SITUACIÓN POLITICA NACIONAL AÑO 2018 Y LA LUCHA DEL PUEBLO CONTRA EL NEOLIBERALISMO

La situación política nacional se caracteriza por la falta de crebilidad de las amplias masas populares en la democracia burguesa, la corrupción existe en todas las instituciones del Estado burgués, tanto civiles como en las fuerzas armadas y orden. La clase política que ha estado aplicando y ampliando el sistema económico ultra liberal llamado Neoliberalismo que agudiza cada día más las condiciones de vida del pueblo,  profundizado las desigualdades sociales, ha llevado que este se aleje de los partidos políticos, ya sean de derecha o de la izquierda reformista, socialdemócrata o del revisionista partido “comunista”, e incluso de la izquierda extraparlamentaria llamada marxista que no ha logrado influir en las masas populares, más aun después de la caída del socialismo en la URSS y las Democracias Populares, reflejándose en el debilitamiento de movimiento sindical y popular por el control que tienen los partidos de centro-izquierda de estos.

Es así que sectores de la población realiza protestas espontáneas exigiendo solución a sus problemas. Se llaman por las redes sociales a  realiza grandes marchas de carácter nacional para exigir termino a la AFP, la defensa del medio ambiente, marchar contra la violencia de los grupos represivos de carabineros contra el pueblo mapuche, contra el asesinato del comunero Catrillanca. Surgiendo grupos de extrema izquierda que promueven la anarquía y una violencia irracional que no corresponde a la lucha revolucionaria que pueblo trabajador da contra el Estado burgués, lo que junto al aumento de la delincuencia ha creado una inseguridad en la población que ha permitido que la clase política  promulgue leyes represivas que retrinje la democracia burguesa al pueblo, dificultando su organización y  movilización.

Toda esta situación de inseguridad económica y social dio margen a que sectores de derecha llegaran este año 2018 nuevamente al gobierno con un alto nivel de abstención electoral, apoyado principalmente por los sectores medio alto de la pequeña burguesía, los que en el trascurso del año han venido restándole apoyo a la gestión de Piñera, quién a llego reduciendo los gastos fiscales y de personal de la administración estatal, aumentando la cesantía a 7,3%. A sido fuertemente criticado por sectores empresariales por el retraso en la reactivación económica prometida, a los que la derecha busca compensar con medidas represivas al movimiento sindical, al que pretende inmovilizar más aun a través de una nueva reforma laboral con la que busca modificar los servicios mínimos que asegure el funcionamiento de la empresa en huelga, modificar los turnos y horarios de trabajo y efectuar las adecuaciones necesarias para los trabajadores no en huelga puedan ejecutar funciones convenidas; mecanismos de flexibilidad laboral o adaptabilidad laboral, adecuando horarios jornadas por hora; restablecer los grupos negociadores; rebajar la indemnización de años de servicios de 11 a 4, etc., asegurando así la ganancia máxima a la burguesía. En marcándose el gobierno de Piñera dentro de los parámetros de la derecha pinochetista.

La extrema derecha representada por la UDI, hoy toma carácter abiertamente fascista que sustenta  Juan Antonio Kast, quien busca crear su propio partido a costa de restarle militante a ésta, usando un lenguaje populista intenta fomentar en la población, en los sectores medios y los cesantes, la xenofobia, el racismo y el odio a los inmigrantes y a la diferencia de genero, buscando llegar a la Presidencia de la República y establecer un Estado fascista. No hay que menos preciar el peligro que significa la derecha fascista para el movimiento democrático del país, más aún cuando hay todavía sectores golpistas dentro de las Fuerzas Armadas y de Orden.

Si bien en las elecciones pasada el Frente Amplio logro un 20% de votos con un lenguaje populista contra la corrupta clase política, hoy busca aliarse a la antigua Concertación y el partido comunista revisionista para llevar un candidato único en las próxima elección de 2022 y así asegurar su candidato a Presidente de la República, méritos han hecho ya que con su actual político muestran ser solo su parte más reformista de ésta, preparándose las diversas organizaciones que lo componen a lograr su cupo parlamentario, que definitivamente ha sido el objetivo de formar el FA.

La situación nacional en el 2019 no será muy diferente al año que se va si el movimiento sindical y popular no se fortalece para enfrentar los intentos del gobierno de Piñera de hacer caer sobre sus espaldas el peso de la recesión económica que sufre el país causada por la crisis internacional del capitalismo. Para lograrlo el proletariado debe salir del letargo mental que la burguesía lo mantiene sometido al sistema neoliberal con la ayuda de la burocracia sindical de la CUT, de la ex Nueva Mayoría, a  dejar de lado sus temores a enfrentar la parte patronal, a confiar en su unidad de clase, en su fuerza y combatividad., a tener una mayor participación en la vida política del país,  confiando en la guía del Comunismo Revolucionario. Sobre todo entender que el capitalismo ha colapsado, que el neoliberalismo ha agudizado sus contradicciones a nivel nacional e internacional, que la pobreza y la explotación de los pueblos ha aumentado en el mundo, que ya paso el tiempo de los partidos burgueses de la Concertación, del reformismo pequeño burgués que pretende levantar una vez más el Frente Amplio, que sin cambiar las estructura económica y política capitalista en el país mayor serán las  miserias que el pueblo deberá sufrir.