas. El 1º. De octubre de 1952 pertenecían al
Partido 6.882.145 personas, de ellas 6.013.259 miembros del Partido y 868886
candidatos a miembros. (Aplausos)
En los años de
la Gran Guerra Patria, a pesar de
las grandes pérdidas del Partido en los frentes, sus efectivos numéricos, lejos
de desminuir, aumentaron en más de 1.600.000 personas. Llegaron al Partido los
ciudadanos soviéticos más firmes ente los combatientes del Ejercito Soviético u
de la Flota, que lucharon valerosamente en los frentes, y entre los
representantes de vanguardia de la clase obrera, de los campesinos koljosianos
y de la intelectualidad soviética, que forjaron abnegadamente en la retaguardia
la victoria sobre el enemigo.
Después de la terminación de la guerra, él C.C. del Partido decidió frenar un tanto el
ingreso en el Partido, pero de todos modos continuo a ritmo intenso. El Partido
no podía dejar de advertir que el rápido crecimiento de sus filas tiene también
sus lados negativos, conduce a un cierto descenso del nivel de la conciencia política
de las filas del Partido, a un determinado empeoramiento de su composición
cualitativa. Creándose una cierta desproporción entre el crecimiento
cuantitativo de las filas del Partido y el nivel de educación política de sus
miembros. A fin de liquidar esta desproporción y mejorar constantemente la
composición cualitativa del Partido, el Comité Central reconoció necesario no
forzar el crecimiento de las filas del Partido y concentrar la atención de sus
organizaciones en las tareas de elevar el nivel político de los miembros y
candidatos a miembros del Partido. En consonancia con las indicaciones del
C.C., las organizaciones del Partido comenzaron a efectuar más minuciosamente
la selección para las filas del Partido, fueron más exigentes con quienes
solicitaban el ingreso y desplegaron ampliamente la labor de educación política
de los comunistas. Como resultado de ello tenemos un indudable crecimiento del nivel
político de las filas del Partido, de la conciencia marxista-leninista de
nuestros cuadros. Sin embargo, no se puede considerar ya resuelta la tarea
planteada por el Partido de liquidar el atraso del nivel de preparación política
de los comunistas respecto al crecimiento de las filas del Partido. En vista de
ello, hay que continuar también en el futuro la línea de limitar la admisión en
el Partido, de mejorar la labor de educación política y de temple de partido de
los comunistas, ya que el Partido es fuerte n sólo por el número de sus
miembros, sino ante todo por su calidad.
En el periodo de postguerra han adquirido singular importancia las
cuestiones del fortalecimiento de los órgano del Partido, del mejoramiento de
su actividad y de la intensificación de la labor de las organizaciones del
Partido.
La nuevas tareas que surgieron ante el país con motivo de la
terminación de la guerra y del paso a la construcción pacifica exigieron
mejorar seriamente el trabajo interno del Partido y elevar el nivel de la
dirección de la actividad estatal y económica por las organizaciones del
Partido. Se trata de que la situación de los tiempos de guerra determinó
ciertas peculiaridades en los métodos de dirección del Partido y origino también
grandes defectos en la labor de los órganos y organizaciones del Partido. Esto
se expreso, ante todo, en que los órganos del Partido debilitaron su atención
hacia el trabajo de organización e ideológico del Partido, a causa de lo cual
este trabajo quedó abandonado en muchas organizaciones del Partido. Surgió en
cierto grado el peligro de que los órganos del Partido se alejaran de las
masas, de que dejaran de ser órganos de dirección política, organizaciones
combativas y con iniciativa propia para convertirse en una especie de
instituciones administrativas dedicadas a dictar disposiciones, incapaces de
oponerse a las diversas tendencias antiestatales, entre otras las de carácter
localista y las que tienen en cuenta, exclusivamente los interese estrechos de
un departamento dado, y que no observan las tergiversaciones directas de la política
del Partido en la construcción económica y los atentados a los interese del
Estado.
Para evitar este peligro y resolver con éxito la tarea de fortalecer
los órganos locales del Partido y de intensificar la labor de las
organizaciones del Partido, fue necesario liquidar el abandono en el trabajo de
organización e ideológico del Partido y terminar con fenómenos como la
implantación en las organizaciones del Partido de los métodos administrativos
de dirección que conducen a la burocratización del trabajo del Partido y
debilitan la actividad y la iniciativa propia de las masas del Partido.
El Comité Central concentró la atención de las organizaciones del
Partido en las tareas de aplicar consecuentemente la democracia interna del
Partido y desarrollar la critica y la autocrítica e intensificar sobre esta
base el control de las masas del Partido sobre la actividad de los órganos del
mismo, ya que en esto reside la clave del auge de toda la labor del Partido, de
la elevación de la actividad y de la iniciativa propia de las organizaciones y
de los miembros del Partido. Las medidas aplicadas por el Partido para
desarrollar la democracia interna y la autocrítica ayudaron a las
organizaciones del Partido a superar en medida considerable los defectos en la
labor política del Partido y jugaron un importante papel en su auge. Sobre esta
base creció la actividad y la iniciativa de los miembros del Partido, se
fortalecieron las organizaciones de base en la empresas, koljoses e
instituciones, se reanimo su actividad, se reforzó el control de las masas del
partido sobre la labor de los órganos del mismo y se elevo el papel de los Plenos
de los Comités del Partido u del activo de éste.
No obstante, sería un error no ver que el nivel de trabajo político
del Partido está aún rezagado por las necesidades de la vida, de las tareas
planteadas por el Partido. Hay que reconocer que en la labor de las
organizaciones del Partido existen defectos y errores, que en la vida de
nuestras organizaciones del Partido hay todavía no pocos fenómenos negativos y,
a veces, incluso morbosos, que es preciso conocer, ver, descubrir para
eliminarlos, para vencerlos y asegura el sucesivo avance con éxito.
¿En qué consiste estos defectos, errores y fenómenos negativos y
morbosos y cuáles son las tareas del Partido a este respecto?
1.- La autocrítica y, es
especial, la critica por la base están lejos de haberse convertido plenamente y
en todas las organizaciones del Partido en el método principal con el que
debemos poner al descubierto y vencer nuestros errores y defectos, nuestras
debilidades y enfermedades.
En las organizaciones de Partido tiene lugar aún el menosprecio del
papel de la crítica y la autocrítica en
la vida del Partido y del Estado, se tolera la persecución y la vejación por criticar.
Se puede encontrar con frecuencia funcionarios que hablan sin fin, pero que en
la práctica, no toleran la crítica por la base, la aplastan y se vengan de
quienes critican. Son conocidos no pocos casos en que la actitud burocrática
ante la crítica y la autocrítica ha ocasionado un gran daño a la causa del
Partido, ha matado la iniciativa propia de la organizaciones del Partido, ha
minado la autoridad d la dirección entre las masas del Partido y ha instaurado
en la vida de ciertas organizaciones del Partido los hábitos, contrarios al
mismo, de los burócratas, de los enemigos jurados del Partido.
El Partido no puede dejar de tener en cuenta que allí donde se
persigue la crítica y la autocrítica, allí donde se debilita el control de las
masas sobre la actividad de las organizaciones y de las instituciones surgen
inevitablemente fenómenos monstruosos como el burocratismo, la putrefacción e
incluso la descomposición de ciertos eslabones de nuestro aparato.
Naturalmente, fenómenos de esa naturaleza no están ampliamente extendidos entre
nosotros. Nuestro Partido es fuerte y sano como nunca. Pero es preciso
comprender que estas enfermedades peligrosas no han adquirido considerable
difusión gracias únicamente a que el Partido, empleando el arma de la crítica y
la autocrítica, las ha puso al descubierto en el momento oportuno, abiertamente
y con audacia, y asesto golpes decisivos a las manifestaciones concretas de
presunción, burocratismo y putrefacción. La sabiduría de la dirección consiste
precisamente en ver el peligro en germen y en no darle la posibilidad de crecer
y convertirse en una amenaza.
La crítica y la autocrítica es el arma probada del Partido en la
lucha contra los defectos, los errores y los fenómenos morbosos que socavan el
sano organismo del Partido. La crítica y la autocrítica no debilitan, sino que
fortalecen el Estado Soviético, el régimen social soviético, y esto es síntoma
de sus fuerzas y de su vitalidad.
Actualmente tiene singular importancia asegura el desarrollo de la
crítica y la autocrítica por la base, librar una lucha encarnizada, como frente
a enemigos jurados del Partido, contra quienes obstaculizan el desarrollo de la
crítica de nuestros defectos, ahogan la crítica y toleran la persecución y la
vejación por criticar, Se trata de que con motivo de la victoriosa terminación
de la guerra y de los grandes éxitos económicos
en el periodo de la postguerra se ha desarrollado en las filas del Partido una
actitud no crítica ante los defectos y errores en la labor de las
organizaciones del Partido, de la economía y otras. Los hechos demuestran que
los éxitos han engendrado en las filas del Partido un espíritu de
autosuficiencia, la tendencia a verlo todo color de rosa y a la placidez
pequeño-burguesa, el deseo de dormirse en los laureles y de vivir a costa de
los meritos del pasado. Han surgido no pocos funcionarios que consideran que
“nosotros lo podemos todo”, “a nosotros todo nos cuesta poco”, que “las cosas
van bien” y que no hay por qué complicarse la vida con una ocupación tan poco
agradable como descubrir los defectos y los errores en el trabajo, como luchar
contra los fenómenos negativos y morbosos en nuestras organizaciones. Estos
estados de espíritu perniciosos por sus consecuencias se ha apoderado de una
parte de los cuadros mal preparados políticamente e inestables desde el punto
de vista del Partido. Hay dirigentes de la organizaciones del Partido, de los Soviet
y de la economía que convierten con frecuencia la asambleas, las reuniones de
activo, de los Plenos y las Conferencias en una parada, en un lugar de
autobombos, a consecuencia de lo cual los errores y los defectos en el trabajo,
las enfermedades y debilidades no son puestas al desnudo y criticadas, lo que
refuerza las tendencias a la autosuficiencia y a la placidez. En las
organizaciones del Partido ha penetrado un estado de ánimo propenso a la
incuria. Entre los funcionarios del Partido, de las organizaciones económicas,
de los Soviets y otros se observa embotamiento de la vigilancia, negligencia,
casos de divulgación de secretos del Partido y del Estado. Algunos
funcionarios, embebidos por las cuestiones económicas y embriagados por los
éxitos, comienzan a olvidar que todavía existe el cerco capitalista y que los
enemigos del Estado Soviético tratan insistentemente de introducir entre
nosotros a sus agentes, de utilizar para sus repulsivos fines a los elementos
inestable de la sociedad soviética.
Para hacer avanzar con éxito nuestra obra es preciso luchar
resueltamente contra los fenómenos negativos, orientar la atención del Partido
y de todos los ciudadanos soviéticos hacia la eliminación de los defectos en el
trabajo y para ello es necesario
desarrollar ampliamente la autocrítica y, sobre todo, la crítica por la base.
La activa participación de las amplias masas trabajadores en la
lucha contra los defectos en el trabajo y
contra los fenómenos negativos en la vida de nuestra sociedad es un vivo
testimonio del verdadero carácter democrático del régimen soviético y de la
elevada conciencia política del los ciudadanos soviético, En la crítica por la
base encuentra su expresión el espíritu creador y la iniciativa de los millones
de trabajadores, su preocupación por el fortalecimiento del Estado Soviético. Cuando
más ampliamente se desarrolle la autocrítica y la crítica por la base, con
mayor plenitud se manifestarán las fuerzas creadoras y la energía de nuestro pueblo, con mayor
fuerza crecerá y arraigara en las masas la convicción que son dueñas del país.
Es erróneo pensar que la crítica por la base puede desarrollarse por
si misma, de modo espontáneo. La crítica por la base, sólo puede crecer y
adquirir más amplitud a condición de que cada persona que haga crítica sana éste
segura de que encontrara apoyo en nuestra organizaciones y de que las
deficiencias señaladas por ellas serán eliminadas de hecho. Es necesario que
las organizaciones y los funcionarios del Partido, que todos nuestros dirigentes
encabecen esta labor y den ejemplos de actitud honrada y escrupulosa hacia la
crítica. Todos los dirigentes, en particular los funcionarios del Partido,
tienen el deber de crear las condiciones necesarias para que todos los
ciudadanos soviético honrados puedan criticar con audacia y sin temor los
defectos que existen en la labor de las organizaciones e instituciones. Las
asambleas, las reuniones del activo, los Plenos y las Conferencias en todas las
organizaciones deben ser en realidad una amplia tribuna desde la que se haga
una crítica audaz y aguda de los defectos.
La lucha tenaz contra los defectos y los vicios en la labor de las
organizaciones del Partido, de los Soviets, de la economía y otras debe ser una
tarea cotidiana de todo el Partido. El comunista no tiene derecho a permanecer
indiferente ante los fenómenos morbosos y ante los defectos en el trabajo, y
mucho menos a ocultarlos al Partido. Si en esta o aquella organización marchan
mal las cosas, si se daña los intereses del partido y del Estado, el miembro
del Partido tiene el deber de comunicar los defectos a los organismos
dirigentes del Partido, incluso al Comité Central, sin consideraciones de
índole personal. Esto e un deber de cada comunista, una importantísima
obligación de partido. Existe entre nosotros dirigentes que consideran que si
los funcionarios dependiente de ello informen de los defectos al C.C. del
Partido, con ello les impiden dirigir y socavan su autoridad. Hay que terminar
decididamente con este género de opiniones perjudiciales y profundamente
contrarias al Partido.
La tarea del Partido consiste en desplegar con creciente amplitud la
crítica y la autocrítica, eliminar todo lo que obstaculice e impida esta labor.
Cuando más ampliamente atraigamos a las masas a la lucha contra los defectos en
el trabajo, cuando más fuerte sea el control por la base sobe la actividad de todas
nuestras organizaciones, con mayor éxito marcharan nuestros asuntos en todos
los terrenos. La aplicación consecuente de la consigna de la crítica y la autocrítica
exige una lucha resuelta contra todos los que impidan su desarrollo, contra los
que persiguen y vejen por criticar. Los funcionarios que no contribuyan al
desarrollo de la crítica y la autocrítica son un freno a nuestro movimiento de
avance, no han madurado para ser dirigentes y no pueden contar con la confianza
del Partido.
2) Entre una parte de
nuestros funcionarios del Partido, de los Soviets, de la economía y otros es todavía débil la disciplina del
Partido y del Estado.
Entre nuestros cuadros existen no pocos funcionarios que mantienen
una actitud formal ante las decisiones del Partido y del Gobierno, no muestran
actividad y tesón en la lucha por su aplicación, no se sienten inquietos porque
las cosas les marchen mal y porque se dañe los intereses del Partido y del Gobierno
y la actitud de pasividad hacia el cumplimiento son vicios que es preciso
arrancar de raíz de modo más implacable. El Partido no necesita funcionario
fosilizados e indiferentes, más atentos a su tranquilidad personal que a los
intereses de la causa, sino combatientes infatigables y abnegados por el
cumplimiento de las directrices del Partido y del Gobierno, que coloquen por
encima de todo los intereses del Estado.
Una de las manifestaciones más peligrosas y dañinas de infracción de
la disciplina del Partido y del Estado consiste en que alguno funcionarios
ocultan la verdad sobre la situación real de las cosas en las empresas e
instituciones que dirigen y en que embellecen los resultados del trabajo, El
Comité Central y el Gobierno han descubierto casos en que algunos funcionarios
colocaban los intereses estrechos de un departamento dado y localista por
encima de los intereses generales del Estado y, con la apariencia de
preocuparse de las empresas a su cago, ocultaban al Estado los recursos
materiales de que disponían emprendían la senda de transgredir las leyes del
Partido y del Gobierno. Se conocen también casos en que los cuadros de la economía,
con la tolerancia de las organizaciones del Partido, presentan peticiones premeditadamente
elevadas de materiales incluyendo cifras falsas en los balances sobre la
producción entregada. Han aparecido no pocos funcionarios que olvidan que las
empresas cuyo cuidado y dirección les han sido encomendadas pertenecen al
Estado y tratan de transformarlas en patrimonio personal suyo, donde
semejantes, dicho sea con perdón, dirigentes hacen “todo lo que se le antoja a
la pierna izquierda”(Risas en la sala) Un gran mal consiste en que entre
nosotros hay no pocos funcionarios que suponen que las decisiones del Partido y
las leyes soviéticas no son obligatorias para ellos y se y se figuran que en
nuestro país hay dos disciplinas: una para las gentes de la base y la otra para
los dirigentes. Tale “dirigentes” piensan que todo les esta permitido, que
pueden hacer caso omiso de las normas del Estado y del Partido, violar las
leyes soviéticas, cometer excesos y arbitrariedades.
El Partido exige de todos sus miembros, y con mayor motivo de los
cuadros dirigentes, sinceridad y honradez, cumplimiento estricto de su deber
ante el Partido y el Estado, y no puede tener confianza en gente que cometen
actos contra el Estado, intentan trapacear con el Gobierno y engañar al Partido
y al Estado. Todo engaño al Partido y al Estado, cualquiera que sea la forma en
que se exprese, todo intento de engañar mediante la ocultación o la
tergiversación de la verdad no puede ser considerado más que como un gravísimo
delito contra el Partido. Es hora de comprender que en nuestro Partido hay una
disciplina tanto para los miembros de base como para los dirigentes, que las
leyes soviéticas son igualmente obligatorias para todos los ciudadanos soviéticos,
grandes y pequeños. No puede haber ninguna atenuante por el cargo que ocupan para
los dirigentes culpables de una actitud poco escrupulosa hacia el cumplimiento de las decisiones del Partido
y del Gobierno, para los dirigentes que cometen ilegalidades y arbitrariedades.
La tarea consiste en terminar resueltamente con las infracciones de
la disciplina del Partido y del Estado, con las manifestaciones de
irresponsabilidad y de relajamiento, con la actitud formal ante las decisiones
del Partido y del Gobierno: en elevar constantemente en todos nuestros
funcionarios el sentimiento del deber ante el Partido y el Estado y en extirpar
de raíz implacablemente la insinceridad y la falta de conciencia. Es
intolerable la permanencia en las filas del Partido de aquellos funcionarios
que intenten ocultar la verdad al Partido y engañarle. El deber primordial de
cada funcionario del Partido y del Estado es salvanguadar firmemente los
intereses de nuestra Patria, luchar de modo activo e incansable por el
cumplimiento de las decisiones del Partido y del Gobierno.
3) La indicación del gran
Lenin de que lo principal en el trabajo de organización consiste en la acertada
selección de los cuadros y en el control del cumplimiento de las decisiones se
aplica aún de modo insatisfactorio.
Los hechos demuestran que la acertada selección de los cuadros y el
control del cumplimiento de las decisiones están lejos aún de haberse
convertido de hecho en lo principal en la actividad dirigente de las
organizaciones centrales y locales del Partido, de los Soviets y de la economía.
Uno de los defectos más extendido y profundamente arraigado en la
labor práctica de las organizaciones de los Soviets, de la economía y del
Partido consiste en la mala organización del cumplimiento efectivo de las directrices
trazadas por el centro y de sus propias decisiones, la ausencia del debido
control sobe el cumplimiento. Nuestras organizaciones e instituciones dictan
muchos más decisiones, directrices y órdenes diversas que necesarias, pero se preocupan
poco de saber si se cumplen y como se cumplen. Y eso que la esencia de la
cuestión reside en cumplirlas no de modo burocrático, sino acertadamente. La
actitud poco escrupulosa e irresponsable ante el cumplimiento de las
directrices de los órganos dirigentes es más peligrosa y maligna manifestación
de burocratismo. La experiencia demuestra que incluso los buenos funcionarios,
si se les deja a su libre albedrío, sin control y revisión de su actividad,
comienzan a estropearse y a burocratizarse.
Una importantísima tarea del Partido consiste en intensificar por
todo los medios los controles y la comprobación del cumplimiento de las decisiones
en todo el sistema de dirección, en la labor de todos la organizaciones e
instituciones, de arriba abajo. Para ello es necesario elevar la
responsabilidad personal de los dirigentes de todas las organizaciones e
instituciones por la comprobación de las decisiones del Partido y del Gobierno,
mejorar seriamente el trabajo del aparato de control y de la revisión tanto en
el centro como en los diversos lugares, reforzarlo con cuadros de tal forma que
sean destinados a esta labor personas con autoridad, experimentadas y con
agudeza política, capaces de velar rigurosamente por los intereses del Estado.
Es necesario mejorar considerablemente el papel del control del Partido,
concentrar la atención de los órganos del Partido en la comprobación del
cumplimiento de las decisiones en las amplias masas trabajadores, en las
organizaciones del Partido y del gobierno. Es preciso que nuestros órganos
dirigentes se apoyen en su trabajo de control del cumplimiento de las
decisiones en las amplias masas trabajadoras, en las organizaciones del
Partido, de los sindicatos y del Komsomol, en el activo de los Soviets locales.
Sólo la combinación del control del cumplimiento desde arriba con el control
desde abajo por las masas del Partido y sin partido asegurara la eliminación
oportuna de los defectos en la labor de nuestras organizaciones e
instituciones, creará una situación en la que las decisiones y directrices se cumplirán
en el momento debido y con precisión, el estilo bolchevique.
La fuerza decisiva de la dirección del Partido y del Estado la
constituyen los cuadros sin cuya justa selección y educación es imposible
aplicar con éxito la línea política del Partido. La tarea principal en la
selección de los cuadros consiste en mejorar por todo los medios la calidad de
los funcionarios, en fortalecer nuestras organizaciones del Partido, del Estado
y de la economía, con personas fieles a los intereses del Partido y del Estado,
que conozca bien la labor que realizan y sean capaces de hacerlas avanzar.
Como resultado del trabajo efectuado por el Partido ha mejorado
considerablemente la composición de los cuadros dirigentes. Son embargo, esto
no significa que haya sido resuelta la completa tarea de mejorar
cualitativamente la composición de los cuadros dirigentes. Ahora, cuando todas
las ramas de la economía están dotadas de una técnica de vanguardia y ha
crecido de modo inconmensurable el nivel cultural del pueblo soviético, las exigencias
que se formulan a los cuadros de dirección son otras, más elevadas. El timón de
la dirección en la industria y en la agricultura, en el aparato del Partido y
del Estado debe estar en manos de hombres cultos, conocedores de su trabajo,
capaces de introducir una ráfaga de aire fresco, de apoyar toda avanzada y progresiva
y de desarrollo de modo creador. Tenemos todas las posibilidades para ello, ya
que es más amplia que antes la base para la selección y promoción de cuadros
dirigentes que respeten a esas exigencias.
El fortalecimiento sucesivo de los efectivos de cuadros dirigentes
depende ahora, principalmente de la justa organización del conocimiento y de la
selección de los funcionarios, y para ello es necesario, ante todo, eliminar
las deficiencias, errores y tergiversaciones en el trabajo con los cuadros. Y nuestras
fallas en este sentido no son pocas.
El defecto fundamental consiste en que algunos dirigentes
seleccionan los cuadros no según sus cualidades políticas y prácticas, sino rigiéndose
por parentesco, las relaciones de amistad y el paisanaje. Con frecuencia,
funcionarios honrados y que conocen su profesión, pero perspicaces e
intransigentes con los defectos, a causa de lo cual producen inquietud a la
dirección, son depuestos bajo diferentes pretextos y sustituidos por personas
de dudoso valor o completamente incapaces para ese trabajo; pero, en cambio,
convenientes y agradables para algunos dirigentes. A consecuencia de esas
tergiversaciones de la línea del Partido en la selección y promoción de los
cuadros, en algunas organizaciones se crea una capillita de adictos, ligado por
la caución solidaria y que colocan los intereses del grupo por encima de los
intereses del Partido y del Estado. No tiene nada de extraordinario que
semejante situación lleve corrientemente a la descomposición y a la
putrefacción. Así concurrió, por ejemplo con la organización de Uliánovsk del
Partido, donde una parte de los funcionarios de la economía, de los Soviets y
del Partido perteneciente al grupo de dirección de la organización regional se
depravaron moralmente, emprendieron el camino de la dilapidación, del hurto y
del robo de los bienes del Estado.
Causa un gran daño al mejoramiento continuo de la composición de los
cuadros dirigentes la actitud oficinesca y burocrática ante el estudio y la
selección de los cuadros. A veces la selección de los cuadros se hace sobre la
base de los datos que figuran en el cuestionario y de certificados formales,
sin una seria comprobación de las cualidades prácticas y políticas de los
funcionarios. En la selección de los cuadros ha arraigado la práctica
perniciosa de confirmar o designar a los funcionarios por correspondencia, sin
tener un contacto vivo con ellos. Se comprende que con un método tan formal y burocrático
en la selección de los cuadros no se puede decidir con acierto la cuestión de
si el funcionario es capaz o no de desempeñar el trabajo para el que se le
propone. Sin tener claros los méritos y los defectos de funcionario es
imposible determinar en qué puesto puede desarrollar mejor su capacidad
personal.
Las organizaciones de Partido tiene la obligación de asegurar la observancia
rigurosa en todos los eslabones de nuestro aparato de los principios de
selección y distribución de los cuadro establecidos por nuestro Partido. Es
necesario luchar de modo intransigente contra el espíritu de familia y la
caución solidaria, terminar con la actitud burocrática hacia el estudio y la
selección de los cuadros. Es preciso elevar a un mayor nivel la labor de los órganos
del Partido en el estudio y la selección de los cuadros y reforzar
considerablemente el control del Partido sobre la situación en que se encuentra
esta labor en las organizaciones de los Soviets y de la economía.
La tarea consiste en que la selección de los hombres y el control
del cumplimiento de las decisiones conviertan prácticamente en lo principal en
la labor dirigente de las organizaciones centrales y locales del Partido, de
los Soviets y de la economía. Es necesario recordar que el objetivo de la
comprobación del cumplimiento de las decisiones consiste ante todo, en
descubrir los defectos, en revelar las contradicciones de la ley, en ayudar con
consejos a los funcionarios honrados, en castigar a los incorregibles y en
conseguir el cumplimiento de las decisiones adoptada, en estudiar la
experiencia y, sobre su base, asegurar la solución más acertada, provechosa y económica
de la tarea planteada. No se puede tolerar una actitud burocrática ante la
comprobación del cumplimiento de las decisiones, no debe temer anular o
rectificar una decisión adoptada si se revela su carácter erróneo o inexacto. La
comprobación del cumplimiento está indisolublemente vinculada a la tarea de
eliminar los defectos en la selección de los cuadros; en consonancia con los
resultados de la comprobación, es imprescindible separar a los funcionarios
ineptos, inadecuados, atrasados, sin escrúpulos y sustituirlos por personas
mejores, útiles, avanzadas y honradas; la comprobación del cumplimiento debe
contribuir a la promoción de hombres nuevos, capaces de hacer avanzar la obra,
que salvaguarden los intereses del Estado.
4) En muchas organizaciones
del Partido se menosprecia la labor ideológica, a consecuencia de lo cual ésta
se rezaga de las tareas del Partido y en una serie de organizaciones se
encuentra en estado de abandono.
La labor ideológica es un deber primordial del Partido y el menosprecio
de esta labor puede causar un daño irreparable a los intereses del Partido y
del Estado. Debemos recordar siempre que todo debilitamiento de la influencia
de la ideología socialista significa un fortalecimiento de la influencia de la ideología
burguesa.
En nuestra sociedad soviética no hay y no puede haber base de clases
para el dominio de la ideología burguesa. En nuestro país domina la ideología
socialista cuya base indestructible es el marxismo-leninismo. Pero en nuestro
país se han conservado aún restos de la ideología burguesa, supervivencias de
la psicología y de la moral de la propiedad privada. Estas supervivencias no
mueren por si misma, son muy vivaces, pueden crecer y es necesario luchar
resueltamente contra ellas. No estamos asegurados tampoco contra la penetración
en nuestro país de opiniones, de ideas y de estados de ánimo ajenos, tanto
desde el exterior, por parte de los Estados capitalistas, como desde el
interior, por parte de los restos de los grupos hostiles al Poder soviético no
rematados por el Partido. No hay que olvidar que los enemigos del Estado Soviético
intentan divulgar, fomenta y atizar toda clase de estado de espíritu morboso,
de descomposición ideológica a los elementos inestables de nuestra sociedad.
Algunas de nuestras organizaciones del Partido, absorbidas por la económica
olvidan las cuestiones de la ideología, las dan de lado. Incluso en tales
organizaciones de vanguardia del Partido como, por ejemplo, la de Moscú, se
presta insuficiente atención a la labor ideológica. Y esto no pasa sin dejar
huella. Allí donde se debilita la atención hacia las cuestiones de la ideología,
se crean condiciones favorables para la reanimación de opiniones y puntos de
vistas hostiles a nosotros. En aquellos sectores del trabajo ideológico que por
cualquier motivo quedan fuera del campo visual de las organizaciones del
Partido y donde se debilita la dirección y la influencia del Partido, gentes
extrañas, toda clase de elementos proceden de los restos de los grupos
antileninistas aplastados por el Partido, tratan de apoderarse de ellos de
aprovecharlos para introducir su línea, para resucitar y difundir “puntos de
vista” y “concepciones” antimarxistas de diverso genero.
El menosprecio de la labor ideológica es resultado en grado considerable,
de que cierta parte de nuestros cuadros dirigentes no trabajan para elevar su
propia conciencia, no completan sus conocimientos de marxismo.leninismo, no se
enriquecen con la experiencia histórica del Partido. Y sin esto no se puede ser
un dirigente maduro y de pleno valor. Quien se rezaga en el aspecto ideológico
y político, quien vive de fórmulas aprendidas de memoria y no siente lo nuevo
no es capaz de comprender con acierto la situación interior y exterior, no
puede y no es digno de esta al frente del movimiento, y la vida, tarde o
temprano, lo arrojara a un lado. Sólo puede esta a la altura de las tareas de
nuestro Partido un dirigente que trabaje constantemente para elevar su propio
nivel que asimile de modo creador el marxismo-leninismo, que elabore y
perfeccione en si mismo las cualidades de un dirigente de tipo
leninista-stalinista.
Las organizaciones del Partido trabajan todavía débilmente con los
miembros y candidatos a miembros del mismo para elevar su preparación ideológica
y política, organizar y controlan mal su labor de estudio de la teoría
marxista-leninista, a causa de lo cual muchos comunistas no tienen los
conocimientos indispensables del marxismo-leninismo. La elevación de la
preparación política de los miembros y candidatos o miembros del Partido es una
condición imprescindible para redoblar su papel de vanguardia en todas las
esferas de la vida, para intensificar más y más la actividad de las masas del
Partido y mejorar la labor de las organizaciones de éste.
A causa de la insuficiente dirección de la labor ideológica y de la
falta de control de su contenido, se cometen con frecuencia graves errores y
deformaciones en los libros, periódicos y revistas y en la actividad de las
instituciones de carácter ideológico, incluidas las científicas. Como resultado
de la intervención del Comité Central del Partido, en muchas ramas de la
ciencia fueron descubiertos hábitos y tradiciones extrañas a los hombres soviéticos,
se revelaron casos de espíritu cerrado de casta y de actitud intolerante hacia
la critica y fueron desenmascaradas y aplastadas diferentes manifestaciones de
la ideóloga burguesa y deformaciones vulgarizadoras de todo género. La
conocidas discusiones sobre filosofía, biología, fisiología, lingüística y economía
política pusieron al descubierto serias fallas ideológicas en diversas ramas de
la ciencia, impulsaron el desarrollo de la crítica y la lucha de opiniones y
desempeñaron un importante papel en el desarrollo de la ciencia. Ha sido aplastado
el régimen de Arakchéev que existía en muchos sectores del frente científico.
Sin embargo, en diversas ramas de la ciencia no ha sido liquidado plenamente
aún el monopolio de ciertos grupos de hombres de ciencia que apartan a las
fuerzas frescas en crecimiento, se atrincheran contra la crítica e intentan
resolver las cuestiones científicas por vía administrativas. Ninguna rama de la
ciencia puede desarrollarse con éxito en una atmósfera sofocante de alabanzas
mutuas y de disimulación de los errores; las tentativas de implanta el
monopolio de ciertos grupos de hombres de ciencia engendran inevitablemente el
estancamiento y la putrefacción en la ciencia.
La labor ideológica del Partido debe desempeñar un papel importante
en la tarea de depurar la conciencia de las gentes de la supervivencia del
capitalismo, de los prejuicios y las tradiciones perniciosas de la vieja
sociedad. Hay que seguir inculcando a las masas la elevada conciencia del deber
social, educando a los trabajadores en el espíritu del patriotismo soviético y
de la amistad entre los pueblos, en el espíritu de la preocupación por los
intereses del Estado y perfeccionando las mejores cualidades de los hombres soviéticos
la seguridad en la victoria de nuestra causa, la disposición a superar todos
clase de dificultades y la capacidad para hacerlo.
La tarea de las organizaciones del Partido consiste en terminar
decididamente con el nocivo menosprecio de la labor ideológica, intensificar
esta labor en todos los eslabones del Partido y del Estado y desenmascarar
incansablemente cualquier manifestación de ideología extraña al marxismo. Es
preciso desarrollar y perfeccionar la cultura, la ciencia, la literatura y el
arte socialista y orientar todo los medios de influencia ideológica y política,
nuestra propaganda, agitación y prensa a mejorar la preparación ideológica de
los comunistas y a elevar la vigilancia política y el grado de conciencia de
los obreros, campesinos e intelectuales. Todos nuestros cuadros, todos sin
excepción, tienen el deber de esforzarse por elevar su nivel ideológico y
asimilar la rica experiencia política del Partido, a fin de no quedarse
rezagado de la vida y estar a la altura de las tareas del Partido. Es necesario
que las organizaciones del Partido realicen una labor constante con los
miembros y candidatos a miembros del Partido para elevar su nivel ideológico,
que les enseñen el marxismo-leninismo y hagan de ellos comunistas políticamente
preparados y concientes.
***
Nuestras tareas en cuanto al fortalecimiento ulterior del Partido
son:
1) Continuar mejorando la composición cualitativa del Partido, no
permitir el afán desenfrenado por la cantidad sino concentrarse en la elevación
del nivel político y del temple marxista de los miembros y candidatos a
miembros del Partido; elevar la actividad política de los comunistas, hacer de
todos los miembros del Partido combatientes firmes por la aplicación de la política
y de las resoluciones del mismo, intransigentes con las deficiencias en el
trabajo y capaces de luchar con perseverancia para corregirlas; mejorar y
perfeccionar la labor de los sindicatos y del komsomol y fortalecer diariamente
los vínculos con las masas; recordado que la fuerza y la invencibilidad de
nuestro Partido reside en su intima e indisoluble ligazón con el pueblo.
2) Terminar con el espíritu
de autosuficiencia y de embriaguez por los éxitos, nocivo y peligroso para
nuestra causa, y con las manifestaciones de la tendencia a verlo todo de color
de rosa y de placidez en las filas del Partido, descubrir y liquidar con valentía
y decisión de los defectos y las debilidades de nuestra labor; aplicar
consecuentemente la democracia interna del Partido, desplegar con mayor
amplitud la autocrítica y la critica por la base, asegurar que todos los
ciudadanos soviéticos honrados puedan criticar con audacia y sin temor las
defectos en la labor de nuestras organizaciones e instituciones, luchar
implacablemente contra toda tentativa de aplastar la critica, de perseguir y
vejar por criticar; fortalecer por todos los medios la disciplina del Partido y
del Estado, extirpar la actitud formal ante las decisiones del Partido y del
Gobierno y la luchar enérgicamente contra la indisciplina y contra las
infracciones que menoscaban los intereses del Estado.
3) Elevar a un nivel más alto
la labor de los órganos del Partido en la acertada selección, distribución y
educación de los cuadros, observar rigurosamente los principios establecidos
por el Partido para la justa selección de los funcionarios, sostener una lucha
intransigente contra las infractores de estos principios, luchar
implacablemente contra el modo burocrático en la selección de los cuadros,
mejorar la calidad de los cuadros dirigentes, promover con más audacia para la
labor de dirección a personas fieles a los intereses del Partido y del Estado,
que conozcan bien los asuntos y sean capaces de impulsarlos adelante, separar a
los funcionarios que trabajan mal, a los inútiles, atrasados y sin escrúpulos;
reforzar por todo los medios el control y la comprobación del cumplimiento de
las dediciones en todo el sistema de dirección de arriba a bajo, elevar la
responsabilidad personal de los dirigentes de todas las organizaciones e
instituciones por la comprobación del cumplimiento de las decisiones del Partido
y del Gobierno, combinar la comprobación del cumplimiento desde arriba con la
comprobación desde abajo por parte de las masas del Partido y sin partido;
asegurar que la acertada selección de los cuadros y la comprobación del
cumplimiento de las decisiones sean de hecho lo principal en la labor dirigente
de las organizaciones centrales y locales del Partido, de los Soviets y de la
economía.
4) Terminar con el
menosprecio de la labor ideológica luchar enérgicamente contra el liberalismo y
la incuria ante los errores y deformaciones ideológicas, elevar y perfeccionar
sistemáticamente la preparación ideológica y política de nuestros cuadros;
orientar todos los medios de influencia ideológica, nuestra propaganda,
agitación y prensa a la educación comunista de los ciudadanos soviéticos;
elevar a un nivel más alto la ciencia soviética, desar5rollando la critica y la
lucha de opciones en la labor científica, recordando que sólo de este modo
puede cumplir su misión la ciencia soviética; ocupar el primer puesto en la ciencia mundial.
5) Cuidar también en el
futuro, como las niñas de los ojos, la unidad leninista de las filas del
Partido, que es la base de la fortaleza y de la invencibilidad de nuestro
Partido. (Tempestuosos aplausos)
***
Camaradas:
En nuestra época, la gran doctrina de Marx-Engels-Lenin-Stalin
alumbra a toda la humanidad el camino del desarrollo de la civilidad mundial.
Nuestro Partido es fuerte porque se rige en toda su actividad por la
teoría marxista-leninista. Su política se basa en el conocimiento científico de
las leyes del desarrollo social.
El papel histórico de nuestros grandes maestros, Lenin y Stalin, consisten
en que, penetrando profundamente en las bases teóricas del marxismo y dominando
a la perfección el método dialéctico, han salvaguardado y defendido el marxismo
contra todas las tergiversaciones y han desarrollado de un modo genial la
doctrina marxista. Constantemente en cada nuevo viraje de la historia, Lenin y Stalin
han ligado el marxismo a las tareas prácticas determinadas de la época, demostrando
con su actitud creadora hacia la doctrina de Marx-Engels que el marxismo no es
un dogma muerto, sino una guía viva para la acción.
La teoría marxista-leninista es objeto de preocupación constante del
camarada Stalin. En el centro de la actividad teórica del camarada Stalin se
halla, en el curso de todo lo último periodo, la elaboración de problemas de
importancia histórica universal: sobre el desarrollo de la economía socialista,
sobre el paso gradual al comunismo. Enriqueciendo y desarrollando con un espíritu
creador la ciencia marxista-leninista, el camarada Stalin pertrecha
ideológicamente al Partido y al pueblo soviético en la lucha por el triunfo de
nuestra causa.
Para la teoría marxista-leninista y para toda nuestra actividad
práctica tiene inmensa importancia el trabajo recientemente publicado del
camarada Stalin “Problemas económicos del socialismo en
la URSS”, (Tempestuosos y prolongados aplausos). En este trabajo son
investigadas en todos sus aspecto las leyes de la producción social y de la
distribución de bienes materiales en la sociedad socialista, son definidas las
bases científicas del desarrollo de la economía socialista, son indicados los
caminos para el paso gradual del socialismo al comunismo. Con su elaboración de
los problemas de la teoría económica, el camarada Stalin ha hecho avanzar
extraordinariamente la Economía política
marxista-leninista.
El camarada Stalin ha formulado las tesis programáticas sobre las
condiciones preliminares fundamentales para la preparación del paso al
comunismo. Para preparar el paso efectivo al comunismo, enseña el camarada
Stalin, se requiere cumplir, por lo menos, tres condiciones previas
fundamentales.
“Es necesario, en primer lugar asegurar firmemente… el incremento
continuo de toda la producción social, dando preferencia al incremento de la
producción de medios de producción. El incremento preferente de la producción
de medios de producción es necesario no sólo porque ella debe asegurar las
maquinas necesarias tanto a sus propias empresas como a las empresas de todas
las ramas restantes de la economía nacional, sino también porque sin ella es
imposible, en general, llevar a cabo la reproducción ampliada” (J, Stalin. “Problemas
económicos del socialismo en la URSS”, págs. 66-67, ed,
rusa).
“Es necesario, en segundo lugar, mediante transiciones graduales,
efectuadas de un modo ventajoso para lo koljoses y, por consiguiente, para toda
la sociedad, elevar la propiedad koljosiana al nivel de propiedad de todo el
pueblo y, también mediante transiciones graduales, reemplaza la circulación
mercantil por el sistema de intercambio de productos, para que el Poder central
o cualquier otro centro económico social pueda disponer de la totalidad de los
productos de la producción social en beneficio de la sociedad”.( Ob. Cit., Pág.
67)
Naturalmente, en la actualidad, la circulación mercantil y la
propiedad koljosiana son utilizadas con éxito para el desarrollo de la economía
socialista y proporcionan a nuestra sociedad indudable provecho. Seguirán
reportando provecho también en el futuro inmediato. Pero es preciso tener en
cuenta las perspectivas de nuestro desarrollo.
“…No es posible lograr –indica el camarada Stalin- ni la abundancia
de productos capaz de cubrir todas la necesidades de la sociedad, ni el paso a
la fórmula “A cada uno, según sus necesidades”, mientras subsistan fenómenos económicos
como la propiedad koljosiana, de grupo, la circulación mercantil, etc.”. (Ob.
Cit., pág. 66)
Mientras en la economía socialista existan dos sectores
fundamentales de producción –el estatal y el koljosiano- debe permanecer en
vigor la circulación mercantil con su “economía monetaria”, como un elemento
necesario y útil en el sistema de nuestra economía nacional. La existencia de
la producción mercantil y de la circulación mercantil determina también la
vigencia bajo el socialismo de la ley del valor, aunque ha dejado ya de
desempeñar en nuestro régimen el papel de regulador de la producción.
Pero la circulación mercantil, como la ley del valor, no son
eternas. Cuando en lugar de las dos formas fundamentales de producción
socialista –de todo el pueblo y koljosiana- aparezca un solo sector omnímodo de
producción, desaparecerán la circulación mercantil, con su ”economia monetaria”
y la ley del valor. No tienen nada de común con el marxismo los puntos de vista
de quienes consideran que la circulación mercantil se mantendrá en el
comunismo. La circulación mercantil es incompatible con la perspectiva del paso
del socialismo al comunismo.
El camarada Stalin ha elaborado teóricamente el problema sobre las
medidas necesarias para elevar la propiedad koljosiana al nivel de propiedad de
todo el pueblo y sobre el paso gradual al sistema de intercambio de productos
entre la industria del Estado y los koljoses. Los gérmenes existentes hoy del
intercambio de productos, bajo la forma de “trueque de mercancías” por la
producción de los koljoses cultivadores de algodón, de lino, de remolacha
azucarera y de otros koljoses, se desarrollaran hasta transformarse en un
amplio sistema de intercambio de productos.
“Semejante sistema –indica el camarada Stalin- requerirá un enorme
aumento de la producción facilitada por la ciudad al campo, en vista de lo cual
habrá que introducirlo sin grandes apresuramiento, a medida que se acumulen los
artículos fabricados en las ciudades, Pero es preciso introducirlo con firmeza,
si vacilaciones, reduciendo paso a paso la esfera de acción de la circulación
mercantil y ampliando la esfera de acción del intercambio de productos.
Semejante sistema, al reducir la esfera de acción de la circulación
mercantil, facilitará el paso del socialismo al comunismo. Además, permitirá
incluir en el sistema general de planificación en escala nacional la propiedad
fundamental de los koljoses, los productos de la producción koljosiana.
Esto será, en nuestras condiciones actuales, un medio real y
decisivo para elevar la propiedad koljosiana al nivel de propiedad de todo el
pueblo” (Ob, cit., pág. 94)
El sistema de intercambio de productos es indudablemente ventajoso
para los campesinos koljosisnos, ya que recibirán del Estado mucho más
producción y a precios más bajos que con la circulación mercantil. Los koljoses
que utilizan ya hoy el “trueque de mercancías”, que representa los gérmenes del
sistema de intercambio de productos, comprueban por propia experiencia las
inmensas ventajas y la superioridad de este sistema. Es sabido que entre estos
koljoses existe un número extraordinario de koljoses ricos.
Para preparar las condiciones previas fundamentales del paso al
comunismo –como indica el camarada Stalin- “es necesario, en tercer lugar,
conseguir un ascenso cultural de la sociedad que asegure a todos sus miembros
en desarrollo multilateral de sus actitudes físicas e intelectuales, pero que
puedan recibir una instrucción que les permita ser agentes activos del
desarrollo social, pero que puedan elegir la profesión que más les guste y no
tengan que estar adscrito de por vida, en virtud de la división existente en el
trabajo, a una sola profesión, cualquiera que sea” (ob. cit. pág. 68)
“Para ello es preciso, ante todo, reducir la jornada de trabajo a
seis horas, por lo menos, después a cinco. Esto es necesario a fin de que los
miembros de la sociedad dispongan de suficiente tiempo libre, indispensable
para adquirir una instrucción multilateral. Para ello es preciso, además, introducir
la enseñanza politécnica general obligatoria, indispensable para que los
miembros de la sociedad puedan elegir la profesión que más les guste y que no
se vean adscriptos de por vida a una solo profesión, cualquiera que sea. Para
ello es preciso, además mejorar radicalmente las condiciones de vivienda y
elevar el salario real de los obreros y empleados por lo menos al doble sino más,
tanto mediante el alza directo del salario en metálico, como, sobre todo,
mediante la rebaja sistemática de los precios de los artículos de amplio
consumo.” (ob.cit.pag.69). Sólo después de cumplir todas estas condiciones
previas, tomadas en su conjunto, enseña el camarada Stalin, se podrá esperar
que el trabajo, de carga penosa que era bajo el capitalismo, se convierta para
los miembros de la sociedad en la primera necesidad de la vida, y que la
propiedad social sea considerada por todos los miembros de la sociedad como
base indestructible e intangible de la existencia de la sociedad. Solo después
de cumplir todas estas condiciones previas, tomadas en su conjunto, se podrá
pasar a la formula socialistas: “De cada uno, según su capacidad; a cada uno,
según su trabajo” a la formula comunista: “De cada uno, según su capacidad; a
cada uno, según sus necesidades”
El camarada Stalin pone guardia insistentemente contra los avances
precipitados e irreflexivos y contra el sin la creación previa de las premisas necesarias
para el transito.
El camarada Stalin ha dado la solución científica de tan grandes
problemas sociales y, cuestiones programáticas del comunismo como liquidación
del contrasté entre la ciudad y el campo y entre el trabajo manual e
intelectual; ha elaborado asimismo el problema-nuevo en la ciencia marxista- de
la liquidación de las diferencias esenciales entre ellos, que persisten todavía
en la sociedad socialista.
Por tanto, los planes del Partido para el futuro, que determinan las
perspectivas y los caminos de nuestro avance, se basan en el conocimiento de
las leyes económicas, se basan en la ciencia sobre la construcción de la
sociedad comunista, ciencia elaborada por el camarada Stalin.(tempestuosos
aplausos que duran largo rato).
Desde este punto de vista de los principios tiene enorme importancia
la fundamentación hecha por el camarada Stalin del carácter objetivo de las
leyes económicas. El camarada Stalin enseña que las leyes del desarrollo económico,
las leyes de
la Economía Política –ya se
trate del capitalismo o del socialismo- son leyes objetivas, que reflejan el
proceso de desarrollo económico, el cual se aparece independientemente de la
voluntad de los hombres. Los hombres pueden descubrí estas leyes, conocerlas,
utilizarlas en beneficio de la sociedad, pero no pueden destruir las viejas
leyes económicas o crear nuevas. Las leyes económicas no son creadas por la
voluntad de los hombres sino que surgen sobre la base de nuevas condiciones económicas.
Son profundamente erróneos los puntos de vista de quienes creen que
es posible crear o destruir las leyes del desarrollo económico, y que, debido
al papel especial asignado por la historia al Estado Soviético, éste puede
abolir las leyes vigentes de la economía política, “formar” otras nuevas o
“transformarlas”. La negación de la existencia de las leyes objetivas en la
vida económica bajo el socialismo conduciría al caos y al imperio de la
causalidad.
Semejante negación conduciría a liquidar
la Economía Política como ciencia, pues la ciencia no puede vivir ni desarrollarse sin
reconocer las leyes objetivas, sin estudiar estas leyes. La negación del
carácter objetivo de las leyes económicas constituye la base ideológica del
aventurerismo en la política económica y de la total arbitrariedad en la práctica
de la dirección de la economía.
El descubrimiento hecho por el camarada Stalin de la ley fundamental
del capitalismo contemporáneo y de la ley fundamental del socialismo constituye
una importantísima aportación a
la Economía Política Marxista: La ley económica fundamental determina la esencia del
modo de producción respectivo, todos los principales aspectos y todos los
principales procesos de su desarrollo, da la clave para la comprensión y
explicación de todas las leyes del régimen económico respectivo.
El camarada Stalin ha demostrado que los rasgos y exigencias
principales de la economía fundamentalmente del capitalismo contemporáneo
consiste en “asegurar el beneficio capitalista máximo mediante la explotación,
la ruina y la depauperación de la mayoría de la población del país respectivo,
mediante el sojuzgamiento y el saqueo sistemático de los pueblos de otros países
sobre todo de los países atrasados, y, por último, mediante la guerra y la
militarización de la economía nacional, utilizados para asegurar los beneficios
más altos” (ob.cit.pág.38). Esta ley pone al descubierto y explica las
flagrantes contradicciones del capitalismo, pone al desnudo las causas y las raíces
de la política agresiva y de rapiña de los Estados capitalistas. La acción de
esta ley conduce al ahondamiento de la crisis general del capitalismo, al
inevitable crecimiento y a la explosión de todas las contradicciones de la
sociedad capitalista.
En pleno contraste con el capitalismo en putrefacción está el
sistema socialista, ascendente y floreciente. Los rasgos y exigencias
esenciales de la ley fundamental del socialismo, descubierta por el camarada
Stalin, son: “asegurar la satisfacción máxima de las necesidades materiales y
culturales, siempre en crecientes, de toda la sociedad mediante el desarrollo y
perfeccionamiento ininterrumpido de la producción socialista sobre la base de
la técnica más elevada” (ob.cit.pág.40). El camarada Stalin ha mostrado que el
objetivo del modo socialista de producción no es un beneficio, sino el hombre
con sus necesidades, la satisfacción de sus necesidades materiales y culturas
o, asegurar la satisfacción máxima de las necesidades materiales y culturales,
siempre crecientes, de toda la sociedad es el objetivo de la producción
socialista sobre la base de la técnica más elevada constituye el medio para
alcanzar el objetivo. La acción de esta ley conduce al ascenso de las fuerzas
productivas de la sociedad, al florecimiento de ésta, al crecimiento incesante
del bienestar material y del nivel cultural de los trabajadores. (Aplausos)
El descubrimiento por el camarada Stalin de la ley fundamental del
capitalismo contemporáneo y de la ley económica fundamental del socialismo
asesta un golpe demoledor a todas las apologías del capitalismo. Estas leyes económicas
fundamentales testimonia que si en la sociedad capitalista el hombre está
subordinado a la ley despiadada de la obtención del beneficio máximo, en aras
de la cual los hombres son condenados a duros sufrimientos, a la miseria, al
paro forzoso y a las guerras sangrientas, en la sociedad socialista toda la
producción esta subordinada al hombre con sus necesidades siempre crecientes.
En todo esto consiste la superioridad decisiva de nuestro régimen social más
elevado que el capitalismo: el comunismo. (Aplausos).
El comunismo surge como resultado de la creación conciente de las
masas de millones de trabajadores. La teoría del automatismo y de la
espontaneada es profundamente extraña a todo régimen económico del socialismo.
En virtud de la acción de la ley de la competencia y la anarquía de la
producción, la económica capitalista es corroída por las más agudas
contradicciones. El camarada Stalin ha mostrado que sobre la base de la
socialización de los medios de producción, en oposición a la ley de la competencia
y de la anarquía de la producción, en nuestro país ha surgido la ley del
desarrollo planificado (proporcional) de la economía nacional.
La ley del desarrollo planificado de la economía nacional no es la
ley económica fundamental del socialismo, y nuestra práctica de la
planificación no puede, por si solo, dar los resultados positivos convenientes
sino se tiene en cuenta la tarea principal de la producción socialista, si no
se basa en la ley fundamental del socialismo. Para asegurar el crecimiento
incesante de toda la producción social y crear en nuestro país la abundancia de
producción, es necesario dominar hasta el fin el arte de utilizar de un modo
planificado y racional todos los recursos materiales, financieros y de trabajo,
partiendo de las exigencias de la ley del desarrollo planificado de la economía
nacional y actuando en todas las cosas
en conformidad con las exigencias de la ley económica fundamental del
socialismo.
En sus trabajos consagrados a los problemas económicos del
socialismo en la
URSS, el camada Stalin ha mostrado
toda la complejidad de las tareas que debemos resolver en la lucha contra las
dificultades, superando las contradicciones que surgen en el curso de la
construcción comunista.
El camarada Stalin ha descubierto la ley económica objetiva de la armonía
obligatoria entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas
productivas y ha fundamentado el enorme papel cognoscitivo y transformador de
dicha ley. Poniendo al descubierto con clarividencia los procesos que se operan
en nuestra economía, el camarada Stalin ha mostrado cuán profundamente erróneo
son las opiniones de que bajo el socialismo no existen contradicción alguna
entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas de la sociedad. Es
indudable que existen y han de existir contradicciones, por cuanto el
desarrollo de las relaciones de producción se rezaga y ha de continuar rezagándose
del desarrollo de las fuerzas productivas. En la sociedad socialista,
naturalmente, las cosas no llegan por lo común hasta un conflicto entre las
relaciones de producción y las fuerzas productivas, pero seria peligroso no
observar que entre ellas existen y pueden existir contradicciones. Estamos
obligados a advertir oportunamente estas contradicciones y a superarlas a
tiempo, mediante la realización de una política justa, con el fin de que las
relaciones de producción cumplan su papel de la fuerza principal y decisiva que
determina el proceso desarrollo de las fuerzas productivas.
Las tareas de nuestro movimiento de avance obligan a los
funcionarios del Partido, a cuantos trabajan en la esfera de las ciencias
sociales, y en primer lugar a los economistas a elaborar en todos los aspectos,
rigiéndose por las indicaciones programáticas del camarada Stalin, los problemas
de la teoría marxista-leninista en la ligazón indisoluble con el trabajo
práctico constructivo.
Los trabajos del camarada Stalin son una brillante demostración de
la gran importancia que concede nuestro Partido a la teoría. La teoría
revolucionaria ha sido, es y será la antorcha inextinguible que alumbra el
camino de avance de nuestro Partido y de nuestro pueblo hacia el triunfo
completo del comunismo. (Tempestuosos aplausos)
El camarada Stalin hace avanzar infatigablemente la teoría marxista.
En el trabajo clásico del camarada Stalin “El Marxismo y las Cuestiones de
la Lingüística” ha sido elevada a un escalón nuevo, superior, superior, las tesis básicas
de la teoría del marxismo respecto al carácter del desarrollo social que se efectúa
conforme a las leyes determinadas, y han sido elaboradas en todos los aspectos
las cuestiones relativas a la base económica y a la superestructura de la
sociedad, a las fuerzas productivas y a las relaciones de producción. Han sido
desarrolladas más aún la doctrina del materialismo dialéctico e histórico, como
base teórica del comunismo. El camarada Stalin ha puesto al descubierto el
papel del idioma como instrumento de desarrollo de la sociedad, ha señalado las
perspectivas del desarrollo ulterior de las culturas y de los idiomas
nacionales. En esta obra, el camarada Stalin, enriqueciendo con nuevas tesis la
ciencia marxista-leninista, ha abierto nuevas perspectivas para el progreso de
todas las ramas del conocimiento.
Los trabajos del camarada Stalin sobre los problemas económicos y
sobre las cuestiones de la lingüística marcan una nueva etapa en el desarrollo
del marxismo, constituyen un magnifico ejemplo de enfoque creador de la
doctrina de Marx-Engels-Lenin. El camarada Stalin enseña que toda actitud dogmática
hacia la teoría es inadmisible y que puede causar gran daño a la educación política
de las masas. Los descubrimientos teóricos del camarada Stalin tienen una
importancia histórica universal, pertrechan a todos los pueblos con el
conocimiento de las vías de reorganización revolucionaria de la sociedad y con
la riquísima experiencia de la lucha de nuestro Partido por el comunismo.
(Tempestuosos y prolongados aplausos).
La enorme importancia de los trabajos teóricos del camarada Stalin
consisten en que ponen en guardia contra todo examen superficial, penetran en
la profundidad de los fenómenos, en la esencia misma de los procesos de
desarrollo de la sociedad, enseña a ver en germen los fenómenos que han de
determinar la marcha de los acontecimientos, lo cual hace posible la previsión
marxista.
La doctrina de Marx-Engel-Lenin-Stalin da a nuestro Partido una
fuerza invencible, la capacidad de abrir nuevos caminos en la historia, de ver
con claridad el objetivo de nuestro movimiento ascensional y de conquistar y consolidada
la victoria de un modo más rápido y más firme.
Las ideas leninista-stalinistas alumbran con la luz resplandeciente
de la teoría revolucionaria las tareas y
las perspectivas de la lucha de las masas populares de todos los países contra
el imperialismo, por la paz, la democracia y el socialismo. (Tempestuosos
aplausos que duran largo rato).
Camaradas:
El Estado Soviético no es ya no esta solitario, cercado por los países
capitalistas. Marchamos junto con el gran pueblo chino (prolongados aplausos),
con millones y millones de seres que integran las masas populares de los países
de democracia popular y de
la Republica Democrática Alemana
(Prolongados aplausos). Contamos con la simpatía y el apoyo de toda la
humanidad progresiva. (Prolongados aplausos). Junto con todas estas fuerzas
defendemos la causa de la paz y de la amistad entre los pueblos.
Nuestra poderosa Patria se halla en el florecimiento de sus fuerzas
y marcha hacia nuevos éxitos. Tenemos todo lo necesario para construir la
sociedad comunista completa. Las riquezas naturales del País Soviético son
inagotables. Nuestro Estado ha demostrado su capacidad para utilizar estas
enormes riquezas en beneficio de los trabajadores. El pueblo soviético ha
demostrado que sabe construir una sociedad nueva y mira con confianza el
futuro. (Prolongados aplausos).
A la cabeza de los pueblos de
la Unión Soviética está el
Partido, probado y templado en los combates, que realiza con firmeza la política
leninista-stalinista. Bajo la dirección del Partido Comunista ha sido
conquistada la victoria histórico-universal del socialismo en
la URSS y se ha liquidado para siempre la explotación del hombre por el
hombre. Bajo la dirección del Partido los pueblos de
la Unión Soviética luchan con
éxito por la consecución del gran objetivo de la construcción del comunismo en
nuestro país. (Prolongados aplausos).
No existen en el mundo fuerzas capaces de detener la marcha
ascensional de la sociedad soviética. Nuestra causa es invencible. Lo que hace
falta es mantener firmemente el timón y seguir nuestro camino, sin ceder ni a
las provocaciones ni a las intimidaciones. (Tempestuosos y prolongados
aplausos).
Bajo la bandera del inmortal Lenin, bajo la sabia dirección del gran
Stalin !adelante, hacia la victoria del comunismo ¡
(Al terminar el informe,
todos los delegados se ponen de pie y saludan calurosamente al camarada Stalin
con una clamorosa y prolongada ovación. En toda la sala resuenan exclamaciones:
“Hurra ¡Viva el gran Stalin! “Hurra al entrañable Stalin”. “¡Viva nuestro amado
jefe y maestro, el camarada Stalin!”).
Informe publicado en
la Revista Principios No.14 de Octubre de 1952.
Subido a Internet por
la
ORGANIZACIÓN
COMUNISTA
RECABARREN-CHILE
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